ESPECTACULOS
Cumple 70 aos

Dustin Hoffman: "Me gusta envejecer bien"

Estudió teatro porque no lo reprobaban. Fue reconocido con dos premios Oscar y cinco Globos de Oro. "Hasta que cumplí 31 años, viví bajo la línea de pobreza oficial estadounidense", dijo .

0808hoffman468ced
| Cedoc

Nueva York - Al principio la actuación fue para Dustin Hoffman sólo algo por lo que optó por necesidad. Había fracasado en la universidad y no quería ingresar al Ejército. "Ingresa en la actuación. Ellos no te reprueban. Es como en el deporte", le recomendó un amigo.

Hoffman se inscribió en el Pasadena Playhouse College y se convirtió en un superastro entre los actores, galardonado con dos premios Oscar y cinco Golden Globes.

Hoy, este hombre pequeño y delgado, con su sonrisa un poco tímida, cumple 70 años. "No me gusta envejecer tan rápido, pero me gusta envejecer bien", dijo recientemente.

La fama mundial la obtuvo Hoffman tras diez trabajosos años en el teatro con una de sus primeras películas. En la cinta El graduado (1967) de Mike Nichols, premiada con un Oscar, Hoffman interpretó tan bien al recién graduado Benjamin Braddock, un tímido e inseguro que se dejó seducir por la sensual Anne Bancroft, que le valió la primera nominación a un premio de la Academia de Hollywood. Esta película de culto de la generación del 68 es considerada un clásico del cine.

Desde entonces, este actor nacido en California demostró increíble versatilidad y capacidad para interpretar sobre todo personajes difíciles, marginales. En Asphalt Cowboy (1968) interpreta a Rizzo, un pequeño timador neoyorquino, en la sátira de western de Arthur Penn Little Big Man (1970) al hombre blanco Jack Crabb y en Tootsie (1982) a un actor sin trabajo, que disfrazado de mujer se mete en varios enredos.

Buena crítica también recibió Marathon Man (1976) y el film sobre el caso Watergate All the President's Men, del mismo año, en el que Hoffman y Robert Redford interpretan a los periodistas del diario The Washington Post que revelan un escándalo que finalmente llevó a la renuncia al presidente Richard Nixon.

El primer Oscar le fue concedido a Hoffman en 1979 por el drama Kramer vs. Kramer, en el que interpreta a un hombre que es abandonado por su esposa y debe hacerse cargo de la educación de su hijo. El segundo lo recibe en 1988 por su convincente representación de un autista en el drama Rain Man de Barry Levinson.

Para este papel, el excepcional actor se preparó durante un año con gran puntillosidad entre otros con visitas a clínicas psiquiátricas, lo que reforzó su fama de perfeccionista. Colegas de actuación lo calificaron de testarudo.

El director Sydney Pollack, quien recibió por Tootsie el codiciado premio de la Academia de Hollywood, dijo: "Devolvería de inmediato el Oscar si pudiera volver a los nueve meses de mi vida que pasé grabando con Dustin".

Continuamente siente temor a que no alcance lo que hace, admitió Hoffman recientemente a la revista Park Avenue. "En mi juventud, siempre era reprobado. Apenas si pasé la escuela. En mi familia era considerado un fracasado". Pese a ello, o justamente por ello, este hijo de padres judíos buscó delinear su vida con su propia fuerza.

En los primeros años de su carrera, que fueron duros, compartió durante largo tiempo una vivienda en Nueva York con el también actor Gene Hackman y realizó todo tipo de trabajos. "Hasta que cumplí 31 años, viví bajo la línea de pobreza oficial estadounidense", dijo.

Hoffman mantiene una cierta distancia con Hollywood. Los Oscar son "obscenos, sucios y no mejores que un concurso de belleza", se quejó una vez. También opinó públicamente sobre temas políticos. Su aparición en la Berlinale 2003 la aprovechó para criticar la guerra en Irak y al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

En la vida privada, Hoffman es, según sus propias palabras, un absoluto hombre de familia. "Entre nosotros no pasa un día en el que no nos abrazamos con ternura", indicó.

Desde hace más de 25 años está casado en segundas nupcias con la abogada Lisa Gottsegen, con quien tuvo cuatro hijos. Además, Hoffman tiene otras dos hijas del primer matrimonio.

Las últimas actuaciones de Hoffman incluyen Perfume: The Story of a Murderer (2006) y la comedia Stranger Than Fiction (2007). Pese a que no le dan siempre los papeles principales, el actor no desmerece ninguna de sus interpretaciones. "Estaba ante la decisión: hacerme un lifting o teñirme el pelo", relató. "En cambio decidí que no me importe la opinión de los demás".