Ha pasado más de una década de su única visita a la Argentina. Pero para los que estuvieron aquella vez en Obras, el recuerdo perdura: los Beastie Boys dieron un concierto demoledor y así terminaron de fanatizar a sus seguidores, los mismos que seguramente se reencontrarán dentro de unos días con tres músicos que, al borde de los 40, mantienen la energía de siempre y al mismo tiempo persiguen objetivos artísticos más sofisticados.
“Nuestro nuevo disco será muy diferente al último. Vamos a sorprender. Estará listo el año próximo”, adelanta desde Nueva York Mike Diamond (Mike D), uno de los integrantes del trío de Brooklyn que completan Adam Yauch (MCA) y Adam Horovitz (Ad-Rock). En 1987, los Beastie Boys irrumpieron con un disco explosivo que cruzaba el rap más ardiente con furiosos riffs de heavy metal de una manera relativamente novedosa (el productor Rick Rubin ya había experimentado la misma fórmula de combustión con Run DMC). En apenas un mes y medio vendieron 750 mil copias de ese álbum debut, cuyos hits, Fight For Your Right y No Sep Hill Brooklyn, sonaron muchísimo en radios de todo el mundo. De ahí en más, la carrera de los Beastie Boys se fue desarrollando sostenidamente con la ambición como guía: ampliaron el abanico sonoro, incorporando hardcore puro y duro, jazz y ritmos latinos a un imaginario nutrido por las series policiales de los 70 y el budismo zen; fundaron su propio sello y lo cerraron cuando consideraron que les insumía demasiado esfuerzo y les otorgaba pocas gratificaciones; y finalmente resolvieron tomarse cada vez más tiempo para planear cada paso: en los últimos diez años, grabaron sólo dos discos Hello Nasty (1998) y To the 5 Boroughs (2004), y sus shows son cada vez más espaciados.
Los que vayan al Festival Bue, en el Club Ciudad de Buenos Aires, tendrán que valorar la oportunidad, entonces. Ojalá el concierto sea tan poderoso como aquel que para muchos argentinos sigue siendo inolvidable, aunque para Mike D sea una imagen poco nítida.
—¿Tienen recuerdos de su anterior show en Argentina?
Mike D: Debo ser franco: no me acuerdo mucho del concierto, pero sí de mi visita al país, de pasear por Buenos Aires. Es una ciudad hermosa, muy cool. Encontramos buena gente, fuimos a algunas tiendas, vimos algún partido de fútbol, nos tiraron globos con pis en la cancha (se ríe)...
—Te gusta mucho el básquet. ¿Sabés quién es Emanuel Ginóbili?
— M: Bueno, no es de mi equipo. Yo soy fan de New York Knicks. Sigo mucho el básquet por TV y he visto a Ginóbili... El es de Argentina, ¿no?
— Efectivamente, es argentino. Ustedes hablan siempre de su orgullo como neoyorquinos. ¿Sigue siendo la ciudad que era antes de los atentados a las Torres Gemelas?
— M: Es una ciudad en la que vale la pena vivir. Buenos Aires es una gran ciudad, pero Nueva York sigue siendo la mejor del mundo.
—¿Pero es el mismo lugar que antes de los atentados?
— M: No, eso está claro. Nada en Estados Unidos es lo mismo después de ese desastre, pero todavía estamos aquí, ¿sabes? Fue muy triste lo que pasó, pero los neoyorquinos tenemos que seguir viviendo.
—¿Cómo será el próximo show en Buenos Aires?
— M: No habrá temas nuevos. No haremos nada que no hayan escuchado antes. Tocaremos todos los hits. ¡Vayan y diviértanse!