Te venís con la onda diseñadora. ¿Cuándo empezaste en ese rubro?
-No soy diseñadora, por eso elegí una como socia. Ella es Silvia Brown: compartimos el proyecto desde hace unos meses. Iba a ser una prueba piloto, pero en el verano explotó: no quedaron zapatos ni para mí. Soy una empresaria chica que se está iniciando. Esta experiencia es como una terapia.
- ¿Quién te dio el envión?
- Siempre quise tener algo, una línea de algún producto. Amo las carteras y zapatos, tengo más de cien. Conocí a Silvia hace 4 años y me alentó a hacer una línea propia. El envión lo tengo de mis padres y de Silvia.
- ¿Vas a dejar de modelar para dedicarte a ser empresaria?
- La pasarela siempre va a estar. Leandro Rud, mi agente, me cerró varias campañas publicitarias y desfiles. En esto estoy empezando, lo tomo como un proyecto para aprender.
- En el 2008 hubo un aluvión de "botineras". ¿Te ratonea algún futbolista?
- No. No me fijé ni me interesó. No por lo físico, pero no se dio.
- ¿Y qué te gusta?
- Me fijo en lo físico, la primera impresión cuenta muchísimo. Tiene que ser elegante, alto. Como Christian, mi novio desde hace cuatro años. Conocí muchos chicos lindos que no me trasmitían nada. Con el tiempo aprendí a valorar otras cosas.
Toda la nota, en la edición de marzo de la revista HOMBRE