Seguimos hasta Semana Santa” dice del otro lado del teléfono, Fátima Florez. Habla de su espectáculo, y el de su familia, Fátima es camaleónica y su permanencia en el Teatro Holiday. Nada la define como esa alegría profesional en un instante donde muchos shows tuvieron que irse de Villa Carlos Paz y Mar del Plata. ¿Qué representa ese suceso, esos carteles de “Localidades agotadas” que suele colgar en un momento donde la palabra “éxito” no se escucha muy frecuentemente? Florez: “Representa mucho para mí. En principio, era una temporada atípica, un acertijo, una incógnita: no sabíamos qué iba a pasar. Imaginate que el año pasado hasta noviembre y diciembre no sabíamos si se podría abrir o no. Gracias a Dios sucedió”. Y, ella misma parte de una empresa familiar, explica: “Y digo gracias a Dios porque hay muchas familias detrás de cada show. No es solo uno que es la cara visible. No es solo mi éxito. Ni por asomo. Está buenísimo que se vuelva a generar la rueda de trabajo. Poder venir a Villa Carlos Paz, en medio de una temporada tan complicada, eso de por sí ya lo viví y es un éxito. Ya somos ganadores por el solo hecho de hacer esta patriada, gladiadores todos los que vinieron a hacer temporada. En nuestro caso, superó ampliamente las expectativas”.
Pero ¿había miedos al comienzo de la temporada más extraña jamás en la historia del verano? “Mi miedo tenía que ver con que no sabíamos si eso iba a pasar, si iba a durar, si íbamos a cerrar como en Europa. Yo soy una mujer de teatro y quería volver. Si hay que cerrar, cerraremos: nos quedaremos todo marzo, hasta Semana Santa, debido al éxito”.
—¿Qué creés que la gente encuentra en tu espectáculo y qué sentís que involucrás que lo hace responder de una forma tan ferviente, que incluso hoy es una anomalía?
—Creo que tiene que ver con una entrega que yo hago año a año, mía como persona, como artista. Yo doy mucho arriba del escenario, pero lo hago porque es lo que me gusta a mí. Me gusta hacer muchos personajes, cantar, bailar, hacer reír. Tiene que ver con eso. El público necesita divertirse, pasarla bien, cantar, reír, ir a un mundo de fantasía por un rato (que viene siendo este show). Se valora la entrega. No es solo poner el nombre y hacer cinco minutos sobre el escenario. Es poner el nombre y poner el cuerpo. Nunca repensé el show a la hora de pensarlo desde el aforo, fuera el 30% o el 50%. Nunca pensé en no ver la sala no tan llena. En no hacer el show por eso. Solo quería volver, tomar todas las medidas. Ir al teatro es seguro. Es lo mismo que ir a un supermercado. Se toman todas las medidas que hay que tomar, y se cuida mucho al público. Lo necesitamos y por eso lo cuidamos.
—¿Qué sentiste cuando viste la sala al 50% y volviste a pisar un escenario por primera vez en muchos meses?
—¿Vos sabes que nada? Se ve lleno. Y cuando la gente se para, se ve lleno total. Nunca sentí el teatro vacío. Siempre me sentí contenida. Las risas con barbijo se escuchan más fuertes que nunca. Tiene que ver con lo que necesitamos. El primer día, ahora que me preguntás, fue muy emocionante. Fue tremendo. Fue mucho, después de tantos meses, de casi un año. Todos querían salir de esta cosa que estamos. Nosotros los artistas con ese miedito del “¿podré?”, la inseguridad que todos tenemos en algún punto. Cuando encontramos la mirada del público, se pusieron vidriosos los ojitos de todos. Fue un aplauso tan grande que me puso la piel de gallina.
La broma crucial
—¿Pensás que la gente se ríe más en este momento de la clase política, considerando todo lo que ha pasado en los últimos años?
—No sé si más que en otro momento. Yo hago muchos famosos, del espectáculo, y también políticos. Pero más que nada creo que necesitan reírse de la actualidad, sea política o farándula. Lo que pasó en el día, o hace dos o tres días atrás, eso es algo que les gusta mucho. Es algo que funciona mucho cuando uno lo incorpora al improvisar en un show. Eso es lo que más tracciona a nivel risa, lo que hace que todos estallen en carcajadas. Y sí, no sé si es hacer justicia, tampoco tanto, pero siempre nos queremos reír un poco de los políticos, por todas las que ellos nos hicieron.
—¿Qué es lo que sentís tantos años después, habiendo pasado por la TV, por shows políticos, por shows megapopulares, por radio y más medios, a la hora de ver la respuesta de la gente a vos y tu propuesta?
—Te sigue reafirmando como artista, y eso es algo muy valioso. Tan valioso. Es algo que te sigue afirmando ese puente que uno tiene con el público, uno que fuimos construyendo juntos a lo largo de los años. Tenés que pensar que ya van a ser diez años con mi show, desde que comenzamos a hacer, en plena marquesina, con un show con mi nombre. Pasan las temporadas, incluso ésta, y se mantiene la fidelidad de los que estaban, se suman nuevos públicos. Hay crecimiento a la par. Creo que con esto, con lo que pasó esta temporada, me queda claro que cada vez la vara está más alta.