ESPECTACULOS
Crítica televisión

Allí abajo: Divertida, con moraleja y un final necesario

La serie española que se puede ver en Flow culminó en su quinta temporada.

Alli abajo 20190614
María León y Jon Plazaola por fin logran estabilizar su vida entre el norte y el sur. | Atresmedia

Calificación: Buena.

El martes se “jubiló” en España, tras cinco temporadas la serie que le ha dado enorme audiencia, sobre todo en las tres primeras en que fue la más vista de la televisión, con el último capítulo de Allí abajo, (por Cablevisión Flow). 
 Nacida después del éxito de 8 apellidos vascos lo que le valió no poca polémica, se estrenó el 7 de abril de 2015, y se fue instalando como una comedia con vida propia. El amor, desamor, dramas y alegrías de Carmen (María León, hermana de Paco), e Iñaki (Jon Plazaola) entre Sevilla y la vascongada mantuvo a sus fieles seguidores. Las locaciones básicas han sido el “Kaia” la taberna familiar de Iñaki, en Donosti  (San Sebastián) y la clínica “Hispany” en Sevilla. Cada uno con características propias, utilizando con humor las diferencias entre el norte y el sur. Los vascos con su cuadrilla que forman Antxon (Oscar Terol), Koldo, (Gorka Aguinagalde) y Peio (Iker Galarza), y la Hispany, locación realizada en el Palacio de Monsalves, con los aliados de Carmen, Salva Reina (José), Mari Paz Sayago (Dolores), Mariano Peña (Don Benjumea), David Amais (Cristóbal), entre otros. 
Las actuaciones son siempre delirantes y muy divertidas, acompañan los bellos paisajes del río Guadalquivir y el Paseo de la Concha, y las locaciones que la producción ha ido sumando a lo largo de las temporadas. Buena idea la de contar una ficción que va de la comedia al drama, usando los escenarios naturales que ayudan, además, al turismo. La historia ya no daba para más, de manera que la “jubilación” les llegó en el momento justo porque si nó, iban a dar vueltas como en una calesita por mejores actores que tuvieran. Es interesante cómo se usa el humor básico de las regiones sin llegar a ofender a nadie, pero fue el elemento más importante, obvio, además de ese “amor imposible” entre la pareja, que se casa, se separa, tiene una hija Eladia, él tiene un hijo con Gotzone, su chef mano derecha, y vuelven a estar todos juntos. Las anécdotas no son lo mejor, hay que decirlo, sí lo es la gracia y el nivel interpretativo de cada uno de los actores y actrices, aún en papeles de reparto. Nadie desentona.
Con una producción importante, en dinero y en ideas, el resultado ha sido popular en muchos sentidos, y con moraleja incluida sobre la unión hace la fuerza, el amor derriba latitudes, y ese tipo de pautas culturales que tanto gustan al espectador menos exigente. Un final imposible de estirar más.