Una rutina de mañana infalible suele ser la base para un gran día: mejor humor, mejor desempeño, un rendimiento más ágil, un cerebro más atento a las exigencias que vienen. Un buen comienzo augura un buen desenlace. Por eso, cada persona suele tener una rutina secreta de mañana, que les asegura pasar seguros del sueño a la vigilia de forma práctica y rápida.
Pero cada rutina puede cambiar -para mejor- con pequeñas alteraciones en los hábitos. Una fragancia, una melodía, un tiempo en silencio para degustar un rico café elegido especialmente para ese momento del día pueden hacer de cada mañana, la mejor mañana.
1.- Suban el volumen: gracias a los celulares, los odiosos ruidos de alarma pueden ser customizados para satisfacer a casi todos los gustos. Los chillidos y las alarmas muy ruidosas pueden hacer que se arranque con fastidio. Elegirlos con conciencia y cambiarlos habitualmente marcarán la diferencia. Al mismo tiempo, escuchar una canción que nos gusta, enérgica y alegre, asegura un cambio de humor inmediato. Las redes musicales suelen tener listas ya armadas para cada momento del día.
2.- El tiempo es todo: llegar tarde y correr por la casa suelen ser uno de los grandes motivos de irritación matutina. Cuando suena el despertador, siempre parece que es mucho antes del momento ideal para levantarnos, y ese breve momento de pereza suele pagarse caro. “Cinco minutos más, sólo cinco minutos más”, es la frase más escuchada en todas las camas del mundo. Calcular a conciencia el tiempo que nos lleva nuestra rutina es casi un pase libre al buen humor. Pero la clave está en que muchos lo hacemos mal. Sumarle a nuestro cálculo unos 15 minutos de más será la clave para una mañana más serena. Quizás simplemente estés cansado de correr al despertar…
3.- Ducharse mejor: las personas pueden dividirse en dos clases: aquellos que disfrutan de un baño caliente al final del día, y esos otros que no pueden concebir su mañana sin una ducha refrescante. Aunque sean cinco, esos minutos debajo del agua templada son para algunos los más deseados de día. ¿Por qué no hacerlo aún más especial? Sumar un champú o jabón fragante abrirá aún más los sentidos y hará que cada baño sea un buen motivo para salir de la cama.
4.- ¿Y hoy qué me pongo? El simple acto de mirar la agenda y preparar el atavío para lo que nos espera restará una preocupación importante de la mañana siguiente. Después de todo, el placer de ponerse una camisa planchada y limpia es de esos que vale la pena disfrutar sin apuros.
5.- Saber qué nos espera: preparar con anticipación la jornada siguiente es el acto de procrastinación más común del planeta. Sin embargo, saber qué nos espera al otro lado del sueño y sabernos preparados para eso, asegurará un sueño más reparador y una mañana con menos sorpresas.
6.- Aromas y sabores: según un estudio de los expertos en café de Nespresso, el 74% de los argentinos tomamos café regularmente. Sin embargo, en nada tiene que ver el ristretto de la noche con el gran café con leche que nos gusta por la mañana… Fácil, práctico y siempre a punto -y con ese olorcito que tanto nos gusta a la mañana- , ¿por qué no sacarle el mayor provecho a la tecnología? Cada cápsula de Nespresso Lungo está pensado para nuestra taza grande favorita, mientras la Aeroccino entrega la leche con la espuma ideal.
7.- Informarse mejor: el diario fresco y planchado, esa página web que tanto nos gusta, ese momento de silencio y lectura. Ya sea en papel, con la radio o el noticiero, tomarse unos minutos para informarse por la mañana nos pone en funcionamiento. El tiempo, el tráfico y los principales titulares del día afectarán las decisiones que tomemos durante la jornada.
8.- Frutas frescas a disposición: comer fruta por la mañana – lavarla y pelarla- no suele concebirse cuando uno está a contra reloj. ¿Un truco? Armar pequeñas bolsas de frutas ya listas para usar y guardarlas en el freezer para licuarlas cada mañana en un jugo rico en vitaminas y frescura.
9.- La luz importa: las luces de las pantallas son el enemigo número uno a la hora de conciliar el sueño por la noche, sin embargo, la exposición a los rayos del sol por la mañana le da graduales señales al cuerpo de que es momento de levantarse. Dejar una ventana ligeramente abierta o programar una caminata corta al principio del día mejora el humor y el despertar de cada mañana.