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Entrevista

Carlos Vives: “En una época nadie me invitaba a cantar”

El cantante colombiano habla de la moda de los duetos, y confiesa que en su país lo veían como un artista nacional y a Shakira internacional.

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Alegría. Carlos Vives, de 56 años, es el máximo referente del sonido caribeño vallenato. | TURNER

Carlos Vives admite estar en modo fútbol. El cantante trae pasión por la redonda en su ADN por haber nacido hace 56 años en Santa Marta, tal vez la tierra más rítmica y futbolera de Colombia, que vio nacer al vallenato y a su mayor ídolo futbolístico: Carlos “el Pibe” Valderrama. Y dicha postura toma mayor estado puro por la cercanía con el Mundial de Rusia, donde Colombia sueña con llegar lejos, y lo inspira musicalmente. “Me encierro en casa y me pongo a escribir y componer. Me hace bien esta etapa”, cuenta el hombre con domicilio en Bogotá. “Si bien puedo hacer música urbana, lo que se escucha y consume hoy, pero yo soy de una escuela romántica, vengo del bolero, de la balada y el vallenato”, responde Vives a PERFIL previo a la presentación en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en febrero pasado.

Vives, que arribará a la Argentina este mes para grabar una participación en el reality Talento Fox con Lali Espósito, Diego Torres y Wisin, es uno de los artistas que componen Sandro duetos, el disco-homenaje a Roberto Sánchez en el que canta Una muchacha y una guitarra con “el Gitano”. “Fue una experiencia increíble. Cuando era muy niño recuerdo el furor que provocaba Sandro en mi ciudad por lo que haber sido invitado por Sony para grabar con él fue muy especial. Recuerdo al ponerme los audífonos y escuchar la respiración de Sandro, porque se utilizó la misma cinta cruda que él grabó, y fue vivir aquel momento que él mismo la grabó. Nunca imaginé que iba a cantar con Sandro”.

Actualmente, Colombia es la usina de grandes embajadores de su música con Vives, Shakira, Juanes, J Balvin y el exitoso Maluma. “Mi país siempre fue una potencia musical antes que nosotros, tiene que ver con su riqueza de diversidad, somos varios países en uno solo, tenemos cumbia, vallenatos, joropos. Y en los últimos años llegaron nuevos sonidos de Medellín, lo que trajo una generación de músicos urbanos muy buenos como J Balvin. Pero para mi gusto hay sonidos mejores, de sectores olvidados del Pacífico, como los Chocquibtown o hip-hop de origen afro”.

Con La bicicleta, canción a dúo con Shakira, Vives alcanzó los 1.150 millones de reproducciones en YouTube. “En mi país decían que Shakira y yo éramos pioneros de un nuevo movimiento, pero a ella la veían como a una artista internacional y a mí como uno nacional, entonces que ella decidiera grabar La bicicleta, que es un vallenato, cuando muchos decían que nunca iba a hacer un vallenato, fue pura felicidad. Siento que al fin y al cabo la música contemporánea y moderna se alimenta de patrones muy antiguos”, responde.

El sencillo Robarte un beso, en compañía de Sebastián Yatra, acumula 726 millones de vistas. “Nunca pienso con quién voy a hacer duetos. Siempre estuve apartado de las colaboraciones, en una época nadie me invitaba a cantar, porque yo hacía folklore, antes me veían como un loco. Mi primera propuesta vino de Brasil, de un mercado que no sonamos, porque Michel Teló me escuchaba de chico y quería cantar conmigo. Me gusta que se den naturalmente y no por una estrategia de mercadeo”, cuenta.

—¿No hay desconfianza ante un mercado musical que impone duetos y tríos entre artistas de diferentes estilos y nacionalidades?

—Sí, es cierto que hay cosas que impone la industria, pero al final creo que está todo bien cuando uno vaya con cariño y esas fusiones se dan de manera espontánea. No dejo de sentarme a escribir solo mis canciones, a pensar en el camino que tomé hace veintitantos años. Va a ser difícil que todo se haga en compañía, el arte, la música, es un camino muy personal.

La grieta latina

Carlos Vives da su mirada sobre la inmigración de ciudadanos venezolanos a su país. “En los años 60 y 70 el sueño americano de muchos humildes de mi país era irse a trabajar a Venezuela. Creo que éramos el mismo pueblo que se dividió con una frontera. Cuando hoy en mi tierra lo critican, digo: “No, son nuestros hermanos, hay que recibirlos y apoyarlos. En mi barrio conocí a un señor que montó una lavandería, y decidí que los manteles de mi restaurante se lavaran en su comercio”.

—¿Cómo está política, social y económicamente tu país, Colombia?

—No somos ajenos a la polarización en Latinoamérica, entre la izquierda y la derecha, la Guerra Fría no ha terminado. En lo económico creo que podríamos estar mejor, y en lo social todavía tenemos muchas deudas. Son tiempos de elecciones en mi país y siento que al final todos los presidentes nos salen debiendo a la sociedad.

*Invitado por Turner a Viña del Mar.