Una peruana que trabaja en una casa chilena. Es, claro, la trama de Lina de Lima, la película de María Paz González, y podría ser un largo más, latino, íntimo, donde la identidad juega un papel crucial. Pero Paz González produce algo particular desde la estilización: estilo y sentimiento van juntos, y se genera, por su directora y por la actriz Magaly Solier, un relato honesto, cargado de sentimientos y de inesperados números musicales. La película, que estará disponible del 3 al 10 de julio en Cine.Ar Play (y hoy en Cine.Ar TV), es definida por su protagonista y por esa Lina, claro, de Lima: “Lina no es solo migrante, es madre, es trabajadora, es una mujer con deseos, es la cuidadora de una chica que también tiene otros conflictos con sus padres. Es un personaje complejo, lleno de contradicciones, y que como muchas mujeres asume varios roles y enfrenta diversos conflictos al mismo tiempo. La historia está hecha para que estos diferentes planos de la protagonista puedan convivir, sin tener que encasillarla en un rol o un determinado estereotipo.
—Hay una idea concreta de la identidad, que parece ser una clave narrativa de América Latina, ¿cuál dirías que es la identidad de tu película, su libertad y sus ideas?
—Sí, la identidad es un tema recurrente. Es también una construcción. Es algo que cambia, y me parece interesante pensar en la identidad desde las posibilidades y los escenarios en los que te pone la migración. La identidad está en la música de tu tierra natal, en la comida de tu país, pero también se arma y se reformula lejos de tu casa. Un personaje que lleva más de diez años fuera de su lugar de origen echa nuevas raíces en el sitio donde decide quedarse. Genera afectos, cambia su forma de hablar, modifica su relación con sus familiares y con ella misma. Son muchos cambios y muy profundos. La migración es muchas veces una oportunidad de partir de nuevo y de ser quien querés y podés ser. Me gusta pensarlo así.
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—¿Qué sensaciones te genera hoy la música de la película, que posee un papel tan vital en algunas escenas?
—La música está en la esfera interior del personaje. Es un espacio relacionado con el imaginario de Perú, el país donde nació Lina. El allá. Es el pasado que se pone en conflicto con los sentimientos que ella tiene hoy y con las acciones que observamos en el desarrollo de la película. La música recoge ritmos de diferentes paisajes y lugares de Perú, para mí es un homenaje también a una cultura riquísima y diversa.
