Son las 11.15 del miércoles y en el cuarto piso del anexo de la Fundación Favaloro reina el silencio. Sentado, con los pies y brazos cruzados, Víctor Heredia espera a que lo llamen para hacerse una extracción de sangre. Al cabo de unos minutos, el músico entra al consultorio. El que sale ahora y se sienta a esperar es Marcelo Cudugnello. La escena termina cuando Heredia y su defensor se retiran por la escalera para evitar a Marcelo y su abogada, quienes bajan por el ascensor. La planta baja será el último lugar donde ambos crucen la mirada: uno con los ojos vidriosos; el otro, con algo de frialdad e indiferencia.
Marcelo tiene 43 años, es pescador, vive en Mar del Plata y dice ser el hijo biológico del cantante. A mitad de 2009, le inició un juicio de filiación, donde se determinó la realización del estudio de ADN al que ambos se acaban de someter.
Cudugnello se sincera ante PERFIL: "Seguro que todo el mundo piensa que este es un tema económico, pero en realidad, es netamente afectivo. Mis hijas quieren saber la historia de quién es su padre y su abuelo. Nunca quise llegar a esto".