ESPECTACULOS
‘LUIS MIGUEL LA SERIE’

El regreso del biopic más esperado

Después de suspender el rodaje en marzo de 2020, con protocolo mediante, llega el estreno de la segunda temporada de la esperada saga basada en la megaestrella mexicana. Habla Diego Boneta, productor y protagonista, y varios nombres del elenco, como César Bordón y Macarena Achaga, que interpreta a la hija del astro.

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Suceso. El actor mexicano regresa como columna vertebral del éxito latino de Netflix. | GZA. NETFLIX

Creo que es una combinación de cosas, pero lo que quisimos hacer con la serie fue humanizar a una persona que está tan endiosada como Luis Miguel”, así define Diego Boneta, el Luis Miguel ficcional, el suceso del programa de Netflix que volvió a plantar en el mapa a la estrella musical mexicana. El también productor, y celebridad tamaño XL gracias al suceso del biopic en cuestiónl, sigue: “Yo crecí escuchando su música, soy fan de su música. Nunca sentí que lo conocía, era más inalcanzable que otros artistas. Es una estrategia de relaciones públicas brillante. Quería que quienes lo conocieran y quienes no empatizaran con él, humizarlo, traducir la leyenda a lo humano. Ahí está nuestro Luis Miguel, el de detrás de bambalinas. El show aquí es la cereza del pastel, pero el corazón está en eso”.

Ahora llega la segunda temporada de Luis Miguel La serie, después de varios años y después de un rodaje interrumpido. Boneta sigue examinando el fenómeno, que generó una fascinación renovada en un astro que posee más de 40 años de oficio. El actor argentino César Bordón, que interpreta a Hugo López, el histórico manager del cantante, suma: “Creo que hay varias razones que definen al éxito de la primera temporada. Te puedo decir algunas. Una es que es sin dudas un personaje enigmativo y que es muy llamativo. Ser un enigma y tener millones y millones de fans no es algo que hace cualquiera. Ese es el punto número 1. El punto número 2 es que Luis Miguel haya contado de forma descarnada su intimidad. Pone todo a la olla, y más aquí en la segunda temporada. Es tremendo”. Sigue: “Por otra parte, la última clave, es la camadería del elenco. No es que solamente leemos una letra, y vemos cómo la interpretamos. Nos metimos mucho más en ‘decir’ con los personajes aquello que no dicen. Por ejemplo, ‘este señor llega y dice ‘buenos días’ pero no para de pensar en su madre desaparecida’. O ‘este señor se hace el bueno pero solo quiere robar plata’. Nos pusimos a trabajar, y charlamos las escenas horas y horas. Tenemos mucha investigación, tenemos backup, y eso, sin dudas, le ha brindado una calidad diferente y real al producto final”. 

Los nuevos actores. Se suma la pasión del actor Pablo Cruz Guerrero, que hace de Patricio Robles, el representante de la estrella, que dice: “Me considero tan enamorado de este proyecto que he perdido toda objetividad”. Difícil no empatizar considerando el real suceso y rebote en diferentes países de la serie. Boneta se suma, intentando hacer una radiografía del fenómeno: “Yo creo que nos podemos identificar con los gigantes, con nombres como Luis Miguel. Nos damos cuenta que son humanos como nosotros. Sienten lo mismo y meten la pata también. Vernos en ellos nos genera empatía para con nosotros mismos”. 

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Una de las incorporaciones cruciales es Macarena Achaga, que hará, en una de las dos líneas temporales que hacen a los episodios de la segunda temporada, a la hija de Luis Miguel. Michelle reflexiona: “Creo que es muy interesante como latinos rescatar cosas de nuestra cultura y enaltecerlas. Estamos más acostumbrados a consumir contenidos de afuera, que no son nuestros, que no son originales de América Latina. Justamente, contar algo que todos tuvimos tan cerca, que nuestros papás entienden, que conocemos gracias a referencias y que hasta yo he llegado a bailar en un lugar. Estamos impregnados de esta cultura y de esta historia. Todos nos sentimos parte. Sería genial que se puedan seguir contando historias de latinos”. 

