ESPECTACULOS
Nicole Kidman

Con el deseo de hacer “El secreto de sus ojos”

La actriz estrena el jueves Paddington, película infantil donde compone a una villana. Revela que se ha alejado de Hollywood para estar más con su familia.

Malvada. En Paddington, Kidman es Millicent Clyde, la taxidermista que desea capturar al oso del título. La película combina actores reales con personajes animados.
| Gentileza Diamond Films

Quizás es improbable que alguien que ha actuado dirigida por Jane Campion, Baz Luhrmann (Moulin Rouge), Stanley Kubrick (Ojos bien cerrados) y Stephen Daldry (Las horas), haga una película infantil con un oso animado. Pero Nicole Kidman (nacida en Hawai pero criada en Australia), leyenda del Hollywood contemporáneo y ganadora del Oscar en 2003, le dice en exclusiva a PERFIL: “En el preciso instante en que me ofrecieron ser Millicent Clyde, acepté. Y eso que soy la villana que quiere hacer pasar por el taxidermista al oso que llegó desde Perú a Londres, Paddington. Pero la verdad es que amo el libro original de Michael Bond desde que soy pequeña, es un clásico de literatura infantil inglesa y no tuve siquiera tiempo de dudar si iba a participar o no: ¿cuántas veces te ofrecen ser parte de algo que amabas cuando eras niño y que te enamoró? Aparte, tengo que ser sincera: amo al oso”.

El film se estrena el jueves en Argentina y sobre él Kidman bromea que no dejará que “vean mis niños más pequeños, Sunday y Faith (N de R: los hijos de su matrimonio con la estrella country Keith Urban, ya que además posee dos hijos adoptados de su matrimonio junto a  Tom Cruise)”. Kidman: “Es que no quiero que me vean ser la villana. El oso es hermoso en el film pero yo no.” Pero hay algo que Paddington, aunque sea un film infantil, roza en un momento muy justo (la Ley de Inmigración de Obama y los problemas de racismo en Europa), y Kidman lo sabe: “Es una película para niños pero ahora (aunque siempre lo fue) es también un cuento sobre otra cosa, que no es nada menos que el hecho de ser amable con la gente que no es necesariamente de tu país. La posibilidad de hacer familia en otros lugares, de que tu familia a veces no está donde nacés o que las familias se pueden constituir de diferentes formas en diferentes lugares del mundo es algo que el libro abraza. Y ese lugar al que va la película, en este momento, es un mensaje importante. No entiendo el miedo al otro. O la violencia contra él”.

—Has estado en muchas películas, en clásicos de los 80 y hasta en filmes de Lars Von Trier. En ese sentido, y con ese recorrido, ¿qué tenía una película para niños para atraerte?
—Sé que el oso está hecho con animación, lo cual puede generar una paradoja con lo que voy a decir, pero algo que el cine debería tener estos días es realidad. Y lo digo en el sentido de gente real. Eso es algo que el cine necesita por estos días.

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—¿Eso buscás en tus elecciones a la hora de actuar? ¿Por eso pudiste ahora filmar con Werner Herzog, es decir, salir de los lugares donde Hollywood te encierra?
—Eso corresponde a que soy muy espontánea. El caso de Herzog y el biopic sobre Gertrude Bell, Queen of the Desert, que hicimos puede ser un ejemplo de cómo me manejo. Al comienzo de este año, Herzog me llamó y me ofreció ir a filmar con él en Marruecos. Hablé con mi marido y le dije que realmente quería hacer esto y que realmente quería filmar con Herzog. Y nos fuimos, todos, incluso mis hijos pequeños. Fue increíble. Elijo mis papeles basada en el director. Es así: suelo elegir en torno al director. Por ejemplo, en Paddington elegí con el corazón, porque quería hacer una película para los niños.

—Pero ¿por qué destacás esa espontaneidad?
—Porque son elecciones espontáneas que tienen que ver con cómo soy como persona. Me gusta estar abierta a nuevas experiencias, es algo que, con la vida que tuve, aprendí que es vital. Me gusta  ser peligrosa. No tener pavor a fallar y no tener miedo al fracaso es importante. Es importante mantener el “OK, vamos para adelante” de cuando eras joven cuando vas creciendo. La única forma de trabajar bien es si estás dispuesta a la posibilidad de ser mala en lo que hacés (si es que algo así tiene sentido). Yo corro ese riesgo constantemente.

