Con diez días en cartel Abzurdah ya había convocado arriba de 300 mil espectadores y sólo en el primer fin de semana recaudó más de 12 millones de pesos. Es, hasta ahora, la gran sorpresa de la temporada del cine argentino. Con esos números debutó Eugenia Suárez en la pantalla grande. “Trabajo desde que tengo diez años, pero es todo nuevo para mí. El cine es un mundo que desconocía”, dice la China, que anda con la vida entre Buenos Aires y Madrid, cuando se instala junto a su hija Rufina de 2 años en la casa de David Bisbal, su actual pareja. Eso no significa que en lo inmediato desee vivir en España: “Siempre viajo con Rufi, pero hoy no está en mis planes mudarme. Estoy enfocada en mi carrera”.
—¿Te llegó alguna oferta para trabajar allá?
—No estuve mucho tiempo para eso. Me encantaría trabajar en España, me gusta su cine y amo a Penélope Cruz, pero aún no me llegó nada.
—Antes me decías que se asombraban con tu actuación en “Abzurdah” porque pensaban que no tenías talento. ¿Vos también te sorprendiste?
—Hay muchos preconceptos y los acepto, pero yo no los tenía. Soy muy disciplinada y sentía la responsabilidad de hacerlo lo mejor que pudiera, más siendo un caso real, de una historia muy conocida. Sé que en tevé gesticulo mucho y soy bastante verborrágica, y eso en cine no está bien. Tenía que resetear.
—Tu personaje es anoréxica y se lastima mucho, pero también hay un hombre que la maltrata psicológicamente. ¿Te da miedo estar en ese lugar?
—Nunca tuve el temor, porque siempre tuve buenas personas al lado. Sí veo que hay un montón de casos, y es horrible, porque se dicen un montón de cosas. Miles de personas opinando: “A la primera que te pegue te vas”. Es muy difícil estar en ese lugar, imagino. Hay un juego psicológico que debe ser terrible.
—De David comentaste que era el amor de tu vida, algo que también dijiste sobre alguna de tus ex parejas…
—Era más chica. Mi hija me cambió un montón de cosas, hoy soy más pensante, aunque creo mucho en la gente. Siempre voy a ser así. La mayoría no confía en nada y no quiero ser parte de eso. Creo en la gente y cuando me enamoro soy así. Soy recontra fiel. No boludeo.
Cuando River y Boca se suspendió por incidentes, Eugenia tuiteó: “Nada de lo que nos pasa como país me sorprende”. Dice que no hay un partido partido político que le guste, pero que sueña con que muchas cosas cambien: “Va a tardar, pero se puede. Lo que me angustia es que ya no me sorprende nada. Nos acostumbramos a vivir con violencia en todos lados”.
—¿Cuándo estás afuera ves las cosas igual?
—Todos los países tienen sus pros y contras. Soy de una época en la que todavía podía ir al colegio caminando sola y no me sorprende que desaparezca una chica. Es tremendo eso… No me asombra un secuestro. Me pone mal haber perdido la sorpresa ante algo feo.
—¿Percibís la famosa “grieta”?
—No me gusta el quilombo, ni me meto con los demás. Cada uno hace lo que quiere. Hay que calmarse un poco con eso de si sos K o anti K. Yo no soy de ninguno. Sé lo que no me gusta, que Argentina salió de muchas y que vamos a salir de ésta también.