ESPECTACULOS
"La paz es posible, si usted quiere"

Charly García renovado y místico en Luján

Volvió a tocar después de casi diez meses y en plena rehabilitación. Quiénes estuvieron en el recital. Vea el video del momento.

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La Basílica de Luján como escenario de fondo. Una plaza con miles de fanáticos eufóricos. Palito Ortega que aplaude incondicional y emocionado. Los músicos chilenos y el “Zorrito” Von Quintiero empiezan a tocar los primeros acordes. Aplausos y ovación. Charly García está cantando Demoliendo Hoteles después de diez meses sin subir a un escenario.

En su cara y en sus movimientos se nota el paso evidente de la medicina por su cuerpo. Impacta. Está vestido de saco y corbata. No hay rastros de aerosol en sus manos. Ni uñas pintadas. Ni descontrol. Charly García está calmo, rígido, pero “vivito y coleando”, grita y resume su compañero de banda, Fabián “Zorrito” Von Quintiero.

“Charly está muy bien, muy contento. Supongo que habrá estado bastante nervioso”, dice Julieta, la hija actriz de Ramón “Palito” Ortega, el artífice de este show y amigo fiel del nuevo García. “Lo bancamos a muerte”, declara Rosario, la menor del clan Ortega que salta y canta todas las canciones junto a Mercedes Iñigo, la "amiga" inseparable de Charly.

Las vallas que protegen el escenario amagan con caerse por el clamor del público que lo quiere a Charly más y más cerca. Él avisa: "seguimos rockeando", y se anima con algunos pasos de baile y guiños cómplices con su banda -Kiushe Hayashida, Tonio Silva Peña y Carlos González, el trío chileno The prostitution, junto a Von Quintiero en teclados y bajo-. Detrá del escenario, un cartel alusivo resiste al viento: "La paz es posible, si usted quiere".

La música suena ininterrumpida como un relámpago de "Demoliendo Hoteles", "Promesas sobre el bidet", "No me dejan salir", "Cerca de la revolución", "Influencia", "No voy en tren", y el Himno Nacional Argentino versionado. El recital improvisado es un flash de Charly. Un remolino de rock que empieza de golpe a las seis en punto de la tarde y termina media hora después de la misma manera. Un regreso histórico de un Charly García milagroso con la Basílica detrás y una plaza colmada por fans devotos. Un gesto de vida y de rock . Un agradecimiento a Dios “por estar tan bien”.

(*) Redactora de Perfil.com