Mientras posa para las fotos, un hombre se le acerca y le dice: “Tenemos un enemigo en común”. Ella lo mira y responde: “Ese monstruo...”. Ninguno de los dos lo nombra pero están hablando del presidente de Venezuela. El agrega: “Nos va a traer varios problemas a la Argentina”. Catherine Fulop lo despide con una sonrisa, como si hubiera encontrado alguien que apoya sus ideas opositoras al gobierno de Hugo Chávez.
Parece que a sus 42 años está en pleno proceso de cambiar su perfil de mujer sexy por el de actriz comprometida. Y en esa transición, se la escucha hablar de política, de la opresión del sistema, de arte, de la necesidad de ser libre en la pareja y de la dificultad de ser madre de una adolescente.
—¿Qué te pasa cuando vas a Venezuela?
—Me da mucha bronca. Hay muchas personas que se dan cuenta de que el presidente (Hugo Chávez) es más lo que habla que lo que hace.(...) Chávez, lamentablemente, quiere perpetuarse en el poder, como si quisiera ser el Libertador: él admira mucho a Bolívar y a San Martín. De hecho, ahora, nosotros dejamos de ser venezolanos para ser bolivarianos. Lo que me enorgullece, pero yo soy venezolana.
—¿Cómo ves el acercamiento de Chávez con Néstor Kirchner?
— Kirchner aprovecha a este loco que parece como si comprara a los gobiernos. A la Argentina le vienen bárbaro los petrodólares venezolanos, por una cuestión de crecimiento económico. Y Chávez compra al ex Presidente para tenerlo de su lado. Más información en Edición Impresa.