No se enfada si le preguntan por Madonna. Lejos de ello, a los 55 años Cindy Lauper, aquella chica rebelde del pop surgida en los '80 con éxitos como Girls Just Wanna Have Fun (Las Chicas Sólo Quieren Divertirse), parece haber alcanzado la madurez para disfrutar plenamente de su vigencia y su vida, sin enconos ni egocentrismos innecesarios.
Así lo confiesa ella misma en un reportaje exclusivo que la revista Luz le hizo con motivo de su inminente llegada a la Argentina, donde se presentará entre viernes y domingo en Buenos Aires, Rosario y Córdoba para lanzar su nuevo disco Bring ya to the brink, en una gira que según dice la "entusiasma" por la posibilidad de volver a ver shows de tango porteños como lo hiciera en 1994 al visitar por última vez el país.
"Aunque en algunas cosas me mantengo igual, ser madre me cambió mucho como persona -dice-. Me hizo conocer un tipo de amor nuevo y hermoso y me transformó en alguien mucho menos egoísta".
Acaso por esa misma transformación que dice haber experimentado, Lauper acepta sin problemas el convite cuando se le pregunta por Madonna, a quien define como "la mujer maravilla, una gran artista cuya relevancia es innegable". Consultada sobre si le molesta que la comparen con ella, responde contundente: " ¿Por qué habría de molestarme? Todo lo contrario, es alentador que existan figuras como ella y como tantas otras más".
La cantante se asume como una diva "en lo que se refiere al trabajo, ya que ahí soy bastante meticulosa y obsesiva en cómo deben ser las cosas", y dice que que por ello es su propia productora. Sin embargo, no tiene tampoco inconvenientes en confesar: " No vivo como una diva: trabajo todo el tiempo y, cuando no, sólo me gusta pasar el tiempo con mi familia".
Ese mismo perfil bajo asoma cuando se le pregunta por su rol como activista por los derechos de los gays, a lo que responde que es sólo "una trabajadora de esa comunidad" en la que tiene "muchos amigos".
Cuidadosa de mantener su imagen de símbolo pop, enseguida aclarará: "No me siento una figura política, nunca podría serlo ya que estoy lejos de representar un ejemplo para los demás. Lo mío se acerca mucho más al rock y a la incorrección política que a ese tipo de rol".
Al ser consultada por el "suceso Obama", no obstante, la intérprete vuelve a mostrar su lado comprometido diciendo sentirse "feliz y muy agradecida" por el triunfo del candidato demócrata. "Todos rezamos y pedimos mucho por su triunfo, y creo que por fin, tendremos en la Casa Blanca a un hombre de grandes ideas, un excelente orador y líder", elogia.
Respecto de la música y el show que trae a la Argentina, Lauper reconoce influencias de ritmos modernos como el dance y el tecno diciendo: "Sí, hacía tiempo que quería trabajar con la música moderna y finalmente lo hice. En ese sentido, y aunque no voy con un cuerpo de baile específico, estos recitales serán bien energéticos. A mí me encanta bailar y creo que es imposible no moverse con mi música".