El ambiente del rock tal vez sea uno de los más interesantes para un psicólogo por su mundo cargado de conflictos, arte y personalidades fuertes. La misión de "Dr. Poroto" es reunir a la banda en una terapia de grupo para que los integrantes puedan hablar y superar los obstáculos que les impiden crear música.
Fabio Lacolla se convirtió en el psicólogo de los rockeros porque conocía a la perfección el ambiente del rock, sus códigos y modos diferenciados. “ Con los músicos me relajo y puedo ser yo”, asegura en su consultorio, donde parece sentirse cómodo rodeado de discos y un piano.
Una patología común. Las problemáticas de las bandas de rock suelen repetirse. Lacolla explica los síndromes más comunes: “No poder hacer aquello por lo cual se convocaron. Tener una idea y no poder plasmarla. Produce fricción también ponerse de acuerdo en cómo debe ser el sonido de la banda. Otra de las cosas es la falta de comunicación, muchas veces no se habla y otras se la pasan hablando y no hacen. Yo trabajo para que se logre el equilibrio entre el decir y el hacer. Otro problema es cuando llegan los terceros a la banda, la novia, la minita que entra a opinar, lo que se vuelve el síndrome Yoko Ono”.
Los choques de egos y las groupies son dos de los símbolos más representativos del imaginario de las bandas de rock. El psicólogo señala que “lo que hay que hacer es dividir los roles, cuando eso está claro no hay problema. Si todos saben cuál es el líder no genera conflicto. A veces se pelean por las groupies. En un principio son divertidas pero luego se vuelven una carga. Muy pocos se resisten, salvo que tengan una manager mujer”.
Con el paso del tiempo y el trato con las bandas, el Dr. Poroto aprendió a diferenciar las diferentes épocas según su contexto social y político. Explica que la forma de componer no es igual ahora que hace 10 o 20 años, y que los cambios tienen que ver con el contexto.
“ La protesta se metaforizó, ya no se protesta. Se protesta a través de una metáfora estética, no discursiva”, lanza reflexivo y con nostalgia. “En los 90 se acabó la protesta. Hoy por hoy la oposición, la protesta es lavandina. Los de CQC van y le dice a ala presidenta 'se te cayeron las medias'. Cualquier cosa. Protesta es Piero. Hay algo que Hegel llama el espíritu de la época, no tiene un recipiente hoy para la canción de protesta”, agrega.
Lacolla señala que el fenómeno de Capusotto viene a señalar justamente esa diferencia entre lo que era el rock antes y lo que es ahora, mucho más superficial.
En el diván.
El Dr. Poroto analiza desde sesiones imaginarias a algunos de los íconos del rock local
Pity de Intoxicados.
- Artísticamente es impecable. Estará limado, pero es un artista. Es muy reconocido dentro de la música, porque representa a los pibes.
Charly García.
- El personaje terminó fagocitándose a la persona. Él dejó de ser un genio. Esa es su gran lucha, él sigue pensando como un genio. Lo demuestra sus últimos discos, no su personalidad. No tiene un criterio de realidad sobre su creatividad. No se puede ser un genio toda la vida. Vive en una ilusión.
Luis Alberto Spinetta.
- Es coherente, sigue creando lindas canciones. Pero él sabe que no es el Spinetta de los 70 o 80, se adapta a lo que es.
Andrés Calamaro.
- Andrés fue creativo siempre. Siempre tuvo algo diferente del resto y un toque popular. Es inteligente, y eso lo hace seguir componiendo las canciones que compone. El último es un disco de un excelentísimo nivel.
Luca Pródan.
- Luca tenía una personalidad única. No tiene que ver con ser artista. No podía haber sido otra cosa que un artista, por su forma de ser. Hay pacientes que no tienen cura. No sé si se podía salvar. Luca se fue y se generó un mito. Terminó descansando en una remera, que lo llevan chicos que no saben quién Luca Prodan.
V 8
- Es como un icono. Son etiquetas que se pegan a una botella. Dentro del rock, V8 fue el pionero del heavy meta, es como Gardel dentro del ambiente. Gente que no escuchó a Gardel pero lo tiene como lo más. V 8 es la banda de los hermanos mayores, lo que se transmite de generación en generación, es un referente cultural.
Ricardo Iorio.
- Es un personaje que provoca. Dice cosas que mucha gente no podría decir. Muchos chicos se sienten representados por esa osadía de decir en un mundo tan careta, donde nadie dice nada. Dice algo diferente y decir algo diferente es ser distinto.