Como todo ser que llega al mundo, fue una bendición de Dios. En el mismo sanatorio donde su vida se acaba de extinguir, Blanca Vicuña nació por parto natural a las 7:00 de la mañana del lunes 15 de
mayo de 2006. Pesó 3,500 kilogramos y midió 50 centímetros, aunque oficialmente sus padres anunciaron la noticia un día después.
“En mi nombre y en el de Caro -tomó la palabra Benjamín Vicuña (33)- les agradezco la preocupación e interés en este momento tan importante de nuestras vidas. La guagua se llamará Blanca en homenaje a mi abuela. Quienes son padres entenderán el poder de este milagro, esta niña ha traído luz a nuestra familia”. Todavía no había transcurrido un año para que Carolina Ardohain (34) y el actor chileno comenzaran una relación que dio que hablar, y el primer fruto de ese amor furibundo no tardó en madurar.
Blanquita trajo paz y felicidad al hogar transandino de la pareja, y hasta tuvo ese don mágico que sólo traen los nacimientos, como zanjar de golpe las difrencias que en ese entonces distanciaban, por completo, a “Pampita” de su madre, Tania dos Santos. Instalados en Santiago, poco se sabía de “Blanquita” en Buenos Aires. Hasta que en octubre de 2006, CARAS reunió al trío en Puerto Vallarta, México, donde su madre hablaba por primera vez de su primogénita.
“Se ríe todo el día, y eso lo heredó de mí. Es muy dada con la gente, todo el mundo la alza, la pasea, y ella chocha. La cara es igual a la de Benjamín cuando era chico; como es mujer seguramente tendrá algunas cosas mías, aunque todavía no se le noten por ser tan chiquita”, relataba la modelo. Y ya se adelantaba al futuro, anticipando los deseos de ampliar la familia. “Si todas me salen así de buenas como ‘Blanquita’,
no habrá problemas. El proyecto es tener más chicos, pero en un futuro. Por ahora queremos disfrutar de ella”.
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