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La historieta conquista la televisión

Mientras los superhéroes dominan la pantalla grande, desde HBO hasta Amazon apuestan a generar ficciones basadas en cómics para públicos más adultos. Netflix fue más allá: compró una editorial independiente para quedarse con los derechos de los personajes.

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Apuestas. Deadly Class (izquierda) llegará a la pantalla de SyFy (aquí, probablemente Netflix). Lock & Key, también para el streaming. | cedoc

En un mundo donde Avengers: Infinity War y Pantera Negra han logrado en lo que va de 2018 dominar la taquilla de forma violenta (más de 3 mil millones de recaudación global entre ambos films), no es díficil que un CEO, o decenas de ellos, vaya por la supercopa rebasada. Teoría del derrame, a su manera.

Desde que Tony Stark dijo “yo soy Iron Man”, los superhéroes han vuelto a ser el juguete favorito de Hollywood. Sus ganancias superaron escandalosamente las expectativas, y Marvel es el modelo perfecto de una industria que solo genera éxitos aprovechando una caja de franquicias a la que el marketing se encarga de sacarle el polvo de encima. La televisión ha sido, desde siempre, el refugio: mientras el cine usaba y rompía superhéroes, la televisión se encargó de que siempre circularan de una forma más orgánica (ya fuera el Batman panzón de Adam West o el Hulk de Lou Ferrigno). Pero ¿qué pasa en un mundo donde ya hay más de una veintena de series basadas en superhéroes, sea con actores o animadas, y son el reflejo, o el aprovechamiento, de eso que sucede en la pantalla grande?

Lo que ocurre es prueba de otro fenómeno que está naciendo en el papel: las mejores ideas lúdicas, sobre todo ahora que saben que pueden inmediatamente saltar a la televisión, vienen del cómic independiente, de aquel que es no Marvel (como sí son Agents of Shield, Cloak and Dagger, Runaways, Cage, The Defenders, Jessica Jones, Iron Fist y Daredevil) o DC (con el “arrowverse”, iniciado por la serie Arrow, seguido por The Flash, Supergirl, DC’s Legends of Tomorrow, Gotham, Krypton, la cancelada Constantine –que vuelve animada–, Black Lightning y más –ver recuadro–). Primero fueron las ideas que servían por cercanas, por ser de la misma propiedad, o aquellas que muchos amaban hace años: iZombie, un drama zombie teenager, Legion (FX), The Gifted, Lucifer (recientemente cancelada), Preacher (el cómic más Sergio Leone jamás llevado a la fuerza a la pantalla), Wynonna Earp (western feminista) y, claro, la gran campeona, la revolución televisada, The Walking Dead y su prima menor, Fear The Walking Dead, la serie zombie que, más allá de los hachazos recientes, revolucionó cómo se veía el potencial del cómic independiente (y que hasta logró que su creador, Robert Kirkman, pudiera hacer prácticamente lo que quiere, como puede ser la serie Outcast).

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Para hacerlo simple, en este escenario donde las series llueven, hay casi treinta proyectos basados en cómics. Y muchos de ellos, muchísimos, no buscan al público fanático de las calzas y las capas.

La primera y extraña sorpresa del año la dio la dupla Mark Millar y Netflix (la empresa compró los derechos del autor de KickAss y Kingsman –no esas dos–, y lo primero que sacaron juntos fue: ¡The Magic Order, un cómic de papel!).

Pero a la hora de las expectativas, y sobre todo en un mundo donde Game of Thrones tiene los días contados, HBO apuesta fuerte a Watchmen. La serie de Alan Moore y Dave Gibbons, ya filmada en el cine por Zack Snyder, ahora con Damon Lindelof como showrunner, es una de las grandes candidatas, por sus colores, su oscuridad y cómo le pega en las costillas al género (siendo no ATP). Pero hay otra serie, que está desarrollando Amazon, que también rankea fuerte como sucesora: Lazarus. Originalmente publicada por Image, cuenta la historia de 16 familias que dominan un mundo con un sistema feudal y cada una tiene un Lázaro, un integrante guerrero y resucitable que defiende los intereses en el negocio. Greg Rucka, autor del cómic, iría como productor ejecutivo.

Queríamos hablar de no superhéroes, pero aparece Astro City, la serie guionada por Kurt Busiek que cuenta la historia de una ciudad superpoblada de historias de personajes que son versiones de Superman, Batman, Spider-Man y así. Multipremiada por su corazón, y breve en sus relatos, es una serie perfecta para una antología. FremantleMedia North America lo vio así y Rick Alexander, junto a Busiek, será el showrunner.

