La actriz Sarah Jessica Parker, reconocida por su protagonismo en Sexo en Nueva York, pasó un mal trago en el aeropuerto de Oslo, Noruega, luego de que una de sus asistentes fuera detenida por robar unos costosos anteojos de sol en un local de la terminal aérea.
El desafortunado hecho ocurrió el miércoles pasado por la mañana, y le costó a Parker unos 1400 dólares de multa para que la policía liberara a su asistente.
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