ESPECTACULOS
Entrevista

“Decir que algo es copia es demodé”

La actriz de Rizhoma Hotel, la nueva ficción de Telefe, jura que aprovecha la popularidad para ahorrar porque el trabajo del actor es inconsistente.

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Actriz. A los 33 años, Violeta Urtizberea se siente afortunada de ser parte del 15% de los actores que tienen trabajo. Confiesa que el Chino Darín es un gran amigo, y que admira a Rivas y Bertuccelli. | Piemonte

'Qué hija de puta’, me decían los cámaras. No podían creer lo que hacía mi personaje, Romina, una conductora de noticiero que toma una decisión muy dura, polémica, controversial, porque haría cualquier cosa por conseguir su deseo; y lejos de juzgarla, como actriz defendí su ética”.

Violeta Urtizberea debió buscar en sus partes más oscuras para Rizhoma Hotel, la ficción de 21 episodios que debutó anoche en Telefe y en la que Violeta comparte el protagónico en uno de esos episodios con Ludovico Di Santo y Michel Noher. “Si bien son cosas o situaciones opuestas a mí, pueden estar dentro de mí, sin lugar a dudas”, remarca la actriz ganadora del Martín Fierro por su destacado personaje en Las estrellas.

Todas las escenas de la ficción que produce Kuarzo Entertainment suceden en un cuarto de hotel, y cada uno de los capítulos dura treinta minutos. “Es un nuevo paradigma provocado por el celular, por el cual uno quiere todo inmediato y se desespera cuando tiene que esperar un segundo algo. Si me quedo sin señal unos minutos es una tragedia”, analiza Violeta, de 33 años, hija de Mex Urtizberea y Gabriela Ferreyra. Para la actriz, se trató de una experiencia nueva en su trayectoria en televisión porque “fue muy teatral, como una escena larga, grabada de manera cronológica, las cámaras eran en mano y no tenías la cuestión de respetar la posición, tuvimos mucha libertad de creación”. Pero asegura que el espectador no se bancaría más tiempo “de una sola locación, y además es muy densa, muy emocional, de gran intimidad, muy fuerte”.

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—¿Viste “Room 104”, la serie de HBO que tiene el mismo formato?

—No, no la vi.

—¿Molestan a los actores las comparaciones?

—Hay una necesidad del ser humano de ponerle una categoría a todo, que está en todo, y es difícil de romper, desde mujer-hombre hasta lesbiana-bisexual o heterosexual-homosexual; pasa lo mismo en el arte. En la radio escucho que el conductor le dice al músico “me remite a este estilo”; es propio del ser humano, no sé si es solo del argentino. Es ingenuo pensar en la copia ya que, sea por otra persona, con otra voz, otro cuerpo, otro país, es distinto, uno tiene que confiar en la potencia de las individualidades, nunca será igual aunque hagas el mismo texto exacto. Es viejo decir que es copia, es demodé. Mil veces pasó, con Las estrellas decían que era Guapas o Sex and The City; está bien buscar referencias pero para despertar cosas.

—¿Sos de agregarles elementos tuyos, de tu vida, a tus personajes?

—Todo el tiempo. Todos mis personajes tienen algo de mí. Con versiones mías, no es alguien que es un marciano, puedo comprenderlo, mi mente puede ir para el lado que pide el personaje. Utilizo textos míos, mi humor, y uso mucho a mis amigos... ¡pobres, trabajan para mí! Les pido que piensen frases, y con los insultos de Flor, que eran todo el tiempo. Escuchaba una frase graciosa y la anotaba, o les pedía “decime algo guarro para decir teta”.

Baño dorado. En 2008, Violeta Urtizberea ganó su primer Martín Fierro en la terna Revelación por Lalola, y confesó que el galardón descansaba en su baño. “El que gané este año en Actriz Protagónica también está en mi baño. Fue el mejor lugar que encontré, no por algo peyorativo; además, mi baño es relindo, y la gente va y lo ve. En el living me parecía un montón, me daría vergüenza, no me gusta eso de poner la cara de uno gigante en el living para que otros la vean”, dice la actriz que actuó en Graduados, Los Unicos y Educando a Nina, entre otros.

—¿¡En qué parte del baño!?

—Arriba de la mochila del inodoro. Cuando van se ríen, les da la posibilidad de agarrarlo, levantarlo, que tal vez si está en una biblioteca no lo hacen. Y ahí juegan a ganarlo o se sacan selfies.

—¿Sos de aprovechar los momentos de popularidad para juntar plata?

