ESPECTACULOS
ESTHER GORIS, ACTRIZ

A la izquierda de Sierra Maestra

En San Luis escribe, dirige y actúa en una miniserie que le produce la Universidad de la Punta, tarea que justifica su existencia. En pareja con el gobernador Alberto Rodríguez Saá, se preocupa porque no existe la crítica política, dice que Buenos Aires vive mirándose el ombligo y que las provincias deberían imitar el ejemplo puntano.

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NEGATIVA. No acept cargos oficiales en la Secretara de Cultura; se reconoce sin aptitudes. | Cedoc

Camina con decisión de amazona por el campo desértico donde se encuentra el megaset de cine de San Luis. A su alrededor, productores, actores, meritorios, y ahora el fotógrafo que va a retratarla para esta nota. Entonces ella posa alocadamente, saltando, riéndose. Y luego viene la charla en la que el tema inevitable será la telenovela ¿Quién escribe mi destino? que escribió y protagoniza. Es un proyecto en el que participan Gabriel “Puma” Goyti, Ulises Dumont, Patricio Contreras, Atilio Veronelli, Cutuli y Bernarda Pagés, entre otros, y que es financiado por la Universidad de la Punta, donde –desde hace apenas un año– se dicta una carrera de cine.

La telenovela cuenta la vida de una autora (Goris) que escribe una telenovela y, curiosamente, se enamora de uno de sus personajes de ficción. La actriz relata entusiasmada: “Se trata de una ‘cibernovela’, una parodia de una telenovela, donde el signo más marcado es el humor. Por supuesto que como en toda parodia se va a cumplir con las reglas del género, va a haber encuentros amorosos, una cuota de erotismo, problemas de toda índole. Pero lo que nos proponemos es que la gente vea un programa diferente, donde Internet va a tener mucho que ver en la trama, porque a través de ella el público va a tener la posibilidad de mandarnos escenas para incorporar, hacernos llegar sus cuadros, su música, etc. Vamos a crear en Internet una especie de galería de arte, donde todo aquel que tenga algo para decir o mostrar nos lo va a poder mandar”.

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—Vos tenías hace ocho años este proyecto, ¿por qué decidiste retomarlo?
—Porque es muy importante para mí, es mi pequeño granito de arena. Digamos que siento que tengo que justificar un poco mi existencia, y lo hago mediante un aporte a los demás. Yo digo siempre que la felicidad está en la autorrealización, pero cuando esa autorrealización es además trascendente, les sirve a otras personas, es mejor aún...

—¿Cómo es hoy tu vida en San Luis?
—Ahora, con el rodaje, un poco trajinada. No es sencillo, yo sé que queda bien decir que las cosas a uno le salen fáciles, pero a veces no hay tanto placer. A veces lo que hay es angustia, esfuerzo. Y pensá que de alguna manera somos los pioneros haciendo televisión producidos por una universidad y en San Luis.

—¿Cómo creés que está la mirada puesta en vos en este momento? Recibís críticas, ¿no?
—Yo siento que me ha tratado bien la prensa en general, aunque algún palo me llovió. La otra vez habíamos ido con Alberto a Buenos Aires, estábamos en la cama mirando un poco de televisión, y justo pasamos por un noticiero donde anunciaban nuestra separación y decían que Alberto me había echado a patadas de su casa. Llamamos al programa y no nos dejaron salir al aire. Después lo desmintieron. He recibido palos, pero creo no estaban destinados a mí...

—¿Y cómo recibís esas criticas que son destinadas a tu pareja?
No hay mucha crítica política. Y esto es preocupante. No hay mucha. Lo que hay hacia Alberto es que se le hace alguna crítica porque es pintor, o porque es arquitecto o porque es músico, y parece que un político no puede ser eso.

Vos decías en una nota que venías acá con una formación y un pensamiento de izquierda y tenías muchos prejuicios de lo que pudieran pensar...
—La broma que hago siempre es que yo estoy más a la izquierda que muchos que se creen bajando de Sierra Maestra (se ríe), pero tampoco es una definición del todo seria. Tenía muchos prejuicios antes de venir, era muy poco lo que conocía. Y es que es realmente poco lo que se conoce desde Buenos Aires de lo que sucede acá. Buenos Aires se mira el ombligo. Pero las provincias deberían imitar el ejemplo de San Luis y empezar su historia. Imaginate que en cada provincia hubiera un estudio de cine como éste. Sería maravilloso.

Le ofrecieron de todo y dijo que no
Esther Goris , tal vez por su recordada interpretación de Eva Perón, tal vez por su noviazgo con el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá, tal vez por su elocuencia a la hora de dar a conocer sus pensamientos, siempre estuvo cerca, o aparentemente cerca, de la política. Ahora, cuando se le pregunta por eso, su respuesta es contundente.

—Viajaste a Cuba a conseguir el apoyo de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños para San Luis. ¿Te interesa la gestión cultural?
—Ah, no, a mí de gestiones, nada. Todo lo que tenga que ver con la gestión estatal... No es que no me guste, no tengo aptitudes para hacerlo. Esto de irme a Cuba fue algo que salió bien, pero podría haber salido mal. Gestiones no es lo mío. He rechazado el Fondo Nacional de las Artes, la Secretaría de Cultura de la Nación, he rechazado tantos cargos políticos y de gestión, creo que de la Argentina debo ser la que más cargos políticos ha rechazado.