Con un sonido romántico y un guiño irónico a la oscuridad, Adicta dejó de ser la nueva promesa del pop local para convertirse en una sólida banda de rock que se ríe de su propio melodrama. Para su cuarto disco Cátedras eligieron apostar a un álbum doble, manteniendo la fórmula de melodías pegadizas y letras sombrías de desencuentros, sumando nuevos recursos como la utilización de instrumentos acústicos. “Nuestra melancolía forma parte de la literatura, de ser argentinos y tangeros”, aseguró Rudie Martínez. El 26 de diciembre el grupo cierra el año en el Teatro ND Ateneo, donde una vez más demostrará que se puede tener toda la potencia rockera sobre una pista de baile.
Un poco de historia. El origen de Adicta está en San Martín Vampire, una agrupación de fines de los ’90 conformada por Rudie Martínez, Sergio Pángaro y el ex Los Brujos Fabio Rey. Ya disueltos y con apenas un álbum póstumo, Rudie se unió a Toto para formar Adicta. El grupo comienza a recorrer el under local y saca su primer disco Shh en el año 2000. Tres años después editan Miedo, con una tapa queer que los muestra pintados y con pieles, pero ya con toda la potencia de temas como La Noche, que llevan la impronta de un sonido que va desde Virus hasta The Smiths y The Cure. En 2005, llega El día de la Fiebre, que los consolida como banda de rock.
El disco. Para Cátedras, Adicta se animó a experimentar con nuevos sonidos e incorporar flauta traversa, cello y piano. El disco tiene un formato doble, cada uno con identidad propia pero con una clara continuidad. Hablando al Vacío es el primer single de un disco en el que se destacan temas como Ejemplar, Empieza, Desierto, Ojos de tormenta y Yo necesito amor.
- ¿La idea de Cátedras era editar dos partes distintas o podría ser un solo disco largo?
- Rudie: Conceptualmente queríamos hacer un disco largo, pero quedó tan largo que nos pareció que si era uno sólo quedaba muy redundante. Entonces empezamos a agrupar canciones que tuvieran el mismo criterio, como un mismo perfume, quedó como un disco doble en dos partes.
- Toto: El disco tiene una continuidad, porque no pensamos “estos temas son para un disco y estos para el otro”. Los temas están grabados todos juntos, en el estudio grabamos uno por uno, con todas sus dificultades. Estéticamente, no está pensada una división entre el primero y el segundo.
-¿Por qué para este disco no llamaron a ningún productor externo, como en Día de la Fiebre, producido por Tweety González?
- T. Trabajar con Tweety fue una experiencia. Ahora lo podemos hacer nosotros, pero con gente que nos ayuda como Alfredo Calvello, porque no nos metemos en lo que no sabemos, pero todo lo demás lo hacemos nosotros. Lo produce Rudie pero todos metemos nuestros bocadillos.
- R. Trabajamos en banda, nos encanta escucharnos. Para nosotros todas las opiniones son válidas, no sé si pasa en todas las bandas. Cuando trabajamos con Tweety queríamos saber cómo era compartir ideas, pero no fueron compartidas, eran sus ideas. Ahora son mis ideas de audio y las ideas de la banda.
Tristeza y glamour. “A medida que agonizo puedo sentir que yo ya estuve muerto alguna otra vez”, dice la letra de Desierto. Las melodías emotivas que se clavan en la memoria y las letras profundas son dos de las características que definen a Adicta y que están presentes en todas sus canciones.
- ¿Se diferencian por ser una banda melancólica?
- R. A mí me interesa mucho la literatura, soy más fan de escritores que de músicos y la literatura que me gusta es melancólica. Por ejemplo, leo a Raymond Carver y Hanif Kureishi, que son darks. También Arthur Rimbaud.
- ¿Se preocupan por lo realidad externa, por lo que pasa en el país?
-R. A mí me aflige mucho, yo soy muy sensible con el tema. Muchas de las canciones hablan de la situación del país, a nuestra forma. Otros artistas dirán las cosas más directamente.
El show. Adicta es una de esas bandas que explotan en vivo y se hace mucho más potente arriba del escenario.
- ¿Cómo va a ser el recital del viernes en el ND Ateneo?
- T. La idea no es presentar este disco pero sí terminar de completar la presentación de todos los temas que venimos haciendo durante todo el año. El disco lo fuimos presentando de a poco, de a grupos de seis o siete temas por show, porque 20 temas son muchos y son difíciles de tocar, entonces el 26 de diciembre cerramos el capítulo. Es como un brindis, en estas fiestas.
(*) periodista del Diario Perfil
