Desde el año 2016 Laura Azcurra y Mariana Astutti están presentando una creación de la que son intérpretes, creadoras y también directoras: Salir del ruedo. Allí invocan al mundo flamenco todos los miércoles a las 20.30 en el Teatro Picadilly. En este reportaje relata su vínculo con la música y la danza española, también la repercusión de su personaje –Mercedes Taylor– en Go! Vive a tu manera que emite Netflix y anticipa su papel en Hello Dolly! para este verano teatral. También explica lo que significa en su vida el colectivo que integra de Actrices Argentinas. (Recuadro).
—¿Cómo se inicia tu pasión por el flamenco?
—En mi casa se escuchaba Lola Flores y Paco de Lucía, su teatralidad siempre me atrajo. Mi pasión empieza cuando tomo clases a finales de 1998. Grababa Campeones en Pol-ka y una productora tomaba clases muy cerca. Tomé clases con Faby Pouso: mi maestra de flamenco y de la vida. Llegó un momento que sentí que ese formato tradicional del flamenco ya no me representaba. Su forma ortodoxa con músicos en vivo y letras con una dramaturgia que ya no corresponde a los tiempos contemporáneos. La bailaora suele estar bastante explotada, y son los músicos los que más ganan.
—Es un espectáculo flamenco sin lunares, sin castañuelas…
—Fue una decisión…reconstruir y armar un flamenco moderno en esta latitud. Desde el título Salir del ruedo anunciamos nuestra búsqueda, alejarnos de un concepto global, dejar la competencia, la pelea o abandonar el mandato, la etiqueta. Las dos planteamos que no somos españolas, ni gitanas, pero corre por nuestras venas sangre hispana por ser nietas de inmigrantes. Somos de Villa Ortúzar y Villa Crespo, nos propusimos trasmitir lo nuestro, sin ser de Triana, ni de Sevilla. Quisimos alejarnos de los volados, de los flecos y de los lunares. Para eso convocamos a dos diseñadores argentinos –Matías Begni y Julio César– y todo es nacional, desde el cuero, los zapatos y hasta las telas. Quisimos mantener los colores: el rojo, el negro y el blanco.
—¿Durante cuánto tiempo compartiste este espectáculo con “Toc-Toc”?
—En Toc-Toc estuve seis temporadas. Fue una maravilla hermosa, pero el año que viene no estaré… el único de los históricos que seguirá en el 2020 es Daniel Casablanca. Fui parte de la comedia más vista del teatro argentino. Estoy honrada de haber integrado ese proyecto, pero quise seguir mi rumbo. Por eso creé Salir del ruedo con Mariana (Astutti) y desde enero integraré el elenco de Hello Dolly!
—¿Qué podés anticipar?
—Estrenaremos el 8 de enero en el Teatro Opera. Empiezo a ensayar con Arturo Puig como director, Lucía Galán y Antonio Grimau como protagonistas, en el elenco estarán Darío Lopilato, Agustín Sullivan y Carla del Huerto. La acción transcurre en 1890 y haré de Minnie Fay, la asistente. Es un clásico de todos los tiempos. Las coreografías serán de Elizabeth de Chapeaurouge, la parte musical a cargo de Angel Mahler, quien también produce junto a Leo Cifelli.
—¿Y en televisión qué es lo que se viene?
—Se está emitiendo Go! Vive a tu manera en Netflix. Se ve en 190 países y muestra el mundo adolescente. Siento que solo Underground en la televisión abierta hacen vanguardia y están un paso adelante del resto. Es lo que evidencia Pequeña Victoria con mucha responsabilidad al exponer otra realidad de nuestra sociedad.
—¿Pensaste en participar en política?
—No, en la medida que un político cobre más que un maestro o un médico no voy a creer. Mientras un bombero no tenga sueldo y un diputado sí. Si mandan a sus hijos a escuelas privadas, no usan los hospitales públicos, ni toman un subte o un colectivo: ¿qué conocen de nuestra realidad?
“Debemos tener los mismos sueldos”
Laura Azcurra llega a la entrevista con un pañuelo verde en su muñeca y es conocida su participación en el colectivo Actrices Argentinas. “Trabajo en varias comisiones –aclara– sobre todo, en la de prensa y en redes. Somos un grupo de mujeres autoconvocadas, fue espontáneo. No hay banderas políticas, tenemos compañeras que militan en algún partido, por eso podemos decir que lo nuestro es multipartidario. Somos muchas, doscientas en la Ciudad de Buenos Aires. Todo el tiempo nos repensamos. No hay líderes, es una asamblea, se vota todo. Estamos aprendiendo en el camino, con humildad. No queremos replicar formas contra las que estamos luchando, no queremos ser patriarcales, ni verticalistas, ni violentas: actitudes que pertenecen a otro sistema que no queremos. Este momento particularmente es incómodo, porque se mueven estructuras, que antiguamente estaban fijas”.
“Es un momento incómodo porque debemos reaprender a comunicarnos. También los hombres fueron víctimas del patriarcado y desde este enorme movimiento de mujeres los abrazamos, porque quieren un cambio de paradigma. Hay otros colectivos de actrices no solo en Brasil, sino también en Chile. Esto tiene que ver con los derechos humanos, no es una moda, ni somos locas que queremos la libertad de nuestros cuerpos y estar desnudas. Está bien la que quiera expresarse así. Para encontrar el equilibrio tal vez la balanza hoy se incline desprolijamente. Debemos tener los mismos derechos, incluso en los sueldos”.