Entre Bailando y Patinando por un sueño, a Adabel Guerrero no le queda mucho tiempo libre. Sin embargo, la rubia vedette se las ingenia para, entre ensayo y ensayo, recibir los mimos de su flamante -y empresario- novio.
Pablo Cerrutti, su manager, quedó en el pasado. Ahora Adabel comparte su vida con Martín Lamela, un joven de 34 años dueño de una concesionaria de autos. Así, entre fierros, comenzó el amor.
La bailarina aterrizó en el local de Lamela en busca de una Suzuki Fun gris por recomendación de su couch, Charly G. Allí, entre fierro y fierro, nació el amor.
Lea más en Revista Caras