ESPECTACULOS
Temporada de galardones

La gloria y el barro de los Golden Globe 2020

Comienza la época de alfombras rojas y estatuillas con la 77ª ceremonia de la Hollywood Foreign Press Association. ¿Qué representa de cara a los próximos Oscar? ¿Habrá sorpresas posibles en los premios que ignoraron a Game of Thrones?

20200105_jocker_guason_golden_globe_cedoc_g.jpg
Candidatos.Guasón podría darle un premio grande a Phoenix y a un film de superhéroes. | cedoc

Cine

Scorsese y Netflix: los ganadores de la noche.

Netflix ha logrado que 2020 sea su año en los premios del cine (y su año en general, poniendo otra vez en jaque a las otras compañías de entretenimiento), y lo ha conseguido gracias al modelo polarizado de producción por el cual una película como El irlandés, con cinco nominaciones para el gran sueño de Martin Scorsese, se estrena como su producción original (ningún estudio quiso filmar por 160 millones de dólares la hoy gran candidata a Mejor Drama). No solo eso, la gran nominada de la noche es Historia de un matrimonio, de Noah Baumbach, que le suma a Netflix en sus seis nominaciones la misma cantidad que tiene Disney –rey del cine enorme y de franquicias– en total. El resultado es visible: la apuesta por el prestigio de Netflix, comenzada claramente con Roma, de Alfonso Cuarón, ya ha dado sus frutos con creces (vale sumar Los dos papas, también de la gran N, con sus cuatro nominaciones) y es una variable que permite la existencia de películas que los superhéroes aniquilan –bah, quienes los venden, qué tanto–. Pero hay dos nombres que han también sacudido el año: Quentin Tarantino y Guasón.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Por un lado, Tarantino sorprendió con su fábula sobre Sharon Tate, Había una vez en Hollywood, y se alzó con cinco nominaciones. Por el otro, la gran ganadora del año: Guasón, que desde la nada misma logró ser la primera película no apta para menores de 18 años en superar la barrera de los mil millones de dólares en taquilla. Ganó en el Festival de Venecia y ahora posee cuatro nominaciones, que podrían ser la ruta hacia el Oscar para Joaquin Phoenix por su interpretación, y hasta le dio a Todd Phillips una sorpresiva nominación en los Golden Globes a Mejor Director, lo cual llevó a la ausencia muy criticada de Greta Gerwig y su Mujercitas, volviendo entonces, como desde 2015, a una terna sin mujeres.

A diferencia del año pasado, la temporada es fuerte, grande, con títulos enormes y muy celebrados, tales como Parasite, la película surcoreana que ganó Cannes y que seguro se alza con Mejor Película Extranjera. Los Golden Globe siguen siendo una plataforma para las series, pero las películas marcarán a fuego una temporada en la que no hay certezas claras de quién se llevará las estatuillas en los Oscar: ¿reaccionará la comunidad de Hollywood a los ignorados por los Golden Globe (Robert DeNiro, Greta Gerwig) y sus ganadores (pocos creen que Scorsese no se lleve Mejor Película y Director)?

Lo cierto es que algunas nominaciones, como Había una vez en Hollywood, de Tarantino, que seguro ganará como Mejor Comedia o Musical, parecen mostrar cierta ausencia de brújula: ¿Tarantino como comedia? Los Golden Globe dejan en claro de esta manera quiénes buscan que ganen y así quedaron en offside sus más grandes ignorados. Esta premiación busca siempre estas polémicas: son las que le permiten su anhelado rating, que vio su marca más baja en la edición pasada; además, ya se sabe: son los Screen Actors Guild los que mueven la aguja de los Oscar. Pero es difícil ignorar cómo la ausencia de diversidad se puede leer como un reflejo torcido de la actualidad de Estados Unidos: al pensar en el gesto y no en el cine, los Golden Globe han dejado que sus nervios y su ansiedad queden más expuestos que nunca.

 

Television

El fin del reinado ‘GoT’ y el ascenso de la corona.

Primero, lo básico: la edad dorada de las series no admite resbalones. Game of Thrones se ha convertido en un ejemplo, casi en un vía crucis, de todo lo que no debe hacer un show obsesionado con ser trending topic: después de ser por años la serie sensación de la década, la serie del pueblo –por usar un término vetusto–, su discutido final hizo que solo se llevara una nominación el actor Kit Harington como Mejor Actor en Serie Dramática. Dracarys entonces a Emilia Clarke o al mismo Peter Dinklage, gran favorito de la audiencia. No habrá así dragones en la ceremonia –que será conducida por el francotirador de bromas pesadas Ricky Gervais, que vuelve por cuarta vez al empleo que lo convirtió en el villano aceptable favorito de Hollywood– y será emitida por TNT (doblada y en idioma original por TNT Series) desde las 21 en Argentina. Y, vale agregar, le dará a Ellen DeGeneres el recién inventado Carol Burnett Award, que celebra lo mejor de la TV.

Pero la clave es –y no hay que olvidar– que la ceremonia no tendrá tanto Game of Thrones, que pasa así sus ocho temporadas de vida sin ganar nunca como Mejor Drama, y anula la tradición del premio que esperar a la última temporada para descorchar junto a la serie que ya finalizó.

También es clave el dominio de Netflix, que en el mundo de las series no es tan claro como en el cine gracias al gigante HBO (imaginen si GoT no hubiera decepcionado: HBO habría barrido con los premios). Netflix vio su gran cantidad total de nominaciones (17) acrecentada por las nominaciones de series como The Crown y su temporada 3 (4 nominaciones), Unbelievable (4), The Kominsky Method (3), Living with Yourself (una, pero al gran Paul Rudd, así que todos sonríen). Pero HBO y sus 15 nominaciones encontraron su gran sorpresa del año en la miniserie Chernobyl, gran favorita a ganar en su categoría como Mejor Miniserie o Película para TV y que le dio cuatro nominaciones. Se suman a las filas de HBO el éxito de Barry (3 nominaciones), Big Little Lies (3) y Succession, que muchos creen que con sus tres nominaciones podría sorprender y arrebatarle el trono a The Crown, la gran candidata a Mejor Drama.

Lo cierto es que, a diferencia de otros años, cuando los Golden Globe representaban una sorpresa, en esta edición pareciera darse todo lo contrario en el mundo de las series: hay enormes favoritos con pocas chances de perder (The Crown, Brian Cox por Succession, Phoebe Waller-Bridge por Fleabag y como intérprete en la misma serie, y Chernobyl como miniserie)

Lo que se espera es un domingo neto de Fleabag, por ejemplo, logrando así que Amazon siga siendo la reina exclusiva a la hora de la comedia (e ignorando en la terna a Veep, otro show que se despide injustamente sin pena ni gloria). La sorpresa y novedad viene de la mano de AppleTV+, que ingresa a la carrera por los premios con The Morning Show (3 nominaciones), que muchos creen hasta podría ganar Mejor Drama, y Jennifer Aniston alzarse con Mejor Actriz de Serie Dramática, sumando así a la diversidad golpeada (se ignoró de llano When They See Us, la serie de Ava DuVernay) que sí logran transmitir los Golden Globe a la hora de las series celebradas.