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HOMENAJE

El artista que aprendió a ser inmortal

Hoy cumpliría 60 años el gran Gustavo Cerati. Fue líder de Soda Stereo y uno de los más importantes músicos y letristas que dio la Argentina. De Charly García al Flaco Spinetta, todos supieron reconocer al genio que ya es un clásico.

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Artista de exquisita sensibilidad, admirado e imitado, subió la vara del rock nacional y le abrió las puertas de América Latina con Soda Stereo. Hoy cumpliría 60 años. Sus letras y melodías están en la memoria. | Ilustración Pablo Temes

Miles de argentinos despiden a una de las leyendas del rock en español”. Eso decía el título de una nota publicada por El País, el diario más importante de España, para consignar lo ocurrido en el masivo velatorio de un músico extraordinario que hoy mismo hubiera cumplido 60 años. El 5 de septiembre de 2014 se terminó un largo calvario para él, su familia, sus amigos y sus fans más incondicionales: luego de cuatro años de permanecer en estado de coma (había sufrido un ataque isquémico en Venezuela, después de un show), un paro respiratorio provocó la muerte de Cerati y ahí mismo empezó a edificarse el mito.

Pero en realidad, de mito no hay tanto: Cerati fue un artista único e inmensamente popular. Su singularidad no fue en desmedro de su poder de fuego con el público. Vendió millones de discos, llenó muchos estadios y fue una influencia decisiva para un par de generaciones de músicos de América Latina.

No siempre fue así. Todos los que conocen la interna del rock argentino recuerdan la rivalidad entre los fans de Soda Stereo y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. O cierto desinterés por su obra que se hizo patente en algún momento de los años 2000 y que hoy quizás casi nadie recuerde. “Era un momento donde Gustavo era mal visto, un momento en el que dejó de ser cool y pasó a ser un personaje al cual no se le prestaba mucha atención en Buenos Aires. Fue entre los discos Bocanada (1999) y Siempre es hoy (2002), que a mí me parece la etapa más interesante de su carrera. En la Argentina la radio sonaba de otra manera: Los Redondos, Los Piojos, La Renga, Bersuit, rock barrial, más conservador sonoramente y con letras con un discurso más político”, explicó con claridad Juan Morris, autor de Cerati, la biografía, un buen libro dedicado al líder de Soda.  

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Eso cambió con el correr del tiempo, naturalmente. Hoy Cerati está en el panteón de los clásicos del rock argentino y los homenajes en cada aniversario se multiplican: en Rosario, habrá hoy una nueva edición de “CeraXti”, homenaje que se hace anualmente desde 2011, esta vez en El  Galpón de la Música; en Córdoba, la celebración –bautizada “Gustavo 60 años de Cerati”– será el sábado en el Quality Estadio de la capital provincial; y en Buenos Aires, habrá un homenaje mañana, lunes, en el Museo de la Ciudad (Defensa 187): se proyectarán videos de conciertos y clips de Cerati en el marco de la exposición Hubo un tiempo que fue hermoso...?

Es cierto que hay muchos casos de artistas populares que mantuvieron una ética de trabajo y una calidad difícil de discutir en toda su obra, pero también lo es que no son los más frecuentes. Con matices, de acuerdo al gusto de quien los escuche, todos los discos de Soda Stereo tienen vuelo. Pero Cerati logró además que su aventura musical fuera acompañada por mucha gente: con Soda hizo casi 1.500 conciertos en 97 países diferentes de América y Europa, vendió más de 20 millones de discos y trepó alto en varias encuestas con opiniones de especialistas dedicadas a valorar la rica historia del rock latino.

Esa etapa consagratoria y también la de su muy buena carrera solista, desarrollada entre 1998 y 2010, están bien reflejadas en el documental producido por Underground y National Geographic que se estrenó el año pasado y será emitido este domingo de 18 a 20 en esa señal de cable, con la chilena Javiera Mena como narradora y testimonios de la madre de Cerati, Lilian Clarke, su hermana Laura, sus hijos Benito y Lisa, y los músicos Zeta Bosio, Charly Alberti, Shakira, Leandro Fresco y Leo García, entre otros.

