James Mc Nulty, investigador de la Universidad de Tennessee presentó recientemente un informe que señala que las mujeres bonitas eligen a los hombres feos porque “ las parejas así funcionan mejor”.
Cierto o no, en el mundo del espectáculo son cada vez más las mujeres que encuentran a su príncipe azul en hombres que distan bastante de los parámetros de belleza tradicionales, o para decirlo sin eufemismos, son considerados "feos".
El primero de los ejemplos echa por tierra esa parte del enunciado de Mc Nulty que asegura que la pareja conformada por una mujer bonita y un hombre feo está destinada a funcionar mejor. Luego de dejar plantado en el altar a Keafer Sutherland y huir con su amigo, Jason Patric, la bellísima Julia Roberts se casó con el extravagante cantante Lyle Lovett.
Por supuesto que el romance no prosperó. Hoy la actriz está casada con el camarógrafo Daniel Moder, mucho más agraciado que Lovett y ha formado con él una nueva familia.
En 1993, el mismo año en el que Roberts se casaba por primera vez, la supermodelo alemana Claudia Scheffer -considerada en ese entonces la mujer más linda del mundo- oficializaba su relación con el no especificamente bello mago David Copperfield. La relación tampoco prosperó.
Más de una década después, la ecuación "hombre feo-mujer bonita" parece haberse puesto de moda. Siguiendo los pasos de su compatriota, la modelo Heidi Klum está en pareja desde 2004 con uno de los hombres más feos de la industria musical, Seal.
Otro ejemplo, que sorprendió a todo el mundo, es la relación que surgió sorpresivamente entre el primer mandatario francés, Nicolás Sarkozy, y la cantante y ex modelo Carla Bruni. El romance, por el que nadie apostaba, se transformó en una relación formal, con casamiento y proyecto de familia incluido.
En la escena local son tantos los ejemplos de relaciones que funcionaron como los que no. La bella Denise Dumas y el simpático –pero feo- Martín "Campi" Campilongo están felizmente casados y formaron una familia, al parecer, envidiable. El Turco Naim y Emilia Attías son otro ejemplo –indiscutible- de belleza y fealdad bien conjugadas.
Pero, sin dudas, uno de los casos que más sorprendió a los argentinos –y a los chilenos- en los últimos tiempos fue el de la conductora y ex Miss Universo Cecilia Bolocco y el caudillo de Anillaco, Carlos Menem.
Al igual que ocurrió con Bruni y Sarkozy, muy pocos apostaban a que esa relación prosperase. Y, en este caso, lo bien que hicieron. En medio de un escándalo que incluyó fotos comprometedoras y declaraciones cruzadas, la pareja confirmó el año pasado que ya ni siquiera se saludaba.