ESPECTACULOS
Adriana Tursi

La educación en la Argentina se hace teatro

La dramaturga presenta La patria al hombro, una obra que revisa las vidas y dificultades que tuvieron las maestras que Sarmiento contrató.

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Estilo. Sus historias suelen buscar material en personajes reales. | GZA. PRENSA DANIEL FRANCO

La patria al hombro es la obra de la dramaturga argentina Adriana Tursi, que encuentra una situación teatral a partir de elementos históricos: las personalidades y aventuras de las maestras que 

Domingo Faustino Sarmiento hizo traer a fines del siglo XIX a la Argentina, como una de las formas de sembrar, aquí, lo que él entendía por “civilización”. Las funciones, en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636), van los sábados a las 20. La dirección es de Tatiana Santana, y en el elenco se encuentran: Julieta Coria, María Rosa Frega, Jaru Keselman, Lalo Moro, Silvina Muzzanti, Sebastián Pajoni y Junior Pisanu. La autora reflexiona sobre este texto, que ha recibido la beca a la Creación del Fondo Nacional de las Artes y el Premio Municipal, y suma su mirada sobre cruces entre temáticas artísticas y polémicas políticas de actualidad.

—¿Por qué decidiste trabajar en un proyecto que tiene que ver con Sarmiento y la educación?

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—La idea de trabajar sobre el proyecto educativo de Sarmiento nació a partir de una pregunta. El proyecto educativo argentino, que tuvo uno de sus orígenes en las ideas de Sarmiento, ¿es el que conocemos hoy? Solemos decir que Sarmiento es el padre de la educación argentina, y en parte es así. Ahora, si Sarmiento fue el padre, las maestras llegadas de Norteamérica y las que las esperaban en nuestro país para desarrollar ese proyecto fueron las madres; fueron ellas las que le pusieron el cuerpo.

— “Las señoritas” es un libro reciente, en el que Laura Ramos investiga sobre esta temática. ¿Tiene alguna vinculación con tu obra? 

—El libro de Laura Ramos es muy interesante, está muy bien escrito y documentado. Pero cuando yo terminé de escribir La patria 

al hombro, el libro de Laura Ramos todavía no había salido. Creo que hace ya un tiempo que se puede ver un interés por parte de algunas escritoras en revisar, en la historia argentina, la participación y el accionar de algunos personajes femeninos que o estaban ocultos o muy desdibujados.

—¿Quiénes son los personajes de tu obra y qué maestras estadounidenses están detrás de ellos?

—En el caso de Miss Frances, el personaje está inspirado en Frances Gertrude Armstrong, quien llegó a la Argentina en 1879 y fue enviada a Córdoba con la misión de abrir allí el primer Colegio Normal. Es a ella a quien le tocó enfrentarse políticamente con un sector que las repudiaba, y sobre todo con la Iglesia. En ese contexto, la Argentina va a romper relación con el Vaticano por casi 15 años. Ella, junto a otra maestra que la acompañaba en esa misión, son señaladas como las responsables. Julio A Roca, presidente en ese tiempo, tenía muchas ganas de romper relación con la Iglesia, y la acción de estas maestras le vino como anillo al dedo. Los personajes de mi obra están inspirados en estas mujeres. Pero la diferencia es que yo con ellas hago ficción.

—Sarmiento tiene sectores que lo valoran y reivindican, y otros que lo denostan. ¿Qué hace con esta polémica tu obra y/o tu pensamiento personal?

—Sarmiento es un personaje algo controvertido en nuestra historia. Pero no se le puede restar el valor enorme que tiene en la literatura su obra Facundo. Y desde lo político no olvidemos la época, porque, si lo sacamos de contexto, lo más seguro es que terminemos haciendo una valoración equivocada. Sarmiento vivió en una época donde el proyecto democrático y federal de Norteamérica era muy valorado; así que no es de extrañar que un hombre con la aspiración de progreso que él tenía viera allí un modelo y fuera a buscarlo. En La patria al hombro, Sarmiento es mencionado en varios momentos por las maestras como que él era el hombre de máxima autoridad. Lo que venían a construir había sido diagramado en gran parte por él.

 

Al hombro

—¿Qué señala, quienes son los que se ponen la patria al hombro, en la obra?

—Cuando se diseña una política, la que fuese, siempre, los que le ponen el hombro son aquellos en los que recae esa ejecución. ¿Quiénes le ponen el cuerpo a ese proyecto que los políticos enuncian a los gritos? 

—¿Por qué vas hacia hechos o figuras históricas, para construir muchas de tus obras, incluso María, es Callas, que harás en el Cultural San Martín?

—Estas dos obras actuales comparten la tensión sobre los personajes femeninos. A las maestras de La patria al hombro, les faltaba todo, solo tenían por delante promesas. En cambio, María Callas fue una elegida. Es cierto que trabajo sobre personajes de nuestra historia, como Cartas de amor pérdidas por Mariquita Sánchez de Thompson. Luego Extraña fuga de la anciana y su criada, también con Mariquita. Felicitas o las niñas mudas trata sobre el femicidio de Felicitas Guerrero. Los sirvientes transcurre en la quinta presidencial y toma el tiempo que va desde que muere el General Perón hasta que cae el gobierno de Isabel Perón. La que no se nombra es un monólogo sobre Isabel Perón. Y Remedios, una mujer sin patria es una mirada sobre Remedios de Escalada. Me interesa trabajar con la historia argentina cuando descubro puntos de anclaje con lo que nos está sucediendo. Es como si hoy viéramos y sufriéramos el síntoma, pero la causa está allí atrás.