Julieta Venegas, la artista mexicana que condujo el otro documental de la serie Bios. Vidas que marcaron la tuya (dedicado a Charly García), es una admiradora confesa del creador de Fuerza natural: “Su música es importantísima en México. El primer show grande que yo hice fue como telonera de Soda Stereo en la gira de la reunión, ahí lo conocí. Yo sobre todo pienso en Gustavo en el escenario: una estrella, un tipo hermoso, compositor de canciones tan lindas. Se notaba que no había sombras en su manera de vivir la música. Siempre brilló en escena, y su voz marcó a una época. La combinación de ese enorme carisma con las grandes canciones que hacía explican su éxito. Era un rock star de verdad. Yo crecí escuchando música en inglés, pero cuando escuché a Soda en mis años del bachillerato dije: ‘¡¡¡¿Qué?!!! ¿Hay rock tan bueno cantado en español?’. Y cuando los vi sobre un escenario aluciné. No era un macho rockero, tenía algo andrógino, ambiguo que a mí me resultaba muy bonito. Ese era otro nivel especial que tenía él”.

El propio Charly García, poco adepto a regalar elogios, definió a Cerati como “un arquitecto del sonido” y señaló que las veces que tocaron juntos “fue una voladura de cerebro”.

Richard Coleman, un músico que fue su amigo, que compartió muchas veces escenario con Cerati (además de fundar y liderar Fricción, banda que Gustavo integró en 1986 con Fernando Samalea y Christian Basso) y que compuso con él una gran canción, Estoy azulado, para el disco de Soda Nada personal (1985), asegura que “a Gustavo se lo extraña; y mucho, para ser más exacto”. Más allá del afecto personal, en lo estrictamente artístico, Coleman tiene una opinión categórica sobre Cerati: “Siempre apuntaba a la perfección, aun sabiendo que eso es imposible. Pulía cada detalle hasta el final, trabajaba sus canciones como nadie. Yo no veo una continuidad en el rock argentino actual, en ese sentido. Gustavo estaba en otro nivel. Cuando armamos Fricción, a mediados de los 80, ensayábamos a las 10 de la mañana, con todo lo que eso implicaba para gente tan joven como nosotros en esa época. Más que una elección, era una necesidad, porque él tenía sus compromisos con Soda y yo con mis estudios en la facultad. Fue una experiencia hermosa, muy estimulante”, subraya el guitarrista, que acaba de incorporarse a la banda del ex Redondos Skay Beilinson.    

En 2011, un año antes de su fallecimiento, Luis Alberto Spinetta fue al sanatorio donde estaba internado Cerati y le dejó “al cuidado”, según él mismo declaró, una guitarra de su hijo mayor, Dante. “No soy el mismo tras visitar a este gigante dormido”, agregó el Flaco, cerrando un círculo virtuoso: el músico argentino que más admiraba Cerati rendía su personal homenaje a quien, era evidente, tenía como él pasta de clásico.

Video inédito de Cerati con Spinetta y Fito

Hace unas semanas empezó a circular un video hasta el momento desconocido con imágenes de un hermoso encuentro entre tres grandes figuras del rock: dos ya no están de cuerpo presente, pero sí en el corazón de muchos –Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta–, el restante es Fito Páez, invitado por el Flaco para cantar con el líder de Soda Stereo una emotiva versión de su tema Seguir viviendo sin tu amor. El material dura cerca de ocho minutos y fue filmado el 18 de julio de 1992, cuando Cerati tenía 33 años y acababa de editar con la banda que completaban Charly Alberti y Zeta Bosio el álbum Dynamo.  

Esa postal indeleble de la historia del rock argentino se gestó en el concierto Rock de Corazones Solidarios, al que asistieron unas cien mil personas. Fue el cierre del ExpreSida, la primera Exposición Internacional de Campañas de Prevención del SIDA, organizada por la Fundación Urbe. En un mes el video acumuló más de 254 mil reproducciones y cerca de 700 comentarios.

Arriba del escenario, aparte de ese trío de ases, estaban Zeta, Claudio Cardone, Jota Morelli, Javier Malosetti, el Mono Fontana y Guillermo Arrom.

En marzo de ese mismo año, Cerati empezaba a dar pistas concretas de sus intenciones de tomar nuevos rumbos: la prueba más contundente fue la edición de Colores santos, un excelente disco en sociedad con Daniel Melero que nunca llegó a ser presentado en vivo y en el que participaron como invitados Flavio Etcheto y Carola Bony. “Se dio de forma natural. Me parece que lo que se produjo en este disco en términos musicales entusiasmó mucho a Charly y a Zeta. Son los primeros fans de lo que pasó”, le contestó Cerati a Nicolás Repetto en una entrevista en vivo emitida por Canal 13, cuando el conductor quiso saber si el proyecto había despertado celos o inquietud en sus compañeros de Soda, que se terminaría disolviendo cinco años más tarde, en mayo del 97.