Pero no estaban solos, porque a la escena se sumó Diego Maradona, el suegro del futbolista, y el no tan improvisado trío hizo estallar a las casi 1.200 personas (en su mayoría chicas) que gritaban y lloraban sin parar.
Desde un palco, al que subieron recién cuando el hall del teatro se vació, su novia Gianinna y Claudia Villafañe se turnaban para filmarlos. Impávida, la menor de las Maradona no se dejó amedrentar por el grito que subía desde la platea, ensordecedor: “Gisella, Gisella”, repetían las fans –algunas hasta disfrazadas de diablitas– en alusión a la ex del Kun.
Una de ellas, frente a los rumores de la posible paternidad del delantero, hasta se animó a la amenaza: “Si Gianinna está embarazada de él, la mato”. Sin embargo, la hija de Diego disfrutó junto a su madre mientras aplaudía y coreaba todos los temas.