Se trata de
Saturday Night Wrist. Es su segunda
presentación en nuestro país y como la primera, estuvo cargada de distorsión y momentos emotivos en
un show memorable.
Recién llegados de San Pablo, Brasil, los Deftones desembarcaron en el Luna Park desatando su furia en un show que duró poco más de hora y media.
En su segunda presentación en nuestro país, aunque esta vez como banda estelar, a diferencia del show que dieron en Vélez Sarfield en el 2001como banda soporte de los Red Hot Chili Peppers, lograron la conexión que querían con su público.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La voz sufrida de Deftones, el Chino Moreno, apareció en el escenario entusiasmando a los fans que disfrutarían de una noche llena de fuerza y casi sin descansos. A lo largo de la noche los hits Summer,Hole in the earth, Change y Fieticiera lograron los picos más altos del espectáculo.
Por su parte, Abe Cunningham hizo una gran demostración de destreza y talento castigando a su batería con golpes precisos y certeros, ganando la ovación de los fans.
La iluminación, bastante simple, pero impecablemente controlada cerró el círculo sonoro-visual de manera contundente, generando el ambiente ideal para disfrutar de una noche que ya estaba musicalmente cubierta por el sonido vigoroso, tal vez poco definido pero imponente y con la cadencia característica a los que Deftones tiene a su público acostumbrado.
Ante la negación de los fans, la banda se despidió cerca de la medianoche para descansar y preparar para hoy una nueva devastación en Chile.