—Estás por ser parte de la versión de Hollywood de “El secreto de sus ojos”, o al menos corre el rumor de que reemplazarías a Gwyneth Paltrow. ¿Viste el film de Campanella? ¿Qué te parece?
—Claro que lo vi. Lo vi cuando apenas ganó el Oscar. Sinceramente, me parece una película distinta, increíble, con un nervio universal que impresiona. Campanella es muy talentoso. Billy Ray, el guionista de Los juegos del hambre, está trabajando en un guión y nos quiere a Julia (Roberts) y a mí. No he dicho que sí todavía, simplemente por razones de agenda. Pero muy probablemente diré que sí.

—Fuiste muy famosa de joven, por tu pareja con Cruise y tu carrera, ¿cómo vivís la fama hoy? ¿Te considerás afortunada de poder haber sido famosa en un momento donde no circulaba tanta información?
—Hay momentos en que pienso: “Dios, esta vida es directamente surreal”. Pero habiendo vivido instantes de fama extrema, donde era perseguida, y ahora estando en un lugar donde la fama no es un factor que domine cada día de mi vida, creo que es más fácil. Ahora tengo una vida lejos de Hollywood, en Nashville, Tennessee, junto a mi marido y mis hijos más pequeños. Es decir, cuando no estoy filmando o haciendo un tour de prensa, tengo una vida tranquila. Mis hijos todavía se sorprenden cuando alguien se quiere sacar una foto conmigo. Fue muy difícil, pero ahora estoy en un instante donde estar lejos de Hollywood se vive como un acierto.

—Considerando que decís que estás en paz con tu familia y tu vida lejos de Hollywood, ¿qué te hace filmar nuevamente? ¿Qué te atrae de hacer películas?
—Lo desconocido.

—¿Lo desconocido?
—Sí, que haya cosas ahí afuera que no sé cómo hacer, frente a las cuales no sé cómo reaccionar, y que el cine me da la chance de explorar artísticamente. La vida y las manifestaciones de la vida se me aparecen en el cine, que me conecta con el mundo, y son los seres humanos. Claro que la literatura, la pintura, la música pueden hacer lo mismo. Pero para mí el cine lo hace de la manera más extraordinaria. Uno puede salir cambiado para siempre de un cine. Me ha pasado.

 

“Ame a Werner Herzog”

Cuando se le pregunta qué cree que es fundamental en el cine, qué ha aprendido habiendo trabajado con maestros del noveno arte como Stanley Kubrick –quien de hecho dirigió su última película, con ella como protagonista–, Kidman insiste en “los ojos.”

Según sus propias palabras: “La historia del cine podría definirse a través de los ojos de aquellos que estuvieron en pantalla. Es de donde muchas veces viene la actuación. Quizás ése sea el secreto más obvio del cine”. Y agrega volviendo a Paddington, el oso animado de su nuevo film: “En nuestra película supuestamente infantil, amo que, a pesar de que sea digital, se haya trabajado en el hecho de que sus ojos sean expresivos. Sus ojos tienen emoción. Se puede ver cuando el oso está triste, o alegre, u ofuscado. Es un logro, porque el cine consiste, entre otras cosas, en mostrar esas emociones y en conseguir emocionar al espectador”.

Kidman insiste en que su trabajo con Werner Herzog, cuyo llamado “me dejó brillando de alegría, no podía creerlo”, la hizo muy feliz: “Queen of the Desert muestra un período increíble de la mujer que llamaron la Lawrence de Arabia del desierto, y poder hacer una película así con ese salvaje del cine que es Herzog es un lujo. Amé a Werner Herzog”.

Hoy, además del proyecto que implica ser parte de la versión de Hollywood de El secreto de sus ojos (donde compartiría cartel con Chiwetel Ejiofor y Julia Roberts), en la que no se sabe bien cuánto quedará del film de Campanella, Nicole Kidman no posee muchos proyectos en cartera: “Desde que me enamoré de mi vida familiar, Hollywood y su vida se sienten más un trabajo, como algo poco real. No digo que no sea hermoso. Pero que tu familia sea tu prioridad muestra una hermosa claridad en tu vida”.