ESPECTACULOS
‘DOCTOR STRANGE’

El desafío no tan mágico de Marvel

La secuela de la película de 2016 se convierte en la primera película de Disney y sus superhéroes que tiene que demostrar algo: que su poderío en las salas va a la par del rumor que genera en las redes.

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Desafío. La nueva gran película de Marvel ya llega y plantea un enorme desafío para la compañía: necesita sí o sí superar la barrera de los mil millones en ganancias para ser un gran éxito. | gza. marvel

Spider-Man: Sin camino a casa generó la fiebre que realmente necesitaba el universo del cine mainstream. Más allá de las discusiones sobre la sobreabundancia de superhéroes y como esos “parques temáticos” pisan por sobre otros contenidos, lo cierto es la llegada del arácnido produjo la gran esperanza de la industria: una película que superó la siempre ansiada barrera de los mil millones de dólares de ganancia, y que incluso casi llega a los dos mil millones de dólares. Pero Spider-Man, película, saga y franquicia, es una propiedad de Sony, que la trabaja junto a Marvel. Y Marvel propiamente dicho no ha logrado una vida poderosa desde el final de su mega saga inicial, desde Avengers: Endgame, película rompe-records que acaba de cumplir tres años desde su estreno. El regreso de Marvel a las salas fue con Eternals, uno de sus primeros tropezones considerables (no solo a nivel financiero, si no a nivel carisma: los personajes no lograron el éxito que se creía podían lograr) y con Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos una película celebrada, sí, pero que globalmente apenas superó los 432 millones de dólares de recaudación. Si bien el modelo ha cambiado, considerando el éxito de Disney + y la reciente pisada sobre un rastrillo de Netflix (que generó un efecto dominó negativo nuevo en la era de las plataformas), lo cierto es que Disney y Marvel necesitan una película que sea un suceso araña, un tanque de Hollywood que supere los mil millones de recaudación y demuestre que las salas de cine, al menos para estos gigantes, todavía es algo. 

La apuesta. La gran apuesta llega este jueves y es Doctor Strange en el multiverso de la locura, y vendría siendo la secuela del éxito de 2016, que ganó 677 millones de dólares a nivel global (costando 165 millones). Pero no es solo la gran apuesta de Marvel, sino la gran apuesta de Disney. Red, de Pixar, fue derecho a las plataformas, a Disney +, en una jugada extraña. Encanto es un éxito en los oídos de todos, pero, por ejemplo, a nivel global Sing 2 hizo 395 millones de dólares y los Madrigal se alzaron con 253 millones. Entonces no es difícil leer como el retorno de Benedict Cumberbatch como Doctor Strange la gran esperanza de Disney para demostrar que el universo Marvel y sus producciones todavía reinan en pantalla. Y no son tiempos fáciles para semejantes títulos: la más reciente Batman se alzó con 759 millones en todo el mundo. Un número a celebrar pero lejos de ser un récord para la franquicia. La preguntas son muchas, pero básicamente hay una crucial: ¿se verá esta película como el primer “evento” Marvel desde ambas Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame? Lo que suena a duda geek es todo lo contrario: es entender si podrá la película dirigida por Sam Raimi abrir las puertas a nuevos (viejos) números que Marvel sabía conseguir en otras eras. Bajo la premisa del multiverso, se plantea la idea de muchos personajes cruzados, es decir, de muchas franquicias cruzadas. En esa premisa: ¿se podrá lograr el salto del 61% de ganancias que se generó en aquel entonces desde Capitán América y el soldado de invierno, segundo film del personaje de Chris Evans, a Capitán América: Civil War, que sumando personajes de Marvel presentó futuros sucesos como Black Panther y Spider-Man? Porque, y esa es la segunda parte de la duda, Marvel necesita que la gente se enamore de sus nuevos personajes en pantalla, que suelte el linaje de la primera camada de actores que interpretaron a sus personajes (nombres que hoy son todos realeza cool de Hollywood: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, por ejemplo). 

