Franco Bagnato tiene 50 años casi recién cumplidos. Hace unos 15 años, cuando todavía no existía Facebook, se convirtió en el símbolo de la búsqueda de personas, a través del ya emblemático programa de televisión "Gente que busca gente". Hoy, a poco de haber reeditado esa clase de búsquedas a través del diario Libre, habla con Perfil.com, cuenta sobre su trabajo en una radio en Mar del Plata, rememora los mejores momentos de su carrera en televisión, cuenta sus deseos de volver a la pantalla chica y hasta opina sobre los casos de desaparecidos en democracia.
- ¿Qué significó para vos el éxito "Gente que busca gente"?
- Significó mucho, porque fue una experiencia en televisión que tuvo tanta repercusión, con millones de espectadores en todo el país, y que se convirtió en una referencia de la historia de la televisión. Realmente visto a la distancia es increíble que un programa, cuando todo pasa tan pronto, quede tan metido en la mente, en el colectivo de un pueblo, ¿no? Me tocó a mí la suerte de ser parte de una experiencia así, de algo emblemático de la televisión.
- ¿Cómo es retomar esta búsqueda ahora, a través de un diario?
- Es un buen servicio que puede brindar un diario, que se hace a través de la difusión de historias, fotografías, retazos de alguna búsqueda. Siempre con la esperanza de que alguna persona que tome el diario en ese momento sea la persona buscada; un vínculo que te lleve a otra persona. Es darle una esperanza al lector del diario Libre a través de una búsqueda. Está bueno que los medios de comunicación le dediquen un espacio al servicio. Respecto de lo que hice en televisión, son dos soportes de búsqueda totalmente diferentes. Acá (en el diario) es abrir una ventana, darle lugar a los lectores que hagan su buqueda. Antes, eran 50 productores, camarógrafos, periodistas, recorriendos de punta el país para salir en vivo.
- ¿Hay casos que particularmente recuerdes por haberte llamado la atención o conmovido?
- No particularmente. Hace 10 años dejé de hacer el programa y por entonces se resolvieron más de 1.500 búsquedas efectivas de personas, donde además pude recorrer toda la Argentina, de punta a punta. También hice búsquedas en Europa y en Latinoamérica... son miles y miles de personas que pasaron por el programa, es muy difícil poder elegir una historia en particular.
- ¿Cómo fue esta búsqueda de personas hace 10 o 15 años?
- Siempre pienso que de Argentina hay que entender algunas cosas, para lo cual ya tenemos que hablar siglo pasado, previo a la conformación del Gran Buenos Aires, previo al primer gobierno de Perón probablemente. Por distintas necesidades después de ello ocurrió la partida de muchas familias numerosas del interior que se instalaron en el Gran Buenos Aires, y se daban circunstancias que hacían que mucha gente, cuando existía otro tipo de comunicación (no como el de hoy), fueron cortando vínculos a lo largo de décadas. Por otro lado, era una época en que adoptar un hijo era un gran tabú, se veia como algo que tenías que esconder, por eso una persona adoptaba y se iba de la ciudad donde vivía para ocultar una historia de origen. "Gente que busca gente" provocó durante seis años un efecto de inducción de muchas historias inconclusas y que se pensaba que iban a ser así para siempre. Se dio un movimiento natural en la gente. Creo que fue un momento histórico y sociológico. Después pasó la vida, vino el Facebook, y suceden otro tipo de cosas.
- ¿Te gustaría volver a la telvisión con un programa como "Gente que busca gente"?
- Me gustaría volver a hacer televisión en Argentina, no sé si con ese programa en específico o con otro. Me gustaría sí ser parte de ese tipo de conductores distintos, porque en el área en que me destaqué no hay muchos, en ese tipo de comunicación con la gente. Fijate que nosotros teníamos arriba de 1 millon y pico de espectadores sólo en Capital y Gran Buenos Aires en un momento en que el share del canal no llegaba a dos puntos; o sea, era impresionante. Y todo el interior del país triplicaba eso. Realmente fue una cuestión afectiva difícil de comprender de muchísima gente. El tema es que al haber hecho ese éxito, te estigmatiza como para hacer siempre lo mismo, y no es lo único que puedo hacer, aunque sea un contenido que conozco muy bien.
- Contanos de tu vida actual en Mar del Plata.
- Hace 4 años volví a Mar del Plata, con ganas de colaborar en armar un medio de comunicación, que es lo que hice con Radio Brisas (98.5). Quise hacer con ella un punto de partida para que siga en cualquier circunstancia sin mí. Puse a trabajar productores, periodistas, movileros, que tienen información propia... Estoy muy satifecho, hoy hay casi 40 personas trabajando, dos emisoras en cadena que retrasmiten en Tandil y Pinamar. Llegar a la mañana temprano y ver productores generando noticia desde muy temprano hasta la noche... me pone contento. Cuando volví a Mar del Plata era un momento de mi carrera donde no encontraba algo que me generara la adrenalina de un desafío grande, esto me puso en otro lado, me puso en rol de pensar como armador y no solamente como conductor y perodista. Es un ciclo, no sé cuánto va a durar, pero es un balance muy positivo.
- Estás muy relacionado con las búsquedas y los reencuentros de personas, ¿qué opinás de los casos de personas desaparecidas en democracia, como Julio López, o María Cash?
- Yo creo que en estos casos, que no se tratan de vínculos de sangre divididos por temas familiares, sino que son casos por causas policiales, delictivas o politicas, lo importante a tener en cuenta es el medio de comunicación, porque amplificás una voz, una foto, una historia, una búsqueda, y estas dando mucha posibilidad a que la cosa se esclarezca. Pero hay que tener cuidado, porque cuando las motivaciones de la desaparición son delictivas, a veces la utilización equivocada de la herramienta te juega en contra, porque vos estás trabajando en la psiquis del delincuente. Habría que trabajar con mucha humildad para entender cuál es la forma útil de usar el medio de comunicación, para que no se vuelva un bumeran.