Tiene 64 años y el mejor promedio de espectadores en la historia del cine nacional: en promedio, lleva más de un millón de asistentes por película. Mira desde arriba a Ricardo Darín y Adrián Suar. Pero no pierde la capacidad de asombro. Empieza este 2020 con el primer gran estreno del año, El robo del siglo (jueves 16 de enero), de Ariel Winograd, película basada en el asalto al Banco Río de Acassuso en 2006, el hecho policial más popular del siglo XXI en el país. Interpreta al ladrón uruguayo Vitette Sellanes. “Vi dos veces la película. Me da felicidad verme haciendo papeles tan diferentes, películas distintas como Animal, Mi obra maestra, Atraco, El clan. Esta es un thriller, con suspenso y humor. Estoy maravillado por lo que hicimos”, sonríe Guillermo Francella, y se ilusiona: “El robo del siglo intuyo que será muy fuerte como pasó con El secreto de sus ojos y El clan”. En junio, volverá con su célebre personaje Pepe Argento al Gran Rex en la versión teatral de Casados con hijos cuyas entradas, a seis meses del estreno, se venden como pan caliente.
—¿Cómo se vive la popularidad hoy?
—Ya no hay manera que no esté acostumbrado, es como vivo. Más de la mitad de mi vida la viví con mucha masividad, desde los 27, 28 años, me gusta que me pase, darle amor a la gente. Por supuesto que hay momentos más incómodos, gente un poquito más invasiva, pero es todo positivo.
—¿Por momentos querés regresar a ser anónimo?
—Sí. Ser un poco invisible sería maravilloso. Con esta popularidad es no poder poner un pie en la vereda. Todo es amor, ¡eh! El abuelo, el nieto, las mujeres de todo nivel socioeconómico, y es muy agradable, me llega muy al corazón.
RICACHONES. Francella cuenta que habló dos veces por teléfono con Vitette, en un cruce telefónico cuando el actor estaba en Montevideo promocionando Perfectos desconocidos, y la segunda vez por vía privada que duró 20 minutos. “Lo llamé yo por cordialidad. Ya empezaba el rodaje, y le dije: “Vamos a hacerlo con el máximo de los respetos”. Me preguntó si necesitaba algo, me comentó que teníamos muchas cosas en común, como que era hincha de Racing y que teníamos la misma voz ronca. Me dijo que era un honor que yo lo pudiera interpretar. Me habló de su hijito, y después me invitó a comer un pescadito a Colonia”, afirma.
—¿Por qué es inquietante la ficción de “El robo del siglo”?
—Porque ha sido un robo muy original, un robo poético, con cierto romanticismo. No es de ladrones cualunques, son tipos muy inteligentes, con una buena posición, cultural, social, y económica. Generaron confusión en el Grupo Halcón pos Crimen de Ramallo, y pusieron a la opinión pública de su lado. Vitette fue a estudiar teatro para tener cierta soltura para negociar. Conocí de casualidad a una mujer que me dijo: “yo fui rehén de Vitette, me trató muy bien, estaba muy nerviosa en el suelo, temblando, y él se acercó y me dijo: tranquila, no pasa nada, mirá tengo una medallita, vamos a darle un beso que nos va a proteger. Yo tengo una hija de tu edad, no te va a pasar nada, y me dio una paz...”. Se lo conté a Vitette y me dijo: “qué maravilla que habiendo perpetuado un ilícito, alguien se acuerde con cierta nostalgia de mí, me emociona.”
—Los ladrones tenían a la opinión pública de su lado, ¿qué dice de esa Argentina?
—Yo no creo que se haya festejado un delito. La película no es una apología del delito. A la gente los divirtió: creo que festejaron el ingenio y cómo. Y encima cuando descubrieron todo lo posterior... Lo que hicieron fue extraordinario. Ojo que todos purgaron su condena. Creo que tiene que ver con esos argentinos que dicen “¿qué habrá pasado?, ¿dónde estará el resto de la guita?”. Los argentinos son así, tiran teorías en el barrio o entre amigos, uno te dice “yo ya sé lo que pasó, están en Miami”. Eso es de argentinos.
Filmaron en el mismo túnel de desagüe ubicado en calle Perú y el río por el que escaparon los cinco ladrones. “No había olor, el agua era cristalina, hasta veíamos pececitos. Nos metimos unos 600 metros con botas. Fue el rodaje más difícil que tuve, hubo que ponerle el cuerpo, nos lastimamos más de una vez...
—¿Cómo te golpeaste?
