El actor Darío Grandinetti es el protagonista de Quiéreme, una nueva película de Beda Docampo Feijoo que se estrenará el jueves, en la que encarna a un abuelo que quiere redimirse de su pasado cuidando de su nieta y buscando a su hija en España para intentar reconstruir su vida.
"Es una historia muy directa y sensible, con una carga emotiva que puede generar aceptación. Es una historia simple, que provoca empatía en los espectadores", afirmó Grandinetti, quien interpreta a Pancho, un exitoso chef que pierde su trabajo y su novia al recibir la sorpresiva visita de una niña que dice ser su nieta.
Amante de la ópera y especialista en huevos fritos, Pancho ve cómo la inesperada llegada de esta niña española de 7 años -que dice llamarse Amparo y ser su nieta- revoluciona su holgada vida y lo obliga a reencontrarse con su pasado y a hacerse cargo de las deudas afectivas que mantiene con su hija.
"Es una historia que me gusta mucho y que tenía muchas ganas de hacer, pese a que no logré nunca encariñarme con el personaje de Pancho, porque es un tipo que abandona a su hija. Yo tengo tres hijos y no puedo imaginarme cómo sería dejarlos", aseguró el actor a la agencia de noticias Télam.
"Es una historia de mucha emotividad, muy afectiva, con mucha carga de sentimientos puestos ahí todo el tiempo. Mi personaje hace un viaje a España para buscar a su hija, pero también inicia un viaje íntimo que logra redimirlo de los errores que cometió en el pasado", explicó Grandinetti.
Protagonista de numerosas películas como El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela; Hable con ella, de Pedro Almodóvar; y La peli, de Gustavo Postiglione, Grandinetti empieza hoy el rodaje de El frasco, junto a Leticia Brédice y a las órdenes de Alberto Lecchi, con quien ya había trabajado en El juego de Arcibel.
"Es un filme de amor poco convencional entre una maestra de pueblo y un chofer de micros de media distancia, dos seres que están huyendo de un pasado que los ha traumatizado durante años y mantienen una relación extraña, muy simpática y tierna", adelantó el actor sobre el nuevo filme de Lecchi.
"Me siento muy valorado, respetado y contento por el hecho de que me ofrezcan trabajos de calidad en un país que no es el mío", dijo Grandinetti en relación a su exitoso paso por España, donde trabajó con varios directores, entre ellos Almodóvar y Pedro Olea (Tiempo de tormenta), y aún hoy le siguen ofreciendo papeles en películas.
Con respecto a su trabajo, el actor afirmó: "Yo opino mucho y creo que el que me llama sabe que voy a opinar. No siempre se hace lo que uno sugiere, pero mi manera de involucrarme en lo que hago contempla eso: que yo opine y pueda sugerir cosas que siento que se pueden mejorar".
En relación con la posibilidad de dirigir algún día su propia película, Grandinetti reconoció que "no es algo que tenga pensado hacer en lo inmediato, pero sí empecé a sentir que tengo ideas de dirección, sobre todo después de leer un cuento de Fontanarrosa que me llevó a desarrollar ideas relacionadas con dirigir".
Sin embargo, el actor sostuvo que "dirigir es muy complicado y hay que tener muchas ganas. Yo soy un poco vago y veo cómo sufren los directores una película. Aún disfrutándola, el trabajo de un director en una película es de mucho tiempo y trabajo, porque pasan varios años entre que piensa el proyecto y lo lleva a la práctica".
Grandinetti señaló que tiene muchas propuestas laborales tanto en teatro como en cine, pero que todavía no decidió cuál de todas ellas aceptará: "La verdad que estoy pensando qué voy a hacer, no lo sé, tengo que tomar una decisión".
"Los proyectos los elijo en función de que algo merezca la pena ser contado y, especialmente, que yo pueda aportar algo con mi participación. Pero también tomo en cuenta si lo voy a pasar bien y con quién voy a trabajar", sostuvo el actor en relación al modo en el que elige sus proyectos.
"Todo eso está guiado por una intuición, que es a lo que más le presto atención. Siempre termina siendo así a pesar mío. Nunca desarrollo intelectuamente mis decisiones, en definitiva hay una cosquillita que si se produce o no puede ser definitoria para la decisión", señaló Grandinetti.