¿Cómo ser entonces la leyenda? ¿Cómo interpretarla? Boneta: “Lo más importante es meterte en la cabeza de estas personas y entender las situaciones por las que pasan, las normales y las anormales. Al estar involucrado como productor, todo el proceso de preparación y de investigación fue crucial. Leer de su vida, de sus mamás, de sus papás, hasta de sus abuelos. Entender por qué es como es alguien hasta el día de hoy, sin olvidar su pasado. Hay que tener muy en claro qué representa en la cultura, en determinados puntos, y eso lo pude ver. Podés jugar con esa tensión entre lo que veían los demás, que yo recuerdo perfectamente, y lo que era puertas adentro”.

Las complicaciones. La principal complicación que tuvo lugar, por supuesto, tiene que ver con la suspensión del rodaje en marzo de 2020, y cómo se retomó, bajo protocolo, en septiembre del año pasado. Boneta: “Si ya de por sí es complicado filmar una serie, hacerlo en plena pandemia fue una locura. Tuvimos que cerrar producción en marzo y volver en septiembre del 2020. Pudimos darle la afinada de la afinada de la afinada. Fue increíble ver lo disciplinada y consciente que fue la producción de esto, y nos fue muy bien durante la pandemia. Estoy orgulloso de todos nosotros. Fue un trabajo de sangre, sudor y lágrimas. De parte de todos, de todos, eh. De eso me siento infinitamente orgulloso, y del crew también. Muchos de ellos vienen desde la primera temporada”. El actor Pablo Cruz Guerrero agrega:  “Teníamos que usar mascarillas todo el tiempo, y todo tipo de protectores, y estábamos separados. Había sí un momento mágico donde se gritaba ‘acción’ y parecía que el mundo prepandemia volvía”. A esa idea, Fernando Guallar, que hace Mauricio Ambrosi, director de Aries, la productora de Luis Miguel, suma: “Tuvimos que adaptarnos a la nueva realidad. Tuvimos que surfear entre todos para poder terminarlo. A mi me daba cierta pena, ya que antes había un contacto directo con el equipo y con los técnicos. Claro que eso es esencial, hay algo en este oficio de estar en contacto con el compañero, de la química que se genera detrás de cámara. Eso cambió, claro, pero estamos contentos de haber podido crear algo de lo que estamos orgullosos en plena pandemia”. Cierra Boneta, con una risa y también con sentimiento: “Deberíamos haber hecho una serie de cómo hicimos Luis Miguel La Serie”. 

 

Una vida distinta

Diego Boneta se ha convertido en el alma de un show que nadie, lo diga o no, pueden dejar de comprender como fenómeno gigante. Como actor y productor, encontró aquí lo que Hollywood no le ha negado pero tampoco supo entender. En Luis Miguel La serie, Boneta estableció su capacidad como cuentahistorias. Sostiene: “No fue fácil, ha existido mucho trabajo, mucha ayuda. Somos un equipo enorme, y que sabe funcionar. Yo quiero destacar eso. No es solo una persona. Hay gente, y gente que confía en el proyecto”. 

—¿Qué fue lo primero que te hizo querer actuar? 

—Yo creo que fue una combinación de películas. La primera que te puedo decir es Gladiador. Me acuerdo que la vi en el cine, y hasta la fecha es mi película preferida, y la vi a los 8 o 9 años. Me volvió loco. Moulin Rouge, también. Es un musical que me volvió loco, dije ‘quiero hacer eso’. 

—¿Qué pasa a la hora de recrear shows que por ejemplo tienen registro real?

—Horas de ver, y ver y ver conciertos. Ya una vez que tuvimos claros que años salían en la historia. Fue una investigación detallada en esos años. Gestos, entrevistas, ver qué conciertos estaban disponibles en ambas líneas de tiempo. Estudiar un determinado concierto a la perfección. Hacerlo lo más cercano posible, sin que se sienta una imitación. No es una imitación, es ponerte en los zapatos de la persona. Para mí era importante que estos dos Luis Miguel, de dos eras, se sintieran dos personajes distintos. Nunca me había tocado trabajar tanto con mi cuerpo, sobre todo con el Luis Miguel de los años 2000.