—Me lastimé la rodilla y el codo cuando me tenía que tirar en el boquete, rompí varias veces el vestuario. En el túnel caían piedras y tierra. Se invirtió mucho para hacerlo real, no escatimaron plata, incluso hasta la música de Frank Sinatra. Todo, todo, todo está comprado.
—Tenés una escena con tu hija Yoyi, ¿sos exigente?
—No. Johanna está fantástica. Fue muy placentero. Winograd vio una audición de ella y la tomó. Juampi García, el productor, es el que la convence de audicionar porque obviamente siempre hay una mochila de “me pone mi papá en la película”. No era esa la intención, tiene mucha personalidad, estudió mucho, aún de muy chiquita sin saber leer ya quería leer guiones. Toda la vida se preparó para estas instancias. Me emocioné al hacer esa escena.
SERIES Y GRIETA. Fanático de The Americans, Homeland y The Fall, Francella cuenta que tiene “muchas ganas de hacer una serie. Esta dando vueltas una que me ofrecieron y me entusiasma. Es para la plataforma Disney +, pero todavía está en proceso de creación”. La idea original, dirección y guiones estarían en manos de los cineastas argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat (El ciudadano ilustre). Aunque reconoce que rechazó la propuesta de Armandó Bó para interpretar a Julio Humberto Grondona en la serie del Fifagate de Amazon. “Era un Don Julio raro, un personaje que toda la serie hablaba con voz en off. Y me decían que la segunda temporada era diferente. Y qué sé yo si habrá segunda temporada. Preferí no hacerlo”, confiesa.
El hincha de Racing celebra la llegada de Luis Puenzo al Incaa: “Es alguien ampliamente avezado, y conoce mucho nuestra industria, y ojalá que venga con ideas interesantes”. Y siempre hay tiempo para reflexionar sobre la actualidad política y social: “La transición, intentar desde el lugar de cada uno, en mi caso puntual, de unirnos un poco, de tener más unión entre todos. No porque yo piense distinto a vos me considerés un enemigo, hay que intentar cambiar eso. Yo cuando estudiaba teatro, iba a comer a los restaurantes, capaz que estaba solo, y había un grupo de actores y “hey vení, sentate”, y había liberales, comunistas, peronistas, radicales, y me sentaba. No pasaba esto del enemigo. Nadie atacaba a nadie. Ojalá se logre eso, lo deseo con el alma para todos los argentinos, que venimos golpeados”.
El boom de “Casados con hijos”
“Nunca dudé del éxito de Casados con hijos en el teatro, siempre lo supe, es un evento muy, pero muy grande”, dice Guillermo Francella con respecto a la versión teatral de la sitcom que estrenará el 12 de junio del 2020 en el Gran Rex, con varias funciones vendidas, y que lo tendrá en doble rol de protagonista y director. “Me siento bien al dirigir a los compañeros porque acá todos ya tienen al personaje, es más la puesta, darle a la letra y pasarla ciento de veces”, agrega el actor. Francella empezará con los ensayos en mayo con el elenco original: Erica Rivas, Florencia Peña, Luisana y Darío Lopilato, y Marcelo De Bellis. “Hay que ver cuándo puede venir Lu (Lopilato) porque solo tiene un trimestre por el receso escolar de sus chicos ahí en Vancouver. Tengo entendido que Bublé postergó sus conciertos para permitirle que ella se venga para acá”, revela.
Guillermo refuta que Casados con hijos no tuvo buen rating en la primera temporada. “Es un mito. Nunca pasó –remarca–. Arrancamos la primera temporada con 28 puntos de rating y por la competencia entre Telefe, El Trece y Canal 9, Tinelli contra Susana, corrían los horarios. Corrieron a Susana, después me corrieron a mí. Hubo días que empezó 12 menos cuarto de la noche. Terminamos con un promedio de 16,5. Hoy con ese rating estarían todos emocionados, en aquella época era normal. Lo curioso es que al otro año, un 1º de enero, lo pusieron a las nueve de la noche y rompió todo. Al ver la repercusión nos preguntraron: “¿No quieren hacer aunque sea unos meses?”. Hicimos de agosto a diciembre la segunda temporada que empezó con 33 puntos. Una locura”. Francella analiza el fenómeno que perdura durante 15 años: “Lo descubren nuevas generaciones, muchos chicos. No sé por qué será porque no creo que entiendan el doble sentido, se deben reír de los gestos. Me declararon ‘Influencer porque ya van dos años seguidos que en Google buscan contenidos míos y de Casados..., los reportajes, me siguen en cuentas que no son oficiales porque no tengo, y qué puedo decir de la popularidad, es maravilloso sentirte amado por la gente, de ese modo, es muy lindo”.