ESPECTACULOS

Cómo fue el casting para ‘El clan’

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Hacía un año que había conocido a Peter Lanzani. El encuentro fue armado por mis colegas del departamento de casting de Telefe. Peter tenía ganas de actuar en cine y  se les ocurrió presentarnos.
En ese momento, en K&S Films estábamos totalmente inmersos en las posproducción y el lanzamiento de Relatos salvajes, y no había ningún proyecto en vistas en el que estuviera trabajando y pensando en un nuevo elenco. Igualmente armamos un encuentro muy informal y charlamos un rato sin otro propósito que el de conocernos. En realidad, debo decir, creo mucho en ese tipo de encuentros con los actores. No sería la primera vez que una situación así daría frutos en un futuro. En este caso, no tan lejano. Ya me había pasado varias veces algo similar. Por ejemplo, en 2006 conocí fugazmente a Maricel Alvarez y varios años después la contacté para un casting y quedó ni más ni menos como la mujer del personaje de Javier Bardem en Biutiful, de Alejandro G. Iñárritu.
Un año después estaba empezando a trabajar con Pablo Trapero en El clan. Teníamos que arrancar el casting de  Alejandro Puccio, pero no teníamos guión ni mucho tiempo que perder. Propuse a Pablo empezar a conversar con una selección de jóvenes actores y grabarlos en video para no quedarnos quietos hasta que llegaran las primeras escenas. Desde ya que Peter no podía faltar en esa lista, aunque Pablo no lo conociera, y yo, a decir verdad, tampoco lo conocía mucho, más allá de aquel encuentro. Y eso es lo mejor del trabajo de casting. Lo que sucede una vez que empiezan las audiciones. Los descubrimientos. Las sorpresas.
Trapero enseguida sintió un gran interés por Peter. No era claro aún para qué personaje, pero sabía que debía estar en El clan.
Cuando la primera versión del guión estuvo lista empezamos a tomar audiciones con escenas específicas, y elegimos aquella en la que Alejandro se entera por sus amigos de que Ricardo Manoukian ha aparecido muerto. Una verdadera prueba de fuego en la que los actores tenían que atravesar muchos estados con muy poco diálogo.
Y Peter descolló. Esa sería la segunda de unas siete pruebas por las que finalmente pasó. Recuerdo muy especialmente la tranquilidad con que respondía cada uno de mis llamados para una nueva cita. Luego hubo encuentros con Trapero, pruebas junto a Guillermo Francella e incluso con algunos posibles hermanos de El clan. Fue en la noche de una de esas largas jornadas de preproducción en la que Pablo, con el entusiasmo de un niño, me confirmó que definitivamente quería que Peter fuera Alejandro. “¿Se lo decimos ahora?”, me susurró. Después de siete pruebas me pareció que no podíamos hacerlo esperar ni un minuto más. Cuando se lo dijimos, Peter juntó sus manos en un gesto que no se entendía si era en forma de rezo o agradecimiento, y dijo: “Es el sueño de mi vida”. Parecía una escena de una película. De otra, claro. Hoy, después del tremendo éxito de El clan, todos tenemos muy incorporado el trío que forman Trapero, Francella y Lanzani, pero cuando el proyecto se estaba armando créanme que ese trío podía sonar muy extraño. Y, por suerte, no lo fue.

* Director de Casting de El clan.

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