El argumento no parece salirse del típico thriller hollywoodense con pinceladas dramáticas. En Cry macho, él es un domador de caballos contratado para secuestrar a un niño de 8 años, pero su plan se complica cuando termina enredado en una relación sentimental con una inmigrante mexicana que, casualmente, resulta ser la madre de la criatura.
Sin embargo, parece que Arnold Schwarzenegger consideró que no era un buen momento para convertirse en el protagonista de esta historia con aires latinos a estrenarse el año próximo. Así lo hizo saber este viernes a través de un comunicado en el que dejó en claro que su regreso al cine quedará postergado por un tiempo, aún cuando esto suponga una pérdida de cerca de 12,5 millones de dólares para él.
Puntos sensibles. “A pedido de Arnold Schwarzenegger, hemos solicitado a la agencia Creative Artists que informen a todos los responsables de películas en proceso o que se estén negociando, que detengan sus planes hasta nuevo aviso”, notificó Patrick Knapp, abogado del protagonista de la saga Terminator.
El anuncio se produjo apenas una semana después de que Cry macho fuera promocionada con bombos y platillos en el Festival de Cannes, con la clara intención de conseguir financiación para filmarla.
Pero las recientes revelaciones sobre el hijo extramatrimonial que el actor tuvo con su empleada doméstica de origen guatemalteco lo llevó a tomar la determinación de posponer su regreso artístico. Mucho más cuando el guión en cuestión se toca en sensibles puntos con la tormentosa realidad que hoy rodea al austriaco.
El escándalo estalló la semana pasada, apenas unas horas después de que Schwarzenegger y su esposa, María Shriver, anunciaran el fin de su matrimonio.
La noticia no sorprendió a nadie: los rumores de disolución rondaban desde hace mucho tiempo, pero era lógico que la pareja quisiera esperar a que terminara el mandato del actor como gobernador del estado de California para hacer pública su situación.
Pero apenas unas horas más tarde, el verdadero motivo de la ruptura tuvo nombre y apellido: Mildred Patricia Peña, la mujer que durante más de veinte años trabajó como empleada doméstica para el matrimonio, había sido amante de “Arnie” y hasta tuvo un hijo suyo.
El actor había mantenido el affaire y su paternidad en secreto, hasta que su ex empleada decidió amenazarlo con contar toda su verdad a la prensa. Entonces, el austriaco no tuvo más remedio que confesar la verdad a su familia.
Las fotos de la guatemalteca de 50 años no tardaron en aparecer, así como las del pequeño benjamín, de 14, cuyo nombre no trascendió. Y aunque la prensa estadounidense aún no ha conseguido que se decida a hablar, no han dejado de trascender detalles sobre esas dos décadas de vida paralela y silencios en la casa de los Schwarzenegger.