En Tu cara me suena trabajan setenta personas entre productores, cámaras, técnicos, coreógrafos, artistas, vestuaristas y maquilladoras que preparan cada semana todo lo que necesite cada uno de los famosos para que su imitación sea lo más parecido al ídolo/ídola real y acompañarlo con una escenografía acorde. Los días de grabación por lo general son los lunes o miércoles en el Estudio Mayor de Endemol, sobre la calle Cabrera. Las grabaciones pueden durar hasta doce horas.
El formato, que es éxito en el mundo, tuvo este miércoles en la grabación a Luisana Lopilato de invitada en el jurado. Se la verá mañana por Telefe. Y la actriz Leticia Bredice, una de las estrellas del programa, imitó a John Lennon, y... “por más que me hayan puesto nota baja, lo disfruto. Canté Stand by me, una canción que hace muchos años Charly García me ordenó: ‘Tenés que aprender este tema’”. Debido al éxito que logra en el reality donde imitó a Madonna y Tita Merello, entre otras, eligió quedarse en Endemol y no hacer la tira de Adrián Suar Los ricos no piden permiso, junto a Luciano Castro, Gonzalo Heredia y Araceli González, y fue reemplazada por Sabrina Garciarena. “En todo el mundo, es un programa dificilísimo. Como actor no se hace eso de hacer algo diferente cada semana, lograr esto sin llegar a hacer algo trillado es muy difícil. En casa lo podemos hacer todos, pero en televisión es muy complicado. Si me dan una devolución muy baja, no me preocupa porque siento que es tan complicado que gracias que lo pude hacer”, afirma Bredice a PERFIL. Y agrega: “Con John me trataron muy mal los chicos (ríe). Hacer a un artista como Lennon es muy complicado. Hacer a alguien que viene de afuera, que no está vivo, hace que me pregunte: ¿qué hago?, ¿qué diría si viviera?”. Por su parte, Flavio Mendoza hizo de uno de los Loco Mía con un espectáculo fiel a su estilo “stravagante”. El coreógrafo y productor se desvinculó de Ariel Diwan y se convirtió en el único dueño de Stravaganza, espectáculo que llevará a China en abril de 2016.
Pero la frutilla del programa es la participación especial de Luisana Lopilato en el jurado. “Me trataron súper bien. Trabajar con Marley y todos los demás está buenísimo. Son amigos ya... Extraño mucho la tele de acá, igual tengo conectada mi tele argentina en Canadá. Tu cara me suena lo vi poquito, sobre todo cuando vengo acá. El problema es dar con los horarios cuando estoy afuera. Ahora voy a quedarme hasta noviembre, así que voy a aprovechar”, responde Lopilato a PERFIL. La esposa de Bublé se divirtió con la imitación a su marido, Michael Bublé, a cargo de Matías Mayer. “Me gustó. El chico –por Mayer– es muy talentoso, canta muy bien. Para mí no tenía ningún parecido, pero me gustó igual”, dice, sincera, la actriz embarazada de seis meses, y agrega que el canadiense es un jurado “más amoroso y muy positivo” en The Voice de Canadá. “Estuvo buenísimo que venga Lu, hicimos chistes sobre nuestro pasado en Rebelde Way, en las giras, con Feli (Colimbo). Estuvimos en el camarín charlando, comiendo algo con ella y sus padres, que la acompañaron”, cuenta Benjamín Rojas.
La producción, liderada por Raúl “Ruso” Slonimsky, está conformada por veinte personas, eligen los artistas a imitar y luego, en base a su criterio, se los pasan a los famosos para que preparen la performance. “Tratamos de que esté balanceado entre internacional y habla hispana y que sean temas que tengan explosión en el público”, dice Slonimsky y agrega que buscan audiencia en todos los targets: “Pensamos temas para chicos, adolescentes y personas grandes”. Cuando quieren una figura, insisten. Bredice rechazó en dos ocasiones ser parte del elenco de Tu cara me suena, hasta que dio el sí: “Como actriz, no creo que haya que tener un estilo. En tiempos donde cambia todo, también tiene que cambiar la cabeza de un actor. Yo pensé que iba a ser Juliette Lewis o Wynona Ryder, y no. El argentino es muy conservador. Acá todavía existen los parámetros de si sos del San Martín o de la televisión”.
Los famosos ensayan dos veces por semana con el coach de canto, Sebastián Mellino, con la de baile, Vanesa García Millán, y con el de imitaciones, Miguel Angel Cherutti. Luego ensayan en el set y prueban luces y escenografia, y finalizan con una pasada general el mismo día de la grabación. “El artista se pasa en el estudio desde las siete de la mañana hasta las siete de la tarde”, dice Slonimsky. Claro, los famosos llegan temprano para que les puedan aplicar las máscaras o prótesis. El proceso de transformación es realizado por Andrés Parrilla: “Antes de iniciar la temporada tomo los moldes, y de ahí trabajamos con eso. Cada semana recibo los pedidos y hacemos las máscaras o prótesis de látex en mi estudio de San Isidro”. Parrilla trabaja con yeso, látex, masilla, plastilina y maquillaje especial acompañado por un equipo de siete personas. “Lo ideal es hacer una máscara cada tres o cuatro días, pero es imposible porque nos corren con el tiempo de aire y hacemos una más cara en poco más de un día”.
Durante este ciclo ya pasaron 43 invitados. “Sabíamos que Luisana (Lopilato) iba a estar acá por un tiempo y la convocamos para que esté”, dice el director artístico de Endemol, y se diferencia de las imitaciones de ShowMatch: “Acá son personas que no son imitadores, para hacerlo bien y con buena onda, y es la clave”, y confiesa que no invitaron a políticos porque “no nos interesa, por el formato”. “Es un programa maravilloso, me divierto mucho. Me permití hacer a Tita (Merello) y sin dudas que en una novela nunca lo hubiera podido hacer”, suma Bredice.
El sector maquillaje y vestuario trabaja contra el reloj. Reciben los videos que deben ver en YouTube y empezar a trabajar. Andy Sanzo, jefa del sector maquillajes y peinados, cuenta que el equipo son diez personas “para trabajar de a cinco en simultáneo el día de grabación ya que, depende del personaje, nos puede llevar de cuarenta minutos a dos horas”. Las pelucas con pelo natural son prestadas “por mi amigo Miguel Romano y el maquillaje es importado de Alemania”. Charlie Braile, jefe de vestuarios, dirige a cinco personas que salen a buscar zapatos y telas por Buenos Aires. “Tenemos un presupuesto y amortizo lo que hicimos en otras temporadas, es todo tan caro, y con la inflación no se puede, quizás el vestido de Celia Cruz lo convertí en uno de Rihanna. Voy reciclando”, afirma Braile, quien revela que a las telas las compra “en tiendas de Once, sobre la calle Lavalle” y que los invitados se llevan su propio vestuario. Jesica Cirio usa sus zapatos, que le da Ricky Sarkany”
Colaboración: Alfredo Mera.