La duda. ¿Por qué ponerle presión a Doctor Strange en el multiverso de la locura? Pensemos en el peor/mejor escenario posible: la película apenas suma un porcentaje mayor que su primer film. Eso se ha dado en el universo Marvel. Por ejemplo: Ant-Man y La Avispa generó apenas 100 millones más (versus los 585 de la original). Sumemos factores nuevos: la pandemia, que Spider-Man pareció vencer, sigue latente en algunos espectadores a la hora de las salas. Otro factor más crucial: la pérdida de territorios, en países como, por supuesto, Rusia y, más complicado, el mercado chino, que era vital a la hora de aumentar masivamente las ganancias globales de una película. Y encima, la nueva Strange, ya ha sido prohibida en unos pocos territorios por tener un personaje abiertamente gay. Pero no es solo presión por ser un éxito, sino por pavimentar el camino a éxitos que no vienen siendo lo que eran. 

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Más allá del caso de Eternals y Shang-Chi, el otro film Marvel fue Black Widow, el que dió el raro primer paso en el nuevo mundo del cine. Terminó en en escándalo: sus 380 millones de ganancia global, y su salida por Disney + generaron una batalla legal entre Scarlet Johansson por las ganancias pérdidas, que en otro momento de la vida comercial de las salas podría tranquilamente haber llegado a los adorados mil millones. Eternals fue un fracaso de números y de críticas: apenas 400 millones (lo mismo que hizo Duna, pero la película de Warner claramente implicó el inicio de una franquicia y obtuvo nominaciones y victorias en los premios Oscar 2022) y a nivel doméstico vendió menos tickets incluso que algunos de los primeros films de la franquicia Marvel en el cine. 

Nadie duda que Doctor Strange en el multiverso de la locura tiene el potencial para sacudir las salas. Pero en un momento donde el cine ha cambiado radicalmente, donde la película evento es cada vez más importante para generar dinero (y aún así, nada esta asegurado), la apuesta de Marvel vuelve a ser grande. Marvel necesita ese empujón: puede ser que sus shows sean sensación en la redes, pero todavía es difícil disipar el encanto de los primeros personajes, que ninguno de los nuevos ha logrado capturar. Por ahora, la promesa de un cruce de universos pareciera alcanzar para elevar las expectativas por el aire, pero desde ahí, y eso lo sabe un superhéroe, es donde duele más la caída contra el suelo.

 

La maravilla de Raimi

Hay una hermosa película en el mundo de superhéroes: Spider-Man, de Sam Raimi. Fue Raimi quien en 2002 inició como nadie realmente antes (sí, hubo destello, pero este fue el big-bang) al superhéroe como lo soñaron sus páginas. Al menos en la edad moderna, y al menos, por supuesto, del lado de Marvel. Desde aquel Spider-Man, Raimi convirtió al superhéroe en la gallina de súper huevos de oro. Hoy, el famoso director, alguien dirá de culto, regresa a lo súper, jugando otra vez con el universo Marvel. Raimi ha asegurado en más de una entrevista, que Doctor Strange en el multiverso de la locura es más que una película Marvel, sino que será “la primera película de terror del universo Marvel”. Raimi es un experto en ambos géneros, y es la gran apuesta de Marvel por trabajar con un nombre ya establecido del género (algo que casi no venía haciendo y que salió más bien mal a la hora de directores personales como Edgar Wright). Otro detalle de color es que Raimi vuelve a trabajar en un personaje co-creado por Stan Lee junto a Steve Ditko. El último, dibujante excepcional a la hora de imágenes imposibles, ha sido siempre una pasión del director de El ejército de las tinieblas. ¿Será entonces Sam Raimi el responsable de revitalizar al superhéroe? ¿Volverá a filmar una Spider-Man como dice? Por ahora, solo preguntas sin respuestas.