Hoy más que nunca se escucha que son los números los que mandan. No son muchos los empresarios que siguen apostando a la creatividad, pero desde hace ya varios años Argentina tiene en verano tres plazas teatrales muy fuertes con estilos distintos y definidos.
Los teatros porteños comerciales estrenan durante la primera semana de enero, y un poco más tarde los independientes. Mientras que las salas oficiales –salvo excepciones– esperan a marzo y/o abril para mostrar sus producciones más importantes.
Buenos Aires sigue siendo el escenario elegido para entrecruzar entretenimiento y alguna reflexión, y ya se han estrenado en estos primeros meses de 2018 varias de estas comedias, con dispar suerte. Toc Toc es el mejor ejemplo de cómo los porteños y otros que no lo son eligen reírse de sus “trastornos obsesivos compulsivos”: no sólo lo viene haciendo desde hace ocho años sino que en la actualidad ocupa siempre el podio entre los de mayor concurrencia, con seis funciones semanales. De hecho, empresarios y elenco ya lo programaron para el próximo verano 2019. En el De la Comedia, Doble o nada, con Miguel Angel Sola y Paula Cancio, va conquistando público.
En el primer fin de semana después de su estreno, ¿Qué hacemos con Walter?, segunda puesta teatral de Juan José Campanella, estaba en cuarto lugar de preferencias, pero ya alcanzó el primero en el ranking teatral, con 3.950 espectadores en la semana del 5 al 13 de febrero. En la boletería de Multiteatro señalan que la gente pide entradas para ver “la de Campanella”, sin mencionar a sus intérpretes. Por otra parte, los que afirman que tener un elenco televisivo ayuda a vender pueden tener razón si se ve el posicionamiento, casi inmediato a su reestreno, de Un rato con él (segundo lugar) con Julio Chávez y Adrián Suar, con cinco funciones semanales, pero se podría decir que la lucha es casi cuerpo a cuerpo con la de Campanella. Sus plateas van desde $ 350 hasta $ 800, una de las más caras. Carlos Rottemberg tiene una frase: “Como cayó, quedó, en el sentido de que ni los éxitos ni los fracasos cambian de dirección, al menos abruptamente”.
También Les Luthiers ocupan el primer lugar del podio cada vez que se presentan en el Gran Rex (3.262 butacas) y con dos funciones semanales son un clásico. Si los espectadores eligieran por el precio, jamás ni ellos ni las grandes superproducciones ocuparían los primeros lugares. En la actualidad, las entradas más onerosas de la cartelera son las de Gran Reserva Les Luthiers y las de Sugar en el teatro Lola Membrives, ambas ascienden a $ 1.000. El musical ocupa el cuarto lugar de preferencias con cinco representaciones por semana y casi veinte artistas sobre el escenario. Si se compara este valor con lo que costaría ver una producción de este tipo en una capital europea, es muy económico. Por ejemplo, en París asistir a Grease, le musical va desde 35 hasta 250 euros. Multiplicando en la actualidad la platea preferencial en Francia saldría más de $ 6.400.
No sucede lo mismo con los precios de las comedias. En Londres –capital muy cara– el valor de un espectáculo de texto con ocho intérpretes sale 17,30 libras. En Madrid se puede ver la misma obra que se está dando en la avenida Corrientes con cuatro actores desde 16 euros ($ 411) pero aquí hay que pagar $ 600.
El público de Buenos Aires ha definido sus preferencias, y los espectáculos más vistos son: Un rato con él, ¿Qué hacemos con Walter?, El otro lado de la cama, Sugar, Los vecinos de arriba, Casi normales, Toc toc, El test, Tarascones y Sebastián Wainraich con Frágil. Varios de estos éxitos llegan después de varias temporadas anteriores.
Hay que recordar que los teatros en Mar del Plata fundaron una larga tradición desde hace muchas décadas, desde la revista, con mucha espectacularidad, o los galanes, que llenaban plateas. En cambio, esta temporada el espectáculo que va primero e imbatible en recaudaciones es el de los Midachi en el Radio City, con precios desde $ 350 a $ 750 (los más altos de la temporada), haciendo cinco funciones semanales. Le sigue Fuerza Bruta, que se trasladó de Recoleta a la estación Sur, con diez representaciones y entradas desde $ 335 hasta $ 500. Y dos ganadores indudables: Martín Bossi y Fátima Flórez. Ellos consiguieron posicionarse a veces terceros, otras segundos, siempre entre los cinco primeros del podio. Sus propuestas entrecruzan la imitación y la música, sin que falte algún guiño a la actualidad, y con esta fórmula han desplazado la preferencia de los espectadores por las comedias o las revistas. Las entradas (Bossi) entre $ 400 y $ 700 y Fátima de $ 250 hasta $ 650.
En Carlos Paz, pasa algo semejante. La propuesta más vista es la que lleva la firma de Flavio Mendoza con su Mahatma - Alma grande, con plateas desde $ 250 hasta $ 1.000 (las más caras de Villa Carlos Paz). Está primero en preferencia de público con diez funciones semanales. Le sigue La isla encantada, que podría casi considerase la versión teatral de “Bailando por un sueño”, ya que en su elenco están desde sus participantes (Pedro Alfonso, Freddy Villarreal, Sol Pérez, Bicho Gómez, Rocío Robles y Belén Pouchan) hasta quien forma parte del jurado: Marcelo Polino. Van segundos, con doce funciones y precios desde $ 400 hasta $ 600. No podía faltar Florencia de la V, quien sumó a la Bomba Tucumana, otra figura del “Bailando”. Esta combinación parece haberle dado resultado ya que figura tercera en recaudaciones, con nueve funciones y plateas desde $ 300 hasta $ 530. Una sorpresa del verano es Topa con su espectáculo Disney Junior Express, sobre todo teniendo en cuenta que es la segunda propuesta más cara y consigue ocupar un cuarto puesto, con entradas de $ 300 a $ 900. Aquí la popularidad de los elencos parece ser el eje de los espectadores.
El actual presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), Sebastián Blutrach, afirma: “La Ciudad de Buenos Aires este verano tuvo más estrenos que el año pasado y, comparada con una temporada 2017 floja en el verano, tenemos un crecimiento en cantidad de espectadores de alrededor del 30%. En Mar del Plata, este año tenemos propuestas más populares y por ende más masivas y, ante una de las peores temporadas, como fue la del año pasado, estamos creciendo alrededor de un 80% en cantidad de espectadores, lo cual la ubica a niveles de años anteriores más o menos. Villa Carlos Paz este año es la única plaza de las importantes que presenta una caída respecto del año anterior de alrededor de un 20%.”
