Sólo ellos son capaces de decir frases como " están lloviendo estrellas en nuestra habitación " sin sentir pánico de resultar ridículos, o al menos, cursis. De estos dichos edulcorados y esas melodías suaves y pegadizas hicieron un sello propio y el público espera, álbum tras álbum, que ellos vuelvan a hablar sobre eso que tan bien dicen conocen: el amor.
Sin embargo, lejos de los escenarios y de los estudios de grabación ellos, que parecen ser especialistas, demuestran que en cuestión de relaciones sentimentales, están a años luz de saberlo todo.
Ahora te puedes marchar. " El único amor eterno en el que creo es en el de mis padres y el de mi hijo ". Con esta frase, Luis Miguel definió su situación sentimental y su escepticismo con respecto a las relaciones de pareja. Si bien es el cantante romántico por excelencia, a nadie sorprendieron sus declaraciones. Desde hace varios meses la prensa especializada insiste en que el mexicano se encuentra separado de su mujer, la actriz Aracely Arámbula, con la que el año pasado tuvo un hijo.
Antes de conocer a Arámbula, la vida sentimental del rey de los boleros modernos tampoco fue un lecho de rosas. A medida que iba creciendo la prensa y sus seguidoras deseaban verlo comprometido, pero más allá de su tormentoso romance con la cantante estadounidense Mariah Carey, todas las demás relaciones en las que se lo veía involucrado duraban menos de lo esperado.
Así, pasaron por su vida la reportera Myrka Dellanos, la actriz Lucía Méndez, la conductora cubana Daisy Fuentes, la vedette argentina Luciana Salazar, la fotógraga Mariana Yazbek y la modelo Sofía Vergara. También habría tenido una relación con la actriz mexicana Sthephanie Salas, quien asegura que el cantante es el padre de su hija, la modelo Michele.
Corazón partío. La situación sentimental del español Alejandro Sanz es no menos compleja. El 30 de diciembre de 1999 se casó con la modelo mexicana Jaydy Michel, pero el matrimonio sólo duró cinco años.
Michel es la madre de su hija Manuela que, sorpresivamente, resultó no ser la única. En diciembre de 2006 el cantante reconoció a través de un comunicado de prensa la existencia de otro hijo: Alexander, de tres años. Sólo un par de semanas después salió a la luz la denuncia a su mayordomo por chantaje.
Debido al stress y a la depresión que le produjo su conflictivo presente, el cantante decidió cancelar en mayo del año pasado todos sus conciertos.
De todos modos, parece que Sanz no la pasó tan mal. " Estuvimos juntos mucho tiempo, pero no se como definirlo…Alejandro no es una persona que pueda decir ´ Salí con él y ya´. El fue muy importante para mi", confesó recientemente la ex Bandana Valeria Gastaldi, otra que se rindió ante sus encantos.
Y parece que la argentina no fue la única mujer con la que se relacionó luego de su separación. A los rumores que lo vincularon (y lo siguen vinculando) con la cantante colombiana Shakira se suman las versiones que hablan sobre un apasionado romance con Michelle, una asistente personal de 24 años.
Lloran las rosas. Pero si hay un cantante romántico cuya vida sentimental tuvo más metraje en los medios que su carrera artística, ése es Christian Castro. A la conflictiva relación que mantiene con su madre, la diva mexicana Verónica Castro, se le suman problemas exogámicos.
Se casó por primera vez en 2003, con la actriz paraguaya Gabriela Bo. Sólo un año después, se divorció para volver a los brazos de su novia anterior, la abogada argentina Valeria Liberman, con quien finalmente pasó por el altar en 2005.
Con ella concibe a sus dos hijos, Simone y Mikhail Zaratustra, pero ya a fines del año pasado las cosas entre Castro y Liberman no andaban nada bien. Ahora, en medio de un conflictivo proceso de divorcio con Liberman, el cantante acaba de reconocer que la golpeó en varias oportunidades. Debido a esto, el juez restringió las visitas del cantante a sus hijos y le recomendó comenzar un profundo tratamiento psicológico.
Evidentemente, para estos muchachos es mucho más fácil cantarle a un amor ideal que embarcarse en una relación sentimental con una mujer de carne y hueso. ¿O será que, simplemente, son tan humanos como cualquiera?