ESPECTACULOS
Soledad, Natalie Pérez y Rocío Igarzábal

La pionera que nunca deja de sonar

Se cumplieron veinticinco años de la muerte de Gilda y su música sigue tan vigente como nunca. Como parte de los homenajes, diez intérpretes femeninas revisionaron sus temas. Tres de ellas hablan de lo que significó la carrera de la ídola y que significa esta cantante y compositora popular en sus vidas cotidianas.

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Vigencia. A los 25 años de su muerte, la adorada y querida figura de la música tropical ya ha adquirido un status de ícono que pocas figuras de la cultura nacional ha logrado conseguir y mantener. | cedoc

El 7 de septiembre de 1996 moría Myriam Alejandra Bianchi y se iniciaba el mito de Gilda. Había nacido en Villa Devoto el 11 de octubre de 1961. Su historia llegó también al cine junto con sus canciones y su leyenda. Fue un accidente en la ruta 12 el que cortó la carrera de una intérprete que mostraba otra estética para la música popular. 

Al cumplirse veinticinco años de aquella tragedia se decidió rendirle homenaje convocando a distintas voces femeninas, para que cantaran sus temas más conocidos, versionándolos en un disco llamado Gilda 25 años. En el mismo conviven enormes nombres: Soledad, Brenda Asnicar, Natalie Pérez, Chita, Zoe Gotusso, Rocío Igarzabal, Feli Colina, Emme, An Espil e India Marte. Se sumó la dirección musical del músico y compositor Lito Vitale. Desde Leader Music organizaron este disco homenaje para compartir el material en las distintas plataformas online, como: Spotify, TikTok, el canal oficial de Gilda en YouTube; el canal CumbiaTube y también desde su Facebook.

Entre las canciones que presentan están: Se me ha perdido un corazón, interpretado por Soledad; No es mi despedida por Rocío Igarzabal; Noches vacías por Natalie Pérez; No me arrepiento de este amor, por Feli Colina; Corazón valiente por Chita; Fuiste por Brenda Asnícar junto a Emme; Volverte a ver por Zoe Gotusso; Paisaje por An Espil y La puerta por India Marte.

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La actriz y cantante - hoy una de las protagonistas de la serie Pequeñas Victorias - Natalie Pérez es quien emocionada aseguraa PERFIL: “Si pudiera decirle algo a Gilda le diría que me hubiera encantado cantar con ella. Espero que le guste la versión que hice de Noches vacías. A pesar de que no pude conocerla siempre siento que está muy cercana a mí, a mi historia y seguramente a la de muchas mujeres. Intuyo que hubiéramos sido amigas. Le diría: ‘me hubiera encantado conocerte. Gracias por tu música y por tu alegría. Desde algún lugar, desde el cielo, creo que elegiste estos temas que van a representar tu ausencia en estos veinticinco años sin vos. Te extrañamos y te quiero por siempre y gracias’”, finaliza.

Tanto Soledad como Rocío Igarzábal contestan preguntas apasionadamente sobre la querida figura musical. 

—¿Cuál creen que es el legado de Gilda?

SOLEDAD: Creo que Gilda demostró que siendo mujer, escribiendo sus propias canciones (en un rubro complejo como el de la cumbia y el de la música popular) es posible llegar a lo más alto de la popularidad, lograr la fama mediante su música, tener el cariño de la gente a nivel nacional, transcender y cumplir sus sueños. Gilda es un Faro y una inspiración. Estoy segura que su gran legado es éste, el de una mujer fuerte que confiaba en lo que escribía y decía, en su arte y lo defendió siempre. Una trabajadora, una luchadora, que lamentablemente no pudo vivirlo, pero estoy segura que de alguna manera Gilda lo sabe. Porque desde donde quiera que esté debe estar tranquila y feliz: todo lo que ha hecho fue realmente maravilloso. Además por haber sido una de las primera mujeres que ha logrado algo impactante en el mundo de la música. Y lo que más destaco es que escribía sus propias canciones y elegía muy bien su repertorio. 

IGARZABAL: Su legado para mí tiene que ver con su alegría para con el público, con su humildad, su amor incondicional y su entrega. Creo que nos deja un aprendizaje en ese sentido como nunca perder esa esencia y esa simpleza de conectar desde el corazón con la gente que recibe esa música, que recibe ese cariño y esas letras que las hace propias.

—¿Cuál fue el primer contacto que tuvieron con su música?

