Lo que descubrí –dice el codirector del documental disponible en HBO GO Natalie Wood: aquello que persiste– es ir más allá del hito, de esa actriz que acompañó a James Dean, y poder ver todo lo que era como mujer, ir más allá de su trágica muerte, y descubrir un nombre que ya en aquel final del Hollywood clásico estaba listo a cambiar las cosas”. Así es como Laurent Bouzereau habla sobre su trabajo en este documental sobre Natalie Wood, actriz que todavía define el glamour en el cine en películas como Rebelde sin causa o West Side Story, entre muchas otras. Su codirectora es Natasha Gregson Wagner, la hija de Natalie Wood y Robert Wagner, que sostiene: “Siento que es el documental definitivo acerca de la vida de mi madre. Va a la par de mi libro, pero aun así, en este formato, permite que se haga popular todo aquello que no es tabloide, todo aquello que estaba en nuestros archivos y permitía ver todo su potencial, hacia donde iba como mujer e integrante de un injusto Hollywood, cómo sus decisiones como actriz la estaban llevando a un lugar de vanguardia a la hora de los derechos de la mujeres en el entretenimiento”.
—Mucho de la vida de Wood se frena al hablar de su polémica muerte, y muchos buscan una respuesta a ese misterio ¿cómo encararon esa situación en un documental que pretende ser definitivo?
GREGSON WAGNER: Para mí fue crucial hablar con mi padre, quien estaba en esa situación, cuando murió. Pero lo crucial y poderoso fue escuchar a mi padre, a Robert Wagner, hablar sobre determinados sentimientos que nunca había expresado, al menos frente a mí. Es una situación muy particular. Y creo que muy valiente de su parte. Esa situación y otras, salvo Christopher Walken, que no quiso ser parte del documental, me han ayudado a mostrar al público lo que siento respecto de la polémica, de esa obsesión particular. Siento que mi madre fue tanto más que su final, y creo que el documental nos ayuda a dejar en claro eso. Y que la sinceridad sobre su fin, por parte de aquellos que la amaban, también pone un punto final sobre el asunto.
BOUZEREAU: El instante de Robert Wagner, esa entrevista, fue algo muy sorprendente de vivir, por su sinceridad y por lo que representaba tener a padre e hija hablando como nunca antes de algo así. Pero fue descubrir a una celebridad que era mucho más.
—¿Qué era lo que la hacía alguien que estaba adelantada a su tiempo a la hora de la igualdad en Hollywood?
B: Wood fue parte de Hollywood desde pequeña, y llegó a ser un ícono de Hollywood, siempre activo. Pero eso también la hizo estar en lugares que quizá no le interesaban, y cuando adulta comenzó a tomar un rol más proactivo en ese sentido, enfrentando un negocio que solamente estaba dominado, en su enorme mayoría, por hombres. Y ahí aparece su coraje, sus decisiones. Hoy estaría trabajando con Quentin Tarantino, estaría liderando el movimiento #MeToo. Era difícil no sentirse sorprendido permanentemente. Todas las entrevistas implican llorar, implican el cariño de quienes la trataron, de quienes la reconocen, pero también todo el potencial de alguien que no llegó a lugares donde quería llegar, a cambiar del todo y para siempre las cosas.
GW: Además, teníamos que hacerlo sí o sí ahora. Más allá de la realidad, de la actualidad de la cuarentena y lo que viene, nombres que entrevistamos ya no están más. Por ende, no iba a quedar un registro de quienes podían contar esta historia de manera distinta. Desde cerca. Eso era crucial a la hora del documental.
Todo lo que no fue
“Cuando hablo de mi madre enfrentándose a los estudios, hablo de enfrentarse directamente con Jack Warner, y que la suspendieran, de poder lograr un trato distinto, como realizar una película por año, y que esa película la eligiera ella. Es alguien que salió con Elvis y Frank Sinatra. Y su tragedia, al menos en mi experiencia, es no haber podido vivir su vida con nosotros, mostrar su potencial, que el mundo haya perdido demasiado pronto a alguien que quería revolucionar las cosas”. Laurent Bouzereau, codirector del documental, establece: “No me cuesta imaginarla como una pionera de muchas cosas: su vida en Hollwyood, su experiencia, sus malos recuerdos, sus decisiones, mostraban que estaba reaccionando casi como nadie nunca antes a los esquemas de Hollywood y su poder desde adentro. Me la imagino filmando de forma independiente, harta de ese sistema, creando relatos nuevos, relatos diferentes, que hablaran distinto sobre los personajes femeninos. De verdad, después de ver y oír tanto sobre ella y buscar salir de la imagen dorada de Hollywood, lo que queda es aquello que no sucedió y cómo podría haber cambiado el entretenimiento popular y la igualdad para siempre. Ella hubiera sido una líder, un ejemplo, alguien que iba a cambiar el curso de las cosas para bien”.