Paul Newman fue un actor, director y productor estadounidense, actividades que lo llevaron a ganar premios Oscar y Globo de Oro. Hijo de padre de origen judeo-alemán y madre católica con raíces húngaras, nació el 26 de enero de 1925.
Se alistó en la Marina y cumplió el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial (entre 1943 y 1945). Cuando regresó, se graduó en Ciencias Económicas en la Universidad de Kenyon.
Newman estudió interpretación en la prestigiosa Universidad de Yale y en el no menos mítico Actor's Studio de Lee Strasberg en Nueva York, donde coincidió con otras jóvenes promesas que también se hicieron un nombre en el cine de Hollywood: James Dean, Steve McQueen, Lee Remick, Geraldine Page, entre otros. En 1953 debutó en Broadway con la obra de William Inge Picnic.
Tras varios papeles de extra, figurante esporádico y secundario con poco papel en varias series de la TV norteamericana, probó suerte en el cine. Su primera película, The Silver Chalice, fue descrita por el propio Newman como "la peor película de la década".
Su primer éxito le llegó dos años después con un film de enorme repercusión a nivel internacional: Marcado por el odio (1956) de Robert Wise, en la que encarnó al boxeador Rocky Graciano.
Newman rueda cuatro films importantes que se estrenan en 1958: El zurdo, El largo y cálido verano, Un marido rico y La gata sobre el tejado de zinc . Esta última termina de insertar al actor en la industria cinematográfica estadounidense por su impecable encarnación del atormentado hijo de un rico empresario enfermo, y por su perfecta química en pantalla con una turbadora Elizabeth Taylor.
Vuelve a dar en la diana cuando entra en el reparto de una de las superproducciones más costosas y famosas de la historia: la adaptación del best seller de Leon Uris Éxodo (1960) que produce y dirige el célebre cineasta Otto Preminger. Aunque tachada de sionísta por algunos, la cinta logra recrear en parte la realidad de la creación del Estado de Israel tras la 2ª Guerra Mundial.
Desde 1962 en adelante, Newman va encadenando un éxito tras otro, en títulos destacados como Dulce pájaro de juventud, Cuando se tienen veinte años, Hud, Samantha, El premio y Cuatro confesiones.
Su consagración definitiva como estrella de Hollywood se da en 1966 con su participación en una superproducción de cine negro que hace historia: Harper, detective privado (de Jack Smight). Ese mismo año, Newman rueda su único film con Alfred Hitchcock: Cortina rasgada.
De aquí en adelante, la carrera del actor se consolida con películas de renombre y otras menos logradas pero de buena acogida: Un hombre, de Martin Ritt, La leyenda del indomable, de Stuart Rosenberg, Rachel, Rachel (que supone su debut en la dirección, y una de las mejores radiografías de la condición femenina en la Norteamerica profunda), y Dos hombres y un destino, de George Roy Hill (primera reunión de Newman con este director y con Robert Redford para uno de los films clave de los 60 que innovaba en el western crepuscular y lograba uno de los mayores taquillazos de la década).
La madurez interpretativa del actor llega con su aparición en la superproducción que, junto a la anterior Aeropuerto de 1970, inicia el subgénero de cine catástrofe: El coloso en llamas (1974). Buffallo Bill y los indios (1976), divide a crítica y público pese a conseguir el Oso de Oro en el Festival de Berlín y a la innegable calidad de algunas escenas.
En 1982 el cotizado actor resurge para ofrecer una de las mejores interpretaciones de toda su carrera, nominación al Oscar incluida, en la fenomenal Veredicto final, de Sidney Lumet. Tras este alabado papel, Newman reactiva su carrera y logra la respetabilidad definitiva con Harry e hijo (parcial autobiografía en sus relaciones con su hijo mayor, con el que salda cuentas a través de la realización del film) y, sobre todo, con la reedición de El buscavidas, que Martin Scorsese le brinda en 1986: El color del dinero, que le otorga un merecidísimo Oscar al mejor actor, a la par que su último gran trabajo en pantalla.
Como actor, Newman fue nominado nueve veces al Oscar, pero sólo consiguió uno en la categoría de mejor actor por la película El color del dinero, cuando contaba con 61 años. Posee también un Oscar honorífico.