Como siempre, Netflix acecha. ¿Cuál es un título vendedor? El cómic Locke and Key, la serie de Joe Hill (hijo muy talentoso de Stephen King) y Gabriel Rodriguez ha mezclado horror y fantasía desde hace años, con su mansión embrujada y sus niños como factor clave para enfrentar lo paranormal (ese es solo el punto de partida). La serie ahora cuenta con Andy Muschietti, el argentino responsable de la nueva saga It, como productor ejecutivo. Danny Glover se incluye dentro de uno de los roles principales. La otra gran apuesta de Netflix, más allá de Millar, es Gerard Way, el cantante de My Chemical Romance, quien posee pasión y talento: escribe y edita cómics. The Umbrella Academy, historieta publicada por Dark Horse y con Steve Blankman de productor ejecutivo, que recrea una familia disfuncional de superpersonajes absurdos y góticos, más cercanos a Hellboy que a Los Vengadores.

SyFy, en Estados Unidos, busca un éxito similar con un tema parecido aunque distinto: su adaptación del cómic Deadly Class, que posee hoy la carta fuerte no tanto por sus adolescentes que estudian para ser los mejores asesinos a sueldo del planeta, sino porque tiene a Joe y Anthony Russo como productores ejecutivos, los directores de Avengers: Infinity War. Y la misma cadena acaba de sumar un piloto de Resident Alien, la serie de Dark Horse. Y ya habían estrenado la historieta de Grant Morrison Happy, con el guionista como productor, delirio pop que en Argentina se puede disfrutar en Netflix.

Se suma la serie en marcha

The Boys, un comando gamberro a lo Deadpool que muestra el lado oscuro de los superhéroes (que Amazon Studios adaptará junto con el guionista Garth Ennis, autor de la historieta en la que se basa la Preacher de AMC). Además, entre otras, la serie basada en el cómic francés Snowpiercer y la gran esperanza, Y: The Last Man, proyecto que cuenta la historia del último macho vivo en todo el planeta, rodeado de mujeres que se disputan el poseerlo para sostener la especie, y que Michael Green planea llevar adelante para la Fox.

Llega también en breve a The CW The Chilling Advetures of Sabrina, serie que es una consecuencia lógica del éxito de Riverdale, la reconfiguración de las clásicas aventuras de Archie. Raising Dion, otro cómic con furia de género, será producido ejecutivamente por Michael B. Jordan.

La revolución será una historieta adaptada.

 

DC y Marvel: el futuro

Hace años que Marvel ha demostrado que DC no puede con ellos en el cine. Sí, DC tiene el Oscar a mejor actor de reparto, el bronce del Batman dirigido por Christopher Nolan, pero cada paso de siete leguas en la taquilla de

Marvel, sea Avengers o Pantera Negra, parece ser respondido pobremente por DC en el cine (sus Superman, su Escuadrón Suicida, su Liga de la Justicia solo se salvan, y tampoco es espectacular Mujer Maravilla).

La respuesta de DC fue clave: empezó a hacer eso que todos le pedían: ser feliz y ser como las historietas que enamoraron a los fans, en la televisión. Así, Arrow comenzó como una pseudo Batman pero The Flash y Supergirl, y demás series, lograron jugar con el absurdo al que el cine se negaba. Sin dudas, mientras Marvel oscila entre intentos de Young Adult (Runaways, Cloak and Dagger), la perdida Agents of Shield, fracasos como Inhumans y su seriedad en Netflix (Daredevil y demás defensores que no cuajan en sus versiones “somos la calle donde no pisa Thor”), DC gana en la pantalla chica, por familiar, por lúcida, por brillantemente relajada.

Pero el batacazo llegó cuando Dc Comics anunció su “Netflix”, su servicio de streaming, que incluirá una serie animada de Young Avengers, una animada de Harley Quinn y dos series para adultos, Titans y Swamp Thing, que se verán exclusivamente en la plataforma. En un panorama donde Marvel no logra en televisión celebración crítica o del público, donde hasta el Deadpool animado de Danny Glover no llega a producción, es claro que DC gana la batalla.

¿Cómo contraatacará Marvel cuando tenga su propia plataforma de la mano de Disney? ¿Hawkeye la serie? ¿Rocket la serie animada? Solo Kevin Feige lo sabe.