Sólo un sentimiento como la esperanza pudo aglutinar a más de 500.000 corazones en una tarde tan fría de domingo, frente al monumento realizado en memoria del presidente Abraham Lincoln, en Washington. El motivo fue rendirle tributo al hijo de una madre blanca de Kansas y un padre africano de Kenia, que dos días después se convertiría en el presidente número 44 de la historia de los Estados Unidos.
Ese hombre, Barack Obama (47), se ubicó en la primera fila en un palco blindado junto a su mujer, Michelle (el día anterior cumplió 45 años), sus hijas, Malia (10) y Sasha (7) -no dejaron de tomar fotografías del histórico momento-, el vicepresidente electo, Joe Biden, y su mujer, Jill, para ser testigos durante más de 4 horas de un concierto gratuito masivo que llenó de música y sentimiento la ocación.