ESPECTACULOS
'Death Stranding'

El salto evolutivo de los videogames

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ORDEN. Hideo Kojima genera un juego a favor de la comunidad. | Sony

Death Stranding es el nuevo videogame, exclusivo para Sony, de Hideo Kojima. Esa oración puede decirles mucho a los fanáticos de Metal Gear Solid (o P.T.) y nada al neófito del mundo de los juegos, del gaming, de alta gama. Pero lo cierto es que si hay que barrer, y pronto, desconocimientos se podría decir así: Death Stranding es el nuevo juego de diseño, es decir, y exploración a campo abierto con marcas de estilo de su creador, evidentes y no mechadas troyanamente, de un autor, de los cuales hay varios en el medio, y que ha costado miles de millones de dólares. Llegó para una parte enorme del planeta con la misma ansiedad que se viven Game of Thrones, El irlandés o el nuevo tráiler de Marvel (bueno, al menos para quienes disfrutan los modos complejos y reflexivos de Kojima de ser cool, un poco predicador de humanismo y un creador visual poderoso –aunque un poco empantanado en ciertos clichés–).

¿Por qué entonces destacar en los cientos de lanzamientos anuales a Death Stranding? Porque Kojima busca evolucionar el medio, y busca hacerlo desactivando tics como la violencia en exceso o la idea de una agresión latente para generar vínculos (de Fortnite a Grand Thef Auto, pasando por lo que gusten). Claro que hay un sentido un poco ciruelo en esto, en ese negar la violencia más básica para generar un juego que implica mayormente caminar en terrenos peligrosos, construir, perderse en monstruos viscosos y generar senderos (literalmente) para abrir una comunidad. Pero lo cierto es que fuera de ese dedito acusador, Kojima genera un juego único. Es una experiencia con más de cincuenta horas de juego, que se vive como una mezcla extraña entre una película (música incidental destacada en la misma pantalla de juego) y una travesía (es fácil sentir que algo salió mal, pero de repente, por su dinámica y su poder físico, el juego comienza a crecer en aquellos que comprenden su forma de moverse y de ser entretenido). Kojima ha generado un juego que él considera reactivo al avance de la derecha política y de la segregación racial, y el resultado, aunque a veces soso y otras inolvidable, es un videogame como nunca antes existió otro.