ESPECTACULOS
Florencia Peña

“La televisión abierta actual no es la que conocimos”

La actriz, cantante, empresaria y conductora volvió a la televisión con un nuevo magazine por Telefe. Habla sobre la caída de Casados con hijos y cuenta cómo se reinventa continuamente.

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Voz. La actriz, creadora y conductora ha logrado crear su propio mundo y sus reglas. | gza. telefe / cedoc

Florencia Peña empezó el año sobre el escenario del Liceo, continuando con la temporada de Cabaret, junto a Mike Amigorena, con dirección de Claudio Tolcachir. En febrero reemplazó a la conductora de Cortá por Lozano y las vueltas de la vida y de esta pandemia hicieron que no pudiera volver al teatro, por eso aceptó ponerse al frente de un nuevo magazine.

Desde el lunes 9 a las 11.30 por Telefe conduce el programa Flor de Equipo. No está sola en el piso, la acompañan Marcelo Polino con información sobre Masterchef Celebrity, el humor lo aportan Campi con su personaje Jorge y Jorgelina Aruzzi con Jacky. Se suman Nancy Pazos con información general, Paulo Kablan con temas policiales y Karina Gao con recetas culinarias.

Para muchos sigue siendo Moni Argento, una de las protagonistas de Casados con hijos, pero Florencia Peña demuestra en cada instante su faceta de actriz (su estreno de la película La panelista), cantante, conductora y ahora también empresaria. Desde muy joven ocupa un lugar en nuestro mundo del espectáculo, trabajó y encontró continuidad en el cine, en la televisión y en el teatro, espacio que según sus propias palabras es el que prefiere.

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Desde hace siete años está en pareja con el empresario salteño Ramiro Ponce de León y esta pandemia paralizó los viajes y ambos tomaron la decisión de compartir el mismo techo. No le teme a la picazón del séptimo año por eso reflexiona y asegura: “Somos muy intensos, no le tememos a tener que cambiar. Todo lo conversamos”.

—Esta nueva propuesta de conducir ¿creés que se relaciona con tu reemplazo?

—Creo que sí. Me parece que yo me sentí muy cómoda en ese formato que desconocía. Había hecho conducción con juegos o como fue Cantaniño, ni hablar de todos los programas que había conducido junto a Marley, pero nunca antes había estado frente a un magazine con temas ríspidos, entrevistas y más color. Desconocía en mí todos esos matices que tiene este formato y el canal también. Cuando lo descubrí me dije: “¡qué interesante!” y se ve que a Telefe le pasó algo parecido. Cuando terminé el reemplazo de Verónica Lozano nos dimos la mano porque ya tenía un año programado con Cabaret, después la versión teatral de Casados con hijos y una película. Pero con la pandemia todo se diluyó. Más tarde llegó la muerte de mi padre (abril) y mi partida del “Bailando” (junio) porque sentí que quería dejar de hacer algunas cosas… hasta que llegó esta nueva propuesta. La vivo como atractiva.

—Por el horario el programa acortará a dos ficciones extranjeras (“Alas rotas” de Turquía y “Avenida Brasil”. ¿Qué sentís?

—Bienvenido si es así. No lo había pensado. Siento que la televisión abierta actual no es la que conocimos. Empecé a trabajar a los siete años, después viví la época dorada con muchas ficciones para los actores, como Casados con hijos o La niñera. También había propuestas para los conductores. En estos momentos necesitamos que todos los que se dedican a la comunicación tengan trabajo. Ojalá ésta sea una buena manera de reemplazar latas que no son nuestras.

—¿Las artes es una de las áreas más afectadas?

—Lamentablemente nos hemos tenido que adaptar todos a este nuevo mundo, que no es sólo un problema argentino. De alguna manera nos puso en jaque lo que hasta ahora habíamos vivido. Siento que algunas cosas no volverán a ser como antes. Nos tuvimos que reinventar. Los actores buscamos nuevas maneras de comunicarnos y relacionarnos, como la vía del streaming. No es el teatro, no es la ficción, pero es una nueva manera de llegar. Soy de las que piensan que no podemos quedarnos quejándonos, la realidad es la realidad. Podemos lamentarnos por horas, pero eso no la va a modificar. Los intérpretes ya veníamos pasando un momento muy complejo. Nos agarró la pandemia con pocas ficciones, con pocas producciones nacionales, con los teatros no tan llenos, donde dos o tres obras funcionaban y lo demás muy a la cola. Teníamos una recesión muy grande donde el entretenimiento es lo primero que se afecta. Veníamos muy golpeados y esto nos terminó de rematar.

