Pero no. El interrogante surgió de la boca de Adrián Suar, gerente de Programación de Canal 13. Fue su mejor intervención en el encuentro “Televisión de calidad para los jóvenes”, que organizó el Ministerio de Educación el miércoles 27 de agosto.
Sonia Jalfin, productora ejecutiva del programa “Ver para Leer”, que fue al convite en representación del ausente Claudio Villarruel, enumeró programas como “Televisión por la identidad” o “Vidas robadas”, para mantener la pretendida imagen entre cultural y comprometida de la que se jacta Villarruel.
Lo contradictorio es que, durante la semana anterior al simposio intelectual, Canal 13 y Telefe mostraron como nunca la berretización de sus pantallas en una guerra sin límites por el liderazgo del rating.
Una guerra basada en fórmulas tan educativas como el sexo obvio y la fascinación por el morbo, que pusieron en alerta al Comité Federal de radiodifusión (Comfer)
Para ejemplo, basta una semana de programación. El lunes, Susana Jiménez mostró a la mujer con los pechos más grande del mundo; el martes, La Liga dio clases de masturbación con un consolador; el miércoles, Policías en acción mostró un mix con todas las formas de marginalidad; el jueves, hablaron de sexo Gerardo Romano y Victoria Onetto en un programa de Solita Silveyra; el viernes, bailaron stripdance las chicas de Tinelli; el sábado, TVR reprodujo un video de un niño que denunciaba llorando un abuso; y el domigo, Andy Kusnetzoff llevó a la Ritó a una cárcel para divertir a los presos.
¿Todo vale por el rating?
Lea la nota completa en la Revista Noticias.