Hace una semana terminó de filmar lo que será una película debut para muchos de los integrantes del staff. Es que este no es sólo el primer filme de habla hispana en el que participó la argentina Lucila Polak –alias “Lucila Solá”–, sino que Un buen día también fue el debut de Nicolás del Boca como director de cine y de Enrique Torres y su mujer, Anabella del Boca como productores. Y como las cosas quedaban en familia, otro que también hizo su primera incursión fue Lucas, el hijo menor del matrimonio, que tiene 17 años, acaba de empezar a estudiar cine y ofició de asistente de su abuelo.
Si bien aún no tiene fecha de estreno –terminaron de rodar el domingo pasado–, el multifacético Torres conversó con PERFIL mientras apresta la cinta para mandarla a Buenos Aires donde su sobrino, el otrora guitarrista de Zas, Ricardo Pegnotti, se encargará de ponerle el sonido. “Escribí el guión hace como dos años y lo fui puliendo. Con Anabella pensamos que estaba bueno y lo fuimos haciendo circular entre varios amigos que me dieron el visto bueno. Entonces, como yo tengo un contrato con Televisa para hacer tres telenovelas de acá a 2010, decidimos usar esa plata para financiar la película, jugárnosla como si nos hubiera agarrado la crisis del mercado bursátil y tirarnos a la pileta. Igual, es lo que acá se llama low budget, o sea de bajo presupuesto”, contó. “Acá no cobró casi nadie: ni los productores, porque somos mi mujer y yo –Anabella se encargó del arte y trabajó como una bestia–, ni el director, ni el asistente. Es más, ni Andrea del Boca, que me pidió que quería estar en la primera película de su papá y me dijo que le consiguiera un buen maquillador que ella hacía de la mamá de la historia, que aparece en una sola escena”, dijo con orgullo.
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