—¿Qué es lo que ves?

—Veo a mis colegas y compañeros haciendo un gran esfuerzo para reinventarse. Muchos dando clases de teatro vía Zoom y llevando sus espectáculos al streaming. También el Cervantes preparando espectáculos bajo esa modalidad. Todo impensado antes, demuestra que no nos quedamos quietos. Ya volveremos a los teatros, a las ficciones y también a encontrar nuevas maneras. Creo que el streaming llegó para quedarse, aunque no reemplaza, es una nueva manera de comunicación que tenemos. Estamos hoy en un mundo virtualizado, donde las personas se comunican sobre todo por las redes y por internet. También es bueno que nuestro arte llegue a otros lados, gracias a la globalización. Todo lo que a priori parecía malo ha generado nuevas posibilidades que se van a quedar, no se van a morir cuando el teatro vuelva. Quienes amamos el arte dramático sabemos que como hecho artístico no tiene comparación con su aquí y ahora. Es irreemplazable. Estas nuevas formas se van a quedar y bienvenidas sean. Ojalá los actores tengan más espacios. Siento que las plataformas le han dado un poco de aire a las producciones nacionales, todavía no tanto como quisiéramos y no hay para la televisión abierta. Pero creo que de a poco lo haremos. Somos argentinos, todo nos cuesta mucho.

—¿Cómo fue tomar la decisión de bajar el proyecto teatral de hacer “Casados con hijos”?

—Lo entendí perfectamente. Lo habíamos hablado con Guillermo (Francella) y con Gustavo (Yankelevich). Nos costó mucho y lo lamentamos. Fue un gran trabajo coordinar agendas. El público nos insistía para que volviéramos y sentimos que el mejor formato era el teatral. Cuando finalmente conseguimos todo, nos agarró la pandemia. Pero lo acepto. Pasaron hechos muchos más graves que suspender Casados con hijos. Hay muertos, enfermos…debemos ponernos en ese lugar. Mil veces se cayeron proyectos con los que soñaba. Los actores estamos acostumbrados a lidiar con lo inesperado. En algún momento lo intentaremos hacer. No sabemos cuándo.

—¿Qué otros proyectos perdiste?

—Estos dos años los tenía organizados, tanto el 2020 como el 2021. Por suerte encontré en Gustavo (Yankelevich) a un empresario y productor que me entiende. Con Cabaret nos conocimos mutuamente y fue mágico. Quiere mucho a los actores. No me quejo, siempre me reinvento. En esta cuarentena trato de quejarme poco: hago. Tengo un proyecto de filmar el año que viene, pero aún no puedo contar nada. Mi energía la pongo en el teatro, coordino los horarios para después. Mi prioridad es el escenario, porque es el lugar donde mejor lo paso. Después de casi cuarenta años de profesión busco lo que más feliz me va a hacer.

 

LA ADAPTACION A LOS CAMBIOS

Florencia Peña todas las mañanas de lunes a viernes está en Telefe, pero continuará con su intensa participación en las redes sociales. Asegura: “Estoy trabajando mucho. Me contratan para hacer publicidad, ese fue mi trabajo de sustento en estos tiempos y me permitió armar mi propia plataforma. No hago canjes. En Twitter tengo casi tres millones, pero Instagram es mi red con cinco millones de seguidores. Armé una oficina para generar mi plataforma virtual F de Flor. Es mi nueva faceta de productora, que me tiene muy creativa. Hacemos videos y campañas de fotos”.  

Sobre estos meses de encierro: “Fue una grata sorpresa encontrarnos todos. Mis hijos estaban acostumbrados a una mamá que trabajaba todo el día. Sé que hay mucha gente que la está pasando muy mal. Perdí a mi padre y estamos buscando acompañar a mi madre. Pero en muchos aspectos fue muy importante e interesante lo que me pasó en esta cuarentena. Todo se detuvo y pude respirar, conectar y hacer cosas que antes no podía”. Agrega: “Ramiro (N de R: Ponce de León, su pareja desde 2013 vivía en Salta) se quedó aquí, porque su trabajo se volvió más online. Fue hermoso estar los cinco juntos. Mi hijo Felipe tiene tres años, el mayor (Tomás) casi 18 e hizo su último año del secundario vía Zoom, y Juan de 12, el último de primaria igual. Todos nos tuvimos que adaptar. Creo que no les vino mal aprender que la vida nunca es como uno la planea. El que mejor vive es quien mejor se adapta a los cambios”.