S: Fue en mi adolescencia año 1994 o 1995. Estaba por cumplir quince años y me compré un disco suyo. Recuerdo que la tapa era color rosa que contenía sus hits y no paraba de escucharlo. Siempre que podía me iba a tomar sol a la terraza de mi casa, bronceándome con su música y disfrutando de sus canciones que me parecen maravillosas. Desde entonces nunca más la solté, siempre formó parte de mi vida... fiestas con la familia y salida con amigas a los boliches. Esa etapa de adolescente que todos siempre tenemos en el recuerdo.

I: Fue a través de mi hermana Lucía que tenía sus discos y algunas frases de Gilda en las paredes de su cuarto y en su ropero. Yo estaba aprendiendo a leer y escribir y siempre me gustaba entrar a su cuarto cuando ella no estaba. Trataba de descifrar esas frases que me generaban cosas hermosas. Me acuerdo de sentir esa calidez, ese amor de hablar de formas tan humanas como lo es un vínculo o cualquier tipo de situación en la vida cotidiana. Creo que Gilda tenía eso que llegaba a la gente, porque la podían sentir muy propia. 

—¿Qué representa veinticinco años después?

S: Gilda se hace más poderosa. Siento que su granito de arena (que es mucho más que eso) y todo lo que aportó sigue muy vigente. Su música continúa sonando en todos los géneros e interpretadas por diferentes artistas se viralizaron. Por eso creo que Gilda 25 años después se empodera mucho más y sobre todo en este maravilloso instante en donde la mujer se encuentra atravesando un momento de lucha. Gracias a ella se encuentra con mejores perspectivas, mejor ubicada dentro de un mundo machista. Gilda fue una pionera en el arte y en la música, sobre todo en un género como el de la cumbia y el folklore. Siento que es una mujer empoderada que sin enojos, sino todo lo contrario, con su dulzura, con su amor y carisma, como si fuese “un ángel” la luchó y lo logró. Por eso veinticinco años después está más fuerte que nunca y representa a “la mujer pionera” que se animó a salir de su casa en busca de sus sueños.

I: Para mi a pesar de haber pasado veinticinco años sigue siendo un ejemplo a través de sus notas y su manera de pensar. Siempre habló de cuestiones sociales que hoy en día están muy vigentes, problemáticas que todavía tenemos que seguir trabajando. En ese sentido es una gran referente y ejemplo para poder continuar evolucionando. Y a la vez con su música creo que trae algo muy especial y hasta diría mágico, porque cualquier persona que la escucha viaja en el tiempo a su juventud, algún momento que celebró la vida, con amigos, familia, una fiesta o un momento especial. Eso creo que es lo más lindo que tiene también.

—¿Qué importancia tuvo estar en este disco?

S: Si no me hubiesen invitado, la verdad es que iba a pedir que lo hiciesen (Se ríe). Para mí fue súper importante. Gilda es mi inspiración, me siento identificada con ella. A mí me pasó algo parecido pero dentro del folklore.

I: Para mí es muy valioso estar en este disco y formar parte de este grupo de mujeres, que cada una está con su proyecto y tiene su búsqueda.

 

Todas para una

Tanto Soledad Pastorutti como Rocío Igarzábal trasmiten pasión y una fuerte admiración cuando hablan de Gilda. Es Soledad quien analiza sobre los cambios que enfrenta el colectivo femenino: “Es crecer con la música en un momento de la sociedad y en el mundo muy diferente para las mujeres, donde aún no estaba instalada la posibilidad de que nosotras podamos tener igualdad de condiciones en un universo de hombres. No era tan fácil, todo era más pasito a pasito, como dice una de sus canciones. Para mí fue un honor estar en este disco. Me encanta la música de Gilda. Siempre canté sus temas. Por suerte hoy en este mundo donde las cabezas están más abiertas y los géneros se fusionan con la música de raíz. Para mí la cumbia es música de raíz y me llega de una manera muy especial. Estar y formar parte de este disco me toca de una manera profunda, feliz de acompañar a la música de una mujer, una artista que admiro y así revalorizarla. De alguna manera me identifico con esta obra, y a su vez tomar fuerzas para seguir adelante con la mía”.

Rocío Igarzabal finaliza diciendo: “Es como no podía ser de otra manera que Gilda una a tantas mujeres en un mismo disco. Mujeres con mucha trayectoria, mujeres jóvenes y mujeres que están empezando. Esta diversidad de artistas hace que sea aún más interesante la propuesta. Por mi parte es un honor y muy emocionante. Cuando tuve que grabar la canción No es mi despedida me dio como un escalofrío, como una sensación de poder conectar con ella a través de sus letras y poder poner un poco de mi esencia en esa versión”.