La temporada lírica 2018 del Teatro Colón se abre el 13 de marzo con una peculiaridad: la ópera del compositor contemporáneo, Péter Eövös, nacido en territorio antiguamente húngaro, actualmente rumano. Se trata de Tres hermanas, basada en la obra homónima de Antón Chéjov. La complejidad del vínculo ente las tres protagonistas amerita la presencia de un director teatral. Precisamente es Rubén Szuchmacher –con experiencia en la ópera, en teatros como el Colón, el Argentino de La Plata y el Avenida– el responsable de la régie.
Por su parte, cada una de las sufridas hermanas será interpretada por tres cantantes oriundas de Europa Central y Europa del Este. La soprano Elvira Hasanagic nació en Liubliana (Eslovenia) pero vive en Alemania, donde también reside la mezzosoprano Anna Lapkovskaja, de Minsk (Bielorrusia). Y la mezzosoprano Jovita Vaskeviciute es de Lituania. Las tres, también, cantan por primera vez no solo en la Argentina, sino en toda América Latina, aunque Vaskeviciute tiene un indirecto contacto con nuestro continente: “Mi carrera se llenó de oportunidades, a partir de que, en el Teatro de Opera y Ballet de Lituania, canté por primera vez en Love and other demons [basada en la novela de Gabriel García Márquez, Del amor y otros demonios], precisamente del compositor Péter Eötvös, donde yo hacía el papel de Dominga de Adviento”.
—¿En qué teatros del mundo han cantado?
ELVIRA HASANAGIC: En la Staatsoper Berlin, en la Deutsche Oper Berlin, en teatros de Munich, en el Chicago Festival, y en la mayoría de las casas de ópera en Alemania.
ANNA LAPKOVKAJA: [También] en la Staatsoper Berlin, en el Bavarian State Opera en Munich, en el Teatro alla Scala [de Milán], en el Royal Albert Hall en Londres… Trabajé mucho con Daniel Barenboim: mi próximo concierto con él será a fin de este mes en la Philharmonie Berlin, donde haremos un concierto de Debussy.
JOVITA VASKEVICIUTE: En la Cologne Opera (Alemania), en la Opera Nacional del Rin (Francia), en la Opera Estatal de Hungría, en el Teatro Maestranza (España), en el Festival Macao (China).
—El Teatro Colón está siendo utilizado para cantantes de pop, rock, ritmos latinos, DJ’s de música electrónica, a veces rentando el espacio. ¿Esto sucede en los teatros donde ustedes han actuado? ¿Qué opinión les merece?
H: Eso no sucede allí. Para conciertos de pop, hay otros espacios. Los teatros líricos son exclusivos para ópera, conciertos filarmónicos, música clásica; extraordinariamente, para operetas. Recitales de pop, no, de ninguna manera. Las diferentes emociones de la música clásica llegan a todas partes del mundo, sin importar nacionalidad, color de piel, idioma… El idioma de la música es único y universal. Tiene una diferencia muy clara, con respecto al pop o el rock: el espacio. La música clásica está concebida para un espacio donde no hay ningún micrófono, nada que eleve el sonido. Los instrumentos y la voz humana pueden ser suficientemente oídos, en su manera original, sin nada extra. La exquisita acústica del Teatro Colón se asienta sobre los conocimientos para construir un edificio semejante, que son conocimientos no solo de arquitectura, sino también, de física. Semejante acústica, únicamente unos pocos teatros en el mundo la tienen. Se le debe dar a este espacio un tratamiento especial para enfatizar lo que es y decir: “Vean, tenemos esta acústica, mostremos a la gente que esto es único”.
L: A mí me gustan distintos tipos de música, pero [experiencias como las que mencionaste en la pregunta] no son algo común en Alemania. En los teatros de ópera, no he visto algo así. No sé cuál es la razón para iniciar esto en la Argentina, por lo que no puedo decir mucho más.
V: Pienso que cada cosa tiene su tiempo y su lugar. Si al público le gustan esos shows, está muy bien. [Pero] los cantantes de ópera tienen una gran ventaja: poder cantar sin micrófono en esos lugares especiales que hay en el mundo. Si yo tuviera que elegir a los artistas [antes] mencionados, me encantaría escucharlos en otros espacios que no sean una ópera.
Tres voces para Chejov
—¿Cómo son los personajes en “Tres hermanas”, ópera de compositor contemporáneo?
ELVIRA HASANAGIC: Se trata de tres hermanas que no tienen a sus padres; ellas son lo único que tienen para ellas mismas. Pero son totalmente diferentes. Yo seré Irina, la más joven y quien más desea una vida diferente a la que le fue elegida. Ellas debieron dejar Moscú siendo muy pequeñas. Irina siempre quiere regresar allí. Se siente muy sola, es muy introvertida. No le importa el amor, no le gusta su trabajo. No siente ninguna felicidad en su vida. El recuerdo de Moscú es el único lugar de felicidad que encuentra en su cabeza, lo único que la rescata de no caer en la depresión.
ANNA LAPKOVSKAJA: Masha, mi personaje, es una mujer muy inteligente e independiente. Para ella, que fue casada muy joven, la vida es aburrida. Pero las tres tienen en común cierta esperanza de entender algún día de qué se trata la vida. Masha es la más afortunada, porque experimenta el verdadero amor con su amante. El personaje tiene muchas coloraturas de voz: me permite hablar, gritar, dar muchas emociones diferentes. La música es muy interesante, difícil de aprender, muy rítmica.
JOVITA VASKEVICIUTE: Voy a hacer el papel de Olga, quien siente una responsabilidad tremenda por su familia. Olga es como una madre para sus hermanas. Quiere ser feliz y que lo sean sus hermanas.