ESPECTACULOS
‘CONFESIONES DE UN ESCRITOR’

Haroldo Conti, alias La vida

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Homenaje. La obra se ubica en la última noche del periodista y escritor que fuera desaparecido en 1976. El elenco está compuesto por Gustavo Pardi, Gabriela Perera y Diana Kamen. Se puede ver los viernes y los sábados en el Centro Cultural de la Cooperación. | GZA. DANIEL GAGUINE

Confesiones de un escritor es una obra homenaje a Haroldo Conti escrita por Juano Villafañe. Ante la convocatoria de Juano para realizar la dirección y la puesta en escena de su texto, mi respuesta fue afirmativa e inmediata: ¿cómo perderme la oportunidad de adentrarme en las épicas del río y la llanura de aquel extraordinario escritor de Sudeste, La balada del álamo Carolina o Mascaró? Más aún con un elenco notable compuesto por Gustavo Pardi, Gabriela Perera y Diana Kamen, intérpretes capaces de asumir con altura el enorme compromiso emotivo que la literatura de Haroldo conlleva y la dimensión política que se desprende de su obra y de su acción.

Y porque también necesitamos a Conti. Lo necesitamos para darle un sentido claro a las palabras, para ayudarnos a pensar este presente complejo y por momentos oscuro, cargado de odio, egoísmo y superficialidad. “Nuestra suprema obligación es hacer las cosas más bellas que los demás, sobre todo que lo que las puede hacer el adversario” dirá Conti; pues bien, iremos hacia la belleza celebrando a este enorme escritor, brindando por la desobediencia poética y por la rebeldía.

Hic meus locus pugnare est hinc non me removebunt –este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán– rezaba un cartelito en latín ubicado en su escritorio, cerca de su máquina de escribir. Así el 5 de mayo de 1976 haya sido secuestrado y desaparecido por la dictadura asesina, desde su lugar de combate sigue tecleando su máquina, planeando el viaje futuro y armando la guerrita.

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El texto nos propone imaginar la última noche de Conti a través de la evocación de un conjunto de textos centrados en su literatura y en sus miradas en torno a la práctica literaria. Corriéndonos del compromiso que pudiera suponer plantear la obra en términos biográficos, transitando aspectos de una crónica policial, la literatura es centro y, a partir de ella, el ordenamiento de la acción.

El juego actoral plantea distancia en términos formales, quiero decir, como espectadores asistimos a un juego consciente entre los actores y las actrices. Gustavo Pardi no buscará componer de manera realista a Haroldo Conti, será un actor que se aproxima a una idea de escritor. Ese es el juego propuesto y es manifiesto el hecho de la representación y la construcción de la ilusión, usando la cuarta pared y rompiéndola en función de los intereses del desarrollo del relato. En términos brechtianos, podemos decir que “mostramos que se muestra”.

Conti será evocado así como también se transitará el “aquí y ahora” de un presente poético. Ellas, las actrices, serán: actrices-compañeras de Conti-asistentes de escena-musas inspiradoras y escritoras de sus cuentos. Este enfoque de multiplicidad en su rol, además de las resoluciones prácticas, y de responder a un sentido épico de lo teatral, nos permite movernos en la ambigüedad del tiempo histórico.

La música en vivo, a cargo de Pepo Migliori, es fundamental en esta puesta en escena, ya que determina el tiempo de la pieza y enlaza y enmarca cada uno de los cuadros potenciando la belleza del decir poético.

En no más de 50 minutos, las y los espectadores que no conocen a Haroldo Conti ni  a su obra podrán disfrutar el adentrarse poéticamente en la vida de uno de los grandes de nuestra literatura. Para aquellos que sí conocen su obra, podrán emocionarse al reconocer pasajes inolvidables de esta. Lo no que va a suceder es la apatía o el desinterés, porque la obra se llevará a escena por un equipo artístico que es, entre otras cosas, “hincha” de Haroldo.

Como decía, homenajear a Haroldo Conti significa, entre otras cosas, asumir una posición crítica con el arte, con la vida y la política. Conti es Conti por su literatura y su militancia, es un ejemplo de integralidad, de profunda ética para todos y todas. Por eso, haremos como Oresteen Mascaró: Levantaremos el brazo, agradeciendo imaginarios aplausos, y agitaremos nuestras pulseras de caracoles. Acariciaremos el grillete que cuelga de nuestro cuello y reconoceremos el camino.

*Director de Confesiones de un escritor. La obra se presenta los viernes a las 19.30h y sábados a las 22.15h en el Centro Cultural de la Cooperación de Av. Corrientes 1543.