—Sí, obvio. Nuestro trabajo es muy inconstante, pasamos meses y meses sin cobrar un peso, y si no ahorrás y no aprovechás, estás en el horno. Yo no tengo hijos y tengo una libertad, me gusta elegir mis trabajos y eso me permite ser cuidadosa con el dinero; si no, tenés que agarrar cualquier cosa y por suerte no tengo que hacerlo. Soy ahorrativa.

—¿Tenés actores y actrices amigos sin laburo?

—Sí, claro. Un montón. Pablo Echarri dio una entrevista por Sagai y dijo que el 85% de los actores están sin trabajo. Me impactó. Ahora estoy sin trabajo; en breve empiezo a grabar una nueva tira, Mi hermano es un clon (ver recuadro), y pensaba que era parte del 15 %, “qué privilegio”, me decía, y uno no cae a veces. Es triste que sea un privilegio, pero es así en este momento.

—¿Sos de contarles dónde hay un casting a tus amigos?

—Sí, obvio, si puedo dar una mano la doy. También me parece que en los actores es importante la autogestión, y siempre trato de promover eso en general; a las actrices que recién empiezan les aconsejo eso, que actúen, donde sea, te da mucha libertad y después zafás de la condena de esperar el llamado del productor. Si le encontrás la vuelta, podés sobrevivir de lo que te gusta.

La mujer. Violeta Urtizberea apareció frente al Congreso con el pañuelo verde, símbolo de lucha por la legalización del aborto, durante el debate en la Cámara de Diputados, y le emociona ver el momento de cambio en la sociedad. “La vida me sorprende día a día; hace un año me parecía impensado que las mujeres empezaran a manifestarse, a denunciar. Es maravilloso lo que está pasando. Toda la vida fui feminista y todos los días aprendo algo nuevo, porque estoy criada en este mundo machista todavía y no sé cuándo se va a erradicar”.

—Pasó lo de Bertuccelli con Darín y luego se sumó Erica Rivas; ¿cómo te parás frente a estos casos?

—No considero que pueda opinar de todo... Yo nunca trabajé con los tres, nunca; conozco al Chino Darín, que es el hijo, que lo amo, me parece la persona más hermosa del mundo, es impecable. A Ricardo lo conozco como el papá del Chino, lo vi tres veces y me cayó de diez. A Erica y Valeria las veces que las vi también me cayeron bien y son dos de mis actrices preferidas. Lo que sí puedo opinar es que es bueno que se escuche a las mujeres, eso lo voy a celebrar siempre.

El lunes 23 de julio, Violeta Urtizberea comenzará las grabaciones de Mi hermano es un clon en Estudios Pampa de Martínez.

La nueva ficción de Pol-ka estará protagonizada por Nicolás Cabré, quien hará dos personajes: uno muy inteligente y brillante pero sin corazón, y el otro, puro corazón.

“Yo soy Lara, quien está a punto de casarse con el frío, con el inteligente, y somos de un mundo de clase social alta, soy una concheta, muy superficial, muy fashionista, instagrammer, pero escondo un pasado y ahí es donde el espectador entenderá que es una máscara que tiene. Ella trabaja en el laboratorio de la familia del personaje de Cabré, en la parte de marketing”. Violeta cuenta que la tira tendrá 120 capítulos, pero que “nunca se sabe qué puede pasar, a priori grabamos hasta marzo”.

Urtizberea dice que su último personaje, Florencia en Las estrellas, que padecía el síndrome de Tourette y que se enamoró de Jazmín (Julieta Nair Calvo), le dio grandes satisfacciones: “Una camarera en Mendoza se acercó y de una manera muy sentida, llorando, me agradeció, me dijo que su provincia era muy conservadora y que gracias a la novela logró que su mamá y su abuela la comprendieran. Me quebré y lloramos juntas”.

La actriz filmó El diablo blanco, de Nacho Roger, con Ezequiel Díaz, Martina Juncadela, Julián Tello y Willy Prociuk, que se estrenará en octubre. “Es una película de terror, da bastante miedo, la filmamos en febrero en Buenos Aires y en hoteles y exteriores del cerro San Javier, de Tucumán”, cuenta.

“De teatro fue de lo que más propuestas recibí apenas terminó Las estrellas; pero quería viajar, despejarme, el teatro no era plan, es esclavo, los fines de semana no te podés ir a ningún lado, y cuando agarre la tira de Pol-ka, hacer tira y teatro al mismo tiempo no es para mí”.