Joss Stone no sólo ama el soul (no por nada es un pilar de su carrera), sino que es capaz de bendecir los contados minutos de una entrevista preguntando al periodista cuáles son sus canciones de soul favorito y, apenas dicho el título (I’m so Tired of Being Alone, de Al Green), como si no pudiera contenerse, empieza a entonar la perfecta canción. Y dice después: “Es preciosa. Hay pocas como ésas en el mundo”.
Stone se presenta el 8 de marzo en el Luna Park, y su idea es “generar un show con canciones así: estamos haciendo algo pocas veces visto con mi todavía no editado Water for Your Soul (su primer disco de estudio en tres años): queremos tocarlo en vivo primero, ver cómo reacciona el público a determinadas canciones y ahí recién comenzar el armado final. Juzgarlo desde la gente. Eso sí, mis fans en Argentina no deben preocuparse: los éxitos de siempre van a estar ahí. Las canciones que todos quieren cantar están ahí”. Stone, que siempre toca descalza, insiste: “No creo que el soul sea un género; es un sentimiento, es una forma en que la música demuestra tener alma”.
—¿Por qué creés entonces que el soul no es uno de los géneros más populares hoy día?
—Me gusta que sea una forma de música que deja en claro que está construida desde los sentimientos antes que desde cualquier otro lugar. Pero creo que, en este mundo comercial, el pop ha sido y es algo muy popular, pero también sabemos que hay ciclos, que los gustos cambian. El soul tuvo su momento y ahora vive de otra forma. Pero el soul posee una forma distinta, liberadora.
—Hablás de “mundo comercial”, pero pareciera que vos no respondés a esas tendencias y seguís tu camino, cantando los estilos que te gustan. ¿Cómo lo haces?
—Entiendo que el soul es extrañamente el primer contacto de alguien con la música, y que de alguna forma es una música que empieza a hacerte mella a medida que te van pasando cosas en la vida. Yo amaba a Aretha Franklin. Y siempre pude hacer lo que quería. Hay una idea creada y que rige al mundo de que estás obligado a tal cosa, a tal vida. Y sé que hay muchos momentos en los que de verdad no tenemos elecciones. Pero creo que se puede hacer en la vida lo que se quiere y que esa idea de obligación no debería dominarnos.
—Alguna vez dijiste algo parecido para hablar sobre tu amor por los animales. ¿Seguís pensando eso?
—Seguro. No condeno a quienes comen carne. Pero nunca probé carne, sea de pescado o de res. Me criaron así, para respetar a otros seres vivos, y lo hago. Nunca presionaría a otra persona para que se sienta pésima por sus elecciones. Sé que no lo necesito y sé que hay instantes en los que sí puede suceder. Es decir, suena gracioso, pero si estuviera con una vaca y estuviéramos solas en una isla desierta y fuera lo único para comer, lo haría. Pero no necesito por ahora comer criaturas vivas para sobrevivir.
—¿Cómo es tu proceso de selección de las canciones?
—Está hecho con pasión, con cariño. Pero lo que viene después es difícil: tomar cosas que realmente están arraigadas en tu corazón y cantarlas. No es difícil porque no sea fácil recorrerlas, es difícil porque no estamos haciendo karaoke, estamos creando versiones. Si no, estaríamos creando una especie de karaoke cool.
La melodía sigue conmoviendo
Joss Stone insiste en que “el soul es una expresión de emociones. Son sentimientos. Muchas canciones pop te generan ese sentimiento, seguro, pero no lo buscan. Es otra vida la que quieren. El soul busca anidarse en tu corazón, siempre, es su instinto básico y su razón de ser”. Sin ser agresiva, Stone entiende que son tiempos extraños para la música: “Vivimos en una época en que la música sigue siendo algo que conmueve. A veces nos olvidamos. Pero permite una conexión que no brinda ningún otro arte. Eso es lo que la hace especial, por eso amo hacer música todos los días de mi vida. Nos pone en contacto como ninguna otra cosa. Le habla directo a algo de nuestro espíritu. No importa si es reggae, soul, la música que sea. El hecho de hacerla, de escucharla, sólo demuestra que pertenecemos a este mundo”. Y agrega: “La naturaleza hace música, hay ritmo en todo si uno escucha atento, y por eso está en nosotros esa necesidad, por eso la música